La Reserva Federal estadounidense optó ayer por no sorprender a los mercados, que llevaban desde el verano, a raíz de la volatilidad desencadenada por China, augurando un retraso en la decisión de subir tipos al menos hasta final de año. Janet Yellen dio la razón al consenso, que en un 80% esperaba la decisión, y decició mantener las tasas sin cambios, con solo un miembro en desacuerdo, Jeffrey Lacker.
Analistas y gestores se preguntan ahora cuándo empezará la Fed a actuar al margen de lo que piden los mercados y a subir tipos en EE.UU. , si en diciembre o ya en 2016. Aunque diciembre es la fecha estimada por más del 60% del consenso, las excusas de la autoridad llevan a otros a esperar una decisión ya el año próximo. “Las posibilidades de subida se retrasarán a 2016 cuando la economía crezca consistentemente y se vea un horizonte claro de recuperación”, comenta Antonio Banda, fundador de la EAFI Feelcapital.
“Mis economistas en EE.UU. ya hablan de la próxima primavera para la primera subida de tipos. Y quizás tengan razón: ¿tendrá la Fed más información en octubre que ahora sobre el escenario internacional? Es evidente que no… ¿lo tendrá en diciembre? Claro que sí, pero probablemente no lo suficiente. Sí, parece apropiado alejar las expectativas de subidas de tipos en el tiempo”, comenta José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. El experto cree que todo dependerá de los datos.. y también de los datos en China.
Igual que creen en SYZ AM: “Con respecto a la posibilidad de que decida actuar en diciembre, las probabilidades de opte por volver a aplazar la subida son altas. Dependerá en gran medida de la situación en el resto del mundo. Si la situación en China mejora, la volatilidad se reduce y los indicadores económicos en los mercados emergentes se estabilizan, diciembre es una posibilidad que no puede descartarse. No obstante, dado que diciembre es tradicionalmente un mes con menor liquidez dada la proximidad del fin de año, creemos que es más probable que aplace la decisión hasta 2016”.
“Creo que en estos momentos todavía es probable que se produzca la subida de tipos en diciembre, siempre que los datos aguanten, la inflación y las expectativas de inflación muestren alguna señal de giro al alza y las condiciones financieras se relajen ligeramente. No obstante, el riesgo de que el calendario de subidas se traslade a 2016 es ahora mayor”, afirma Anna Stupnytska, economista Global de Fidelity Worldwide Investment. Cada vez son más los que coinciden: “Octubre es demasiado pronto y en cuanto a diciembre tampoco lo vemos probable, por lo que la decisión quedaría aplazada a 2016. La Fed se mantendrá alerta sobre cómo afectará la ralentización de las economías emergentes a Europa y Estados Unidos y es posible que todavía veamos algo de debilidad. Con todo, creemos que más que la fecha en la que decida subir tipos, lo más importante es el ritmo que seguirá dicha subida, el cual, en nuestra opinión será muy moderado”, explica Mondher Bettaieb, director de renta fija corporativa en Vontobel AM.
Pero siguen oyéndose voces que hablan de diciembre, como Luke Bartholomew, gestor de renta fija de Aberdeen Asset Management, que considera que «no debemos sobredimensionar la diferencia entre subir tipos en septiembre y hacerlo en diciembre, que parece probable». «El resumen de previsiones económicas sigue anticipando una subida de tipos este año, pero también ha rebajado las perspectivas a largo plazo de la Fed sobre los niveles en los que se establecerán los tipos de interés y ha reducido ligeramente su previsión de la tasa de desempleo, de acuerdo con una inflación estable. Esto da a la Fed algo más de margen”, comenta Kevin Adams, director de renta fija en Henderson Global Investors.
John L. Bellows, gestor de fondos y analista de Western Asset (filial de Legg Mason), recuerda que “la Fed aún parece dispuesta a subir los tipos este año. Yellen hizo un inciso para restar importancia a la decisión de ayer y, con ello, desaconsejó que los inversores la interpretaran como un indicio de nuevas medidas acomodaticias”. Según explican en Banca March, además, la mayoría de los miembros del Comité (13 de los 17 miembros, dos menos que en junio), se mostraron partidarios de elevar los tipos este año, tres miembros defendieron un aplazamiento hasta 2016 de la primera subida y otro de los miembros defendió situarlos en negativo.
“La Fed está todavía en camino de empezar a subir tipos antes de finales de año. Más allá de 2015, se debería esperar un enfoque muy gradual, defensivo y de ‘siéntate y espera’. Todo esto implica que la política monetaria en US parece que permanecerá acomodaticia en el futuro previsible”, comenta Hans Bevers, economista sénior de Petercam. Julien-Pierres Nouen, jefe economista de Lazard Frères Gestion, también habla de diciembre: “Creíamos que una subida era al mismo tiempo probable, lógica desde un punto de vista dela mejora económica, y necesaria para reducir justamente la incertidumbre y que los mercados dejen de centrarse en esta cuestión. Teniendo en cuenta los factores anteriores, la fecha de la primera subida se pospondrá a diciembre”.
La lógica de la decisión
Con todo, los expertos comprenden la decisión de la Fed, amparada en la situación económica global y de los mercados internacionales pero también en el empleo y la inflación internos, aunque consideran que también se habría podido justificar la decisión contraria. En un comunicado, el organismo insistía en las dos variables que guían su decisión: la inflación y el empleo, y subrayaba que, aunque están en el camino de alcanzar los objetivos deseables, las condiciones económicas podrían requerir durante un tiempo tipos de interés en niveles bajos. Y también hacía hincapié en los riesgos de la situación económica global y en el riesgo emergente: “Hace tiempo que esperábamos una desaceleración en su crecimiento. Estamos muy atentos a los riesgos que llegan de la economía china y de los mercados emergentes”, decía Yellen.
Para Adrien Pichoud, economista jefe de SYZ AM, esto es nuevo: “Lo más importante del discurso de Yellen es que ha incluido el factor global. Esto es algo bastante nuevo. Ha tenido en cuenta la evolución de la economía global, de los últimos acontecimientos en Asia, para tomar su decisión. La Fed siempre ha estado atenta a lo que ocurre fuera de Estados Unidos, pero esta vez lo ha incorporado de manera formal en su decisión. De hecho, probablemente, si solo se hubiese fijado en los datos americanos, que no son malos, quizá habría tenido una mayor predisposición a subir los tipos”, comenta. En Schroders están de acuerdo y Lisa Hornby, gestora de renta fija basada en la oficina de Nueva York de Schroders, considera que esto será más frecuente: “La perspectiva económica de la Fed sigue siendo relativamente estable y positiva pero está claro que los desarrollos internacionales dominarán la política monetaria en EE.UU. a corto plazo”, afirma.
Pero también han pesado los datos internos. «La Fed ha decidido retrasar la subida por el efecto dólar, Grecia y las señales retrasadas que está dando la inflación en EE.UU.”, explica Banda. “La espera a Godot continúa. La cautela de Janet Yellen se impuso a algunos de sus colegas más agresivos. Hay una buena razón para la precaución: la inflación es casi inexistente y el crecimiento de los salarios es modesto. Por supuesto, nunca se puede saber si la decisión es la correcta hasta que se toma y se ve el resultado final”, comentan desde Aberdeen AM, donde están de acuerdo con la decisión, porque “hay más riesgos si la subida de tipos se adopta demasiado pronto en vez de demasiado tarde, por lo que este retraso está justificado”.
También lo cree Matt Eagan, gestor de Loomis Sayles, de Natixis Global AM: «Creemos que la Fed hizo bien en no añadir más leña al fuego, especialmente porque una perspectiva de esperar y ver no supone riesgos para la economía estadounidense, que no sufre presiones inflacionistas”, comenta.
Entre los más críticos, Araceli de Frutos, de la EAFI homónima: “A la Fed le ha faltado valentía para implementar la nomalización monetaria que realmente creo que hubiera sido buena para el mercado. La justificación para no subirlos es un «wait & see», es esperar a evaluar más los datos que vayan publicando, teniendo en cuenta la situación internacional. Las perspectivas sobre el crecimiento han mejorado para este año y son sólo ligeramente menores para 2016, la inflación es una décima al alza para este año… tenían argumentos de sobra para subirlos, les ha podido la situación de inestabilidad creada con el tema China, que ya veremos si no se arrepentirán… Le han faltado agallas”.
«Algunos analistas han empezado a preguntarse —y con razón— si el riesgo reside en retrasar demasiado estas subidas, en vez de subir los tipos demasiado pronto (…) todo esto sólo viene a reforzar la idea de que gastar demasiada energía en tratar de extraer cualquier dato útil (desde la perspectiva de la asignación de activos a largo plazo) de la más mínima palabra o acción de los responsables de política monetaria no sólo resulta inútil, sino que también puede ser peligroso”, añade María Municchi, especialista de inversiones adjunta del equipo de Multi-Activos de M&G.
El impacto en los mercados
Los mercados reaccionaban con dudas: «La libertad de la Fed para actuar de manera proactiva se ha visto recortada, ya que la oportunidad de una subida de tipos se ha reducido. Los mercados ya han conseguido lo que pedían, y por lo tanto, esperamos poca reacción con un sesgo ligeramente positivo para los activos de riesgo”, comenta Asoka Wöhrmann, Chief Investment Officer (CIO) de Deutsche Asset y Wealth Management (Deutsche AWM).
“Lo interesante ahora es ver cómo reaccionan los mercados. Durante mucho tiempo, septiembre fue el mes más esperado por muchos inversores, pero en las últimas semanas se produjo un cambio en las expectativas, lo que significa que un subida ayer, probablemente habría sido muy mal recibida. Con este escenario, los activos de riesgo y los mercados emergentes han obtenido buenos resultados, mientras que el dólar se ha debilitado», explican desde Aberdeen AM.
“El banco central estadounidense ha preferido ser cauto esta vez, pero aún considera una subida de tipos antes de fin de año. Ahora que la tan esperada reunión ya ha pasado, se dan las condiciones para que los mercados de acciones y de bonos continúen subiendo”, dice Guillaume Rigeade, gestor de asignación de activos y de deuda soberana en Edmond de Rothschild AM.