El giro de América Latina hacia gobiernos post-populistas está recuperando la confianza de los mayores inversores de mercados emergentes, a costa de la inversión en la Europa emergente.
En los últimos seis meses, el fondo Franklin Templeton Global Bond, un gigante de 51.000 millones de dólares en activos, triplicó su posición en Brasil hasta alcanzar un 14,8%, mientras que redujo a la mitad su exposición a los mercados emergentes europeos.
Cinco de los mayores fondos que invierten en deuda de países en vías de desarrollo, gestionando cerca de 25.700 millones de dólares, aumentaron su exposición Latinoamérica en el pasado año, según los datos recopilados por la firma Morningstar Inc. y publicados por Bloomberg.
El renovado entusiasmo por una región que se enfrenta a su segundo año de recesión, mientras que el resto de países emergentes están creciendo, está promovido en parte por la convulsión política que está provocando que antiguos banqueros de Wall Street tomen puestos prominentes dentro de los gobiernos brasileños y argentinos. Mientras que estos nuevos líderes buscan una discontinuidad con las políticas populistas de sus predecesores que exacerbaron los déficits presupuestarios, Polonia ha sufrido grandes salidas de capital desde que su nuevo gobierno se instaló en noviembre de 2015, con un derroche de dinero en materia de gasto social y sobrepasando los límites de las instituciones estatales, lo que provocó que la agencia S&P Global Ratings bajara la calificación de su deuda.
El fondo de Franklin Templeton gestionado por Michael Hasentab, uno de los mayores fondos en bonos de mercados emergentes ha cambiado sus apuestas en Polonia y Hungría por Brasil, México y Colombia desde el último trimestre de 2015. Los tres países latinoamericanos representan ahora más del 30% del fondo.
La deuda local brasileña denominada en reales ha tenido un retorno del 34% en lo que va de año, el mayor retorno en el mundo emergente, en medio de la agitación política que ha llevado a la suspensión de la presidente Dilma Rousseff, de la cual su sucesor hereda un déficit cercano a su récord. Mientras tanto en Argentina, el nuevo presidente Mauricio Macri ha recortado los subsidios, eliminado los controles de divisa y priorizado para atraer la inversión extranjera. El gabinete político de Macri incluye al ministro de finanzas Alfonso Prat-Gay, que era previamente un estratega en divisas en JP Morgan Chase. Su contraparte brasileña, Henrique Meirelles, un veterano de Wall Street y ex banquero central conocido por su capacidad de domar la inflación, nombró al economista Ilan Goldfajn como presidente del banco central.