GVC Gaesco mantiene una visión positiva respecto a la renta fija y apuesta por la neutralidad en el mercado de renta variable en un contexto económico indudablemente marcado por el vuelco proteccionista de la administración de Donald Trump. Así lo han confirmado los expertos del grupo financiero en su nuevo informe «Estrategia de Inversión para el segundo trimestre de 2025″, presentado en un webinar recientemente.
En el evento se han analizado las perspectivas macroeconómicas para los próximos meses, así como las de los mercados financieros, y el posicionamiento de las carteras para el próximo trimestre.
Pere Escribà, director de Asesoramiento y Gestión de Carteras de GVC Gaesco, ha afirmado que el peso de la renta variable se ha fijado en neutral “prestando especial atención a nuevas noticias por parte de Trump y los bancos centrales”. “La clave será una selección sectorial cuidadosa, buscando oportunidades específicas en áreas que puedan navegar mejor este entorno de incertidumbre”. En este sentido, Escribà alude a los sectores de industriales y materiales, que se pueden ver beneficiados por el incremento de gasto en defensa e infraestructuras tanto en Europa como en Estados Unidos.
En cuanto a la renta fija, María Morales, responsable de Gestión de Renta Fija de GVC Gaesco, ha asegurado que “seguimos estando positivos, aunque adoptamos un enfoque más selectivo en cuanto al tipo de activo y más prudente en cuanto a la duración”. Al respecto, ha precisado que se mantiene una estrategia marcada por la cautela en duraciones largas y por la búsqueda activa de oportunidades en crédito. “El foco se centra en los tramos corto y medio de la curva, donde las condiciones actuales permiten capturar valor con un perfil de riesgo más contenido. La combinación de carry atractivo y prudencia en selección de activos guía nuestro posicionamiento en el segmento de renta fija”, ha apuntado.
Por otro lado, en su intervención, Víctor Peiro, director general de Análisis de GVC Gaesco, ha destacado que es lógico que después de los fuertes avances de 2023 y 2024 cualquier duda sobre el entorno económico desemboque en una toma de beneficios, especialmente en Estados Unidos. Además, Peiro pronostica una mayor aversión al riesgo a la espera de los efectos de la nueva era comercial. “Aún esperamos volatilidad en el segundo trimestre, con picos de subidas y bajadas en las bolsas y en los bonos”.
Por otro lado, el director de análisis de GVC Gaesco ha destacado que el Ibex mantiene un comportamiento relativo positivo con otros índices, porque los dos grandes sectores, bancos y eléctricas aún mantienen unas valoraciones atractivas. Adicionalmente, aunque estos sectores se vean afectados por los aranceles de EE.UU., este efecto será más bien indirecto, porque las actividades de esos sectores están poco expuestas de forma directa a exportaciones a dicho mercado.
En su análisis Peiro también ha subrayado que la bajada de tipos, si no procede de un importante enfriamiento económico, puede afectar positivamente a las eléctricas, las inmobiliarias y las compañías de infraestructuras. Así, en cuanto a la exposición sectorial, los expertos apuestan por los sectores de consumo básico, industrial, materiales, utilities locales e integradas y telecomunicaciones, frente a la infraponderación de tecnología, consumo discrecional, energía, finanzas y salud.
Durante el acto, Marisa Mazo, subdirectora de análisis, ha hecho un repaso de la situación económica que, en el caso de España, “sufrirá menos que otros países del entorno por las tarifas americanas, ya que las exportaciones a Estados Unidos únicamente representaron un 4,9% del total en 2023”. En cualquier caso, determinados productos como el vino o el aceite sí pueden verse muy perjudicados. Por otra parte, otro reto pendiente de España es el incremento del gasto en defensa.
En cuanto a la economía mundial, de no llegarse a un acuerdo para eliminar la nueva política arancelaria, los pronósticos de crecimiento del FMI -que fijó un +3,3% en 2025- podrán tener que ser revisados a la baja en 2026. Asimismo, “la política monetaria está llamada a cobrar mayor relevancia, mientras que las políticas fiscales podrían tener que atender a nuevos problemas como la defensa o los efectos adversos en determinados sectores de los aranceles”, ha apuntado Mazo.