La oferta de 47.000 millones de libras de Royal Dutch Shell por BG Group, representa la cifra más grande jamás pagada entre dos compañías de Reino Unido, y el mayor acuerdo en el sector de petróleo y gas desde la adquisición de Mobil por Exxon en 1998. Ahora que el polvo se está asentando, el equipo de Commodities & Resources de Investec analiza a fondo los términos del acuerdo.
“No nos ha sorprendido ver a la tercera mayor empresa de energía del Reino Unido, BG Group, siendo comprada, o ver a la Royal Dutch Shell cerrando un negocio oportunista”, dice Tom Nelson, portfolio manager de la estrategia de renta variable de Energía Global de Investec AM.
Desde 2011, BG Group ha tenido problemas con pasar de ser una exitosa compañía de exploración a un productor senior. Los cambios en la cúpula directiva, los reveses operativos y los objetivos poco realistas habían reducido la confianza de los inversores en que esta fuera a ser una historia de éxito a largo plazo. El desplome del precio del petróleo ha agravado las pérdidas para los accionistas y ha hecho caer el precio en bolsa por debajo de las ocho libras, casi un 50% menos que los niveles alcanzados en 2011 y 2012. A pesar de todos estos inconvenientes, el equipo de Investec sigue convencido de que los activos de la compañía eran de gran calidad, lo que hacía la compañía muy atractiva para un supermajor.
“Tras diversas reuniones con la dirección de Royal Dutch Shell, nos quedó claro que la petrolera tenía una visión más progresista sobre el precio del petróleo que otras compañías del sector, sobre todo que Exxon Mobil y BP. Sus directivos reconocieron que las menores reservas de los campos petrolíferos y la falta de éxito en la exploración habían hecho que la tasa de reemplazo de las reservas fuera cada vez más inalcanzable para los grandes operadores si no aumentaban el capex. Se dieron cuenta que la forma más clara, y más barata, para crecer pasaba por la adquisición”, explica Nelson.
El acuerdo con BG da a Royal Dutch Shell un claro liderazgo en el mercado mundial de gas natural licuado, el posicionamiento más grande en los campos de explotación en aguas profundas de Brasil (con la excepción de Petrobras), y varios activos relevantes en Australia y Tanzania. La compañía combinada podría superar a Exxon Mobil en 2018 como el mayor productor de petróleo y gas cotizado. “Nuestro análisis de costes y rentabilidades muestra las reservas en aguas profundas que atesora Brasil suponen la cuenca de hidrocarburos más atractiva y con mejores perspectivas entre los países que no pertenecen a la OPEP», apunta el portfolio manager.
Los más escépticos creen que Royal Dutch Shell ha pagado de más, pero los datos dicen otra cosa. La valoración de las reservas de barriles de petróleo probadas y probables de BG Group se sitúa entre los 10 y 12 dólares. El hallazgo y los costes de desarrollo de nuevos campos petrolíferos de las principales petroleras de Europa se ha situado, de media, durante los tres últimos años en más de 30 dólares.
Con la operación Royal Dutch Shell ha aumentado sus reservas en un 28% con la inversión de 70.000 millones de euros, lo que equivale a dos años de capez a la tasa actual. “Ninguno de estos datos nos parece caro”, dice Nelson, que recuerda que la prima del 50% pagada está en línea con otras ofertas históricas del sector.
Por supuesto, el factor determinante va a ser el precio del barril de petróleo en los próximos tres años. Shell cree que estará en niveles de 67 dólares el barril en 2016, en 75 dólares en 2017, y a 90 dólares a largo plazo. “Creemos que la mayoría de quienes son escépticos con esta operación son inversores que esperan que los precios del petróleo se mantengan bajos durante más tiempo”, estima Nelson.
Junto con Royal Dutch Shell, creemos que el precio del petróleo se recuperará de manera significativa en los próximos tres años y estamos posicionando nuestras carteras para ese entorno. Creemos que esta no va a ser la última operación de M&A que se produce como consecuencia de las caídas de los precios del petróleo porque las grandes petroleras han tratado infructuosamente de crecer orgánicamente, sin embargo, el mercado le está ofreciendo ahora la oportunidad de crecer de forma inorgánica.