La espiral bajista continúa en el precio del petróleo, que ya se ha desplomado casi un 70% desde 2014 (tras hundirse casi un 50% en 2014 y más de un 30% el año pasado). El Brent, de referencia en Europa, marca nuevos mínimos desde 2004, al filo de los 32 dólares. Y hay dos factores que siguen propiciando su desplome en el inicio de año: los datos sobre ralentización económica en China, el segundo consumidor mundial (en el lado de la demanda) y el conflicto entre Arabia Saudí e Irán, que aleja las opciones de una acción coordinada de la OPEP para paliar el actual exceso de producción (por el lado de la oferta).
Además, la combinación de una demanda débil y una sobreoferta da lugar a un continuo incremento de los inventarios de crudo, algo que no ayuda a estabilizar el precio.
Pero desde la gestora de GVC Gaesco, Jaume Puig, director general, matiza que esta situación no solo tiene inconvenientes: “Un precio bajo del petróleo durante más tiempo es una gran noticia tanto para la economía mundial como para el conjunto de resultados empresariales. Un 50% de descenso del precio del petróleo implica un aumento de un 1% de crecimiento del PIB mundial”. Eso sí, indica que no comparte la reciente evolución en paralelo de los precios del petróleo y de las bolsas: “Deberían evolucionar en sentido contrario”, dice Puig, de forma que si el petróleo sigue cayendo, debería ser un revulsivo para la renta variable.
Quizá por ello la gestora siga aprovechando para aumentar posiciones. “Empieza el año 2016 con descensos en los mercados bursátiles y nos preguntamos si se trata de motivos con fundamento o de simple ruido. Dentro de este contexto de ruido, sin significancia final, se está produciendo una mejora continuada de los datos de la zona euro. Muy probablemente estemos en una fase ya madura del tercer diente de sierra del año 2015, el que se produjo durante el mes de diciembre. Aprovechamos la actual coyuntura para aumentar posiciones, dado que todo lo esencial, resultados empresariales y múltiplos de valoración continúan estando en una situación tremendamente favorable para el inversor”.
Un petróleo barato, durante más tiempo
Al analizar el precio del petróleo, Puig considera que el consumo de petróleo en el mundo se encuentra en sus niveles máximos históricos. “Cada día se consumen en el mundo 95 millones de barriles de petróleo”, dice. Por eso, cree que “el bajo precio del petróleo se debe a un exceso de oferta y no a una falta de demanda”.
Y explica que existen tres factores principales que explican el exceso de producción: en primer lugar, el “shale oil” norteamericano, cuya producción ha sido posible gracias a la novedosa técnica del fracking. EE.UU. produce con esta técnica más de 5 millones de barriles diarios. El precio medio de coste de extracción de esta técnica estaba alrededor de los 60 dólares por barriles y sigue en continuo descenso. Hoy podría estar ya cerca de los 58 dólares por barril. “Se estima que si el precio del barril de petróleo volviera a niveles muy altos, sólo EE.UU. podría producir unos 10 millones de barriles al día con la técnica del fracking. El Congreso norteamericano acaba de aprobar que el país pueda exportar petróleo, a falta de la ratificación del Senado. La gran amenaza del fracking, sin embargo, es su extensión a lo largo del mundo, más allá de EE.UU., si los precios del petróleo volvieran a niveles muy elevados”, dice.
En segundo lugar, los enormes proyectos de exploración de nuevos pozos que iniciaron las grandes petroleras del mundo, en aquellos años donde el precio del petróleo superaba los 100 dólares por barril, están en fases de inicio de explotación en los próximos años. “Uno de los objetivos de la gran producción que está efectuando Arabia Saudí, principal productor de la OPEP, es que las grandes petroleras vayan demorando la entrada en producción de sus nuevos pozos”.
En tercer lugar, las relaciones Arabia Saudí-Irán. “Ambos países puede producir petróleo barato, pero Arabia Saudí cuenta con unas muy superiores reservas monetarias y se sitúa en una mejor posición ante una guerra de precios. Cualquier mejoría de la relación entre los dos países se interpreta como un alza del petróleo a medio plazo. Cualquier empeoramiento de la relación entre los dos países, como la actual –tras la ruptura de relaciones-, se interpreta como una presión a la baja en el precio del petróleo a medio plazo”.
¿Menos demanda y ralentización en China?
Con respecto a China, Puig matiza: “Los datos publicados son consistentes con una economía China en la que el sector no manufacturero va poco a poco ganando terreno al manufacturero, y con una economía china en plena transición de un modelo económico más basado en el consumo interno que en la inversión de capital. En este contexto la economía china mantiene muy elevado su crecimiento económico que, según el Fondo Monetario Internacional, será superior al 6% todos los años hasta el año 2020”. Y por eso no cree que tire hacia abajo la demanda de crudo.
También considera que las ventas en bolsa china se deben a motivos técnicos: “El día 8 de julio las autoridades chinas pusieron unas restricciones a la venta para los grandes accionistas, los que tienen más de un 5% de una empresa cotizada, y para los ejecutivos de las compañías, en el marco de la inestabilidad del pasado verano. Estas restricciones a la venta tenían una duración de seis meses, por lo que se mantienen hasta este viernes 8 de enero incluido. Las ventas de los últimos días no son más que ventas técnicas de anticipación ante la finalización de este plazo. Poco tienen que ver con los datos económicos”, añade.