H20, gestora afiliada a Natixis Global AM, defiende un estilo de gestión de valor relativo, top down y sin restricciones. Así lo ha explicado Bruno Crastes, consejero delegado de H20, en su primera visita a España, país en el que aterrizó el pasado mes de marzo para abrir nuevos mercados. La firma, que se fundó en 2010 y que cuenta ya con un patrimonio bajo gestión de 12.600 millones de euros, está especializada en estrategias alternativas de renta fija.
Estas estrategias mezclan el enfoque global macro con una gestión muy activa de la duración. Un enfoque totalmente necesario, según Crastes, dado el entorno actual y la situación tan “extrema” de los mercados. En su opinión el mercado está muy condicionado por la extensa regulación, que surge a raíz de la crisis financiera de 2008, y por las políticas monetarias de los bancos centrales.
“En un contexto de tipos de interés bajos, en ocasiones hasta negativos, las opciones de generar valor con estrategias direccionales son menores. Por eso creemos que es mejor pasarse a estrategias de valor relativo”, defiende.
Para Crastes, la gestión activa es otra de las claves en este momento. En su opinión la inteligencia artificial y la tecnologías son herramientas que se deben utilizar para facilitar la gestión y el análisis, pero tiene sus límites. “La inteligencia artificial es el hijo de todo lo que hemos aprendido y experimentado. En cambio, la inteligencia de la persona es la capacidad de reaccionar, bien o mal, ante las cosas nuevas que tenemos delante. Y el mercado está lleno de situaciones nuevas a las que enfrentarse”, argumenta a favor de la gestión activa.
Organización y filosofía
En este sentido, Crastes defiende que el hecho de poner el énfasis en la inteligencia de las personas para gestionar el mercado, supone que “hay que organizarse de forma diferente”. Justamente la forma en la que la gestora se estructura pretende ser un reflejo de su filosofía y forma de trabajo.
Tradicionalmente, las gestoras han apostado por organizarse según el cliente –inversor privado o institucional– o por tipo de inversión –renta fija, renta variable o fondos mixtos–. Según el reconocido gestor, “este tipo de clasificaciones provoca que el conocimiento se compartimente”. H2O se organiza en torno a cuatro elementos: el entorno macroeconómico, la volatilidad, las valoraciones y los factores técnicos.
Para Crastes el primero de estos elementos es fundamental porque analizan lo ocurrido en el pasado para buscar tendencias y patrones con los que entender el presente. En el caso de la volatilidad identifican los riesgos reales frente a las percepciones del mercado, separando “el grano de la paja”, y para determinar las valoraciones de los activos, realiza un análisis de cada compañía que complementa todo lo anterior. “Los factores técnicos, por su parte, te dan una idea de cuándo hay tomar decisiones. Esta es la parte más complicada porque tienes que saber cómo piensa y cómo reacciona el inversor”, explica sobre el último de estos factores.
Esta filosofía está en todos los productos que ofrece la gestora y que se dividen en dos grandes grupos: fondos de retorno absoluto y fondos global macro. Para Sophie del Campo, directora general de Natixis Global AM Iberia, Latinoamérica y US Offshore, la filosofía de inversión de H2O – descendente, activa y de alta convicción– encaja perfectamente con el concepto de “construcción de carteras duraderas” que defiende la boutique.