El presidente de la Fed, Jerome Powell anunció este viernes en el simposio de Jackson Hole que el momento de ajuste de la política monetaria ha llegado, pero que el ritmo dependerá de los datos macroeconómicos.
“Ha llegado el momento de ajustar la política monetaria. La dirección a seguir está clara, y el calendario y el ritmo de los recortes de tipos dependerán de los nuevos datos, de la evolución de las perspectivas y del equilibrio de riesgos”, dijo Powell según el discurso que publicó la Fed.
El presidente de la autoridad monetaria federal repasó la evolución de la situación macroeconómica del país desde la pandemia y aseguró que desde la Fed harán “todo lo que esté en nuestra mano para apoyar un mercado laboral fuerte mientras seguimos avanzando hacia la estabilidad de precios”.
Con una moderación adecuada de la política monetaria, “hay buenas razones para pensar que la economía volverá a alcanzar una inflación del 2%”, aseguró. Powell también puso el mismo énfasis en la importancia de mantener, al mismo tiempo, la fortaleza del mercado de trabajo.
“El nivel actual de nuestro tipo de interés oficial nos da un amplio margen para responder a cualquier riesgo que podamos afrontar, incluido el riesgo de un debilitamiento adicional no deseado de las condiciones del mercado laboral”, explicó.
El presidente que habló ante los presidentes de las divisiones de la Fed en cada estado en el simposio anual que en 2024 se titula “Reassessing the Effectiveness and Transmission of Monetary Policy” y dio explicaciones de por qué se tomaron las medidas implementadas en los últimos años con subas de tasas para controlar el aumento de los precios.
En ese sentido Powell hizo un análisis del comportamiento de la inflación desde el auge en tiempos pandémicos y la actual caída.
La llegada de la pandemia condujo rápidamente a cierres en economías de todo el mundo lo que significó un tiempo de incertidumbre radical y riesgos severos a la baja. Además, el presidente de la Fed recordó las ayudas por parte del Estado y el Congreso como por ejemplo con la aprobación de la ley CARES.
“En la Fed, utilizamos nuestros poderes de manera sin precedentes para estabilizar el sistema financiero y ayudar a evitar una depresión económica”, enfatizó.
Sin embargo, Powell aseguró que la demanda acumulada, las políticas estimulantes, los cambios pandémicos en el trabajo y las prácticas de ocio, y los ahorros adicionales asociados con el gasto en servicios restringidos contribuyeron a un aumento histórico del gasto de los consumidores en bienes.
“Así llegó la inflación. Después de estar por debajo del objetivo durante todo 2020, la inflación se disparó en marzo y abril de 2021. El estallido inicial de la inflación fue concentrado más que generalizado, con aumentos de precios extremadamente grandes para bienes en escasez, como los vehículos motorizados”, aseveró y luego insistió en que esa situación daba indicios a un régimen de inflación pasajera o transitoria.
“El barco de la Inflación Transitoria estaba lleno, con la mayoría de los analistas y banqueros centrales de economías avanzadas a bordo. La expectativa común era que las condiciones de suministro mejorarían razonablemente rápido, que la rápida recuperación de la demanda seguiría su curso y que la demanda se rotaría de bienes a servicios, lo que reduciría la inflación”, comentó.
Sin embargo, en junio de 2022 la inflación alcanzó su pico máximo en 7,1 por ciento obligando a la Fed a un rally de subidas de tipos durante todo el 2023 y parte de este año.
Luego de este repaso, Powell concluyó asegurando que “la economía pandémica ha demostrado ser diferente a cualquier otra, y que queda mucho por aprender de este período extraordinario”.