El precio del petróleo continuará al alza durante 2017 tras los recortes de producción previstos por los países miembros de la OPEP. Según el informe de perspectivas para el sector energético de la gestora Guinness, el rango en el que se moverá está entre los 50 y los 60 dólares el barril, principalmente por el interés de Arabia Saudí en elevar los precios para llevar a cabo la OPV de su petrolera estatal Saudi Aramco.
Otro elemento decisivo es la vuelta de la motivación a EE.UU. onshore, ya que las compañías de exploración y producción habrán reparado sus balances y el crecimiento volverá a las agendas. Guinness espera que la moderación en las ganancias de eficiencia y la inflación de costes silencie la escalada y el ritmo de respuesta de la producción onshore en EE.UU., aunque esperan que ésta se produzca.
Al margen de la OPEP y de EE.UU. Guiness cree que todavía hay presión ya que el gasto de capital para exploración y producción caerá probablemente más en 2017, pues las compañías defenderán sus dividendos antes que invertir. “La escasez de aprobación de nuevos proyectos y las tasas crecientes de declinación de los yacimientos existentes significan que fuera de la OPEP y dejando EE.UU. al margen, la producción caerá hasta finales de década, incluso si los precios suben desde estos niveles”, explica el informe.
En cuanto a la demanda global, continuará siendo sólida porque el crecimiento de la producción y los hábitos de consumo van a hacer que la demanda de gasolina continúe creciendo. El informe señala que será fuera de la OCDE donde se producirá la mayor parte del crecimiento en 2017, volviéndose la atención hacia India y China.
Además, los inventarios de petróleo de la OCDE se normalizarán a finales de año, ya que la demanda superará a la oferta en más de 1 millón de barriles al día de media en 2017. Históricamente, la reducción de inventarios coincide con un fortalecimiento del precio del petróleo.
El efecto Tump sobre el sector
La inauguración de Donald Trump como presidente de EE.UU. el 20 de enero de 2017 va a minorar la regulación y la carga medioambiental de las compañías de petróleo y gas (generando una oferta de petróleo más fuerte en EE.UU.) y a mejorar la competitividad relativa de los combustibles fósiles frente a las fuentes de energía renovables (potencialmente generando una demanda de petróleo superior de EE.UU.) Según explica el informe de Guiness, una política fiscal expansiva podría conllevar mayor inflación en el corto plazo; un potencial factor positivo tanto para las commodities energéticas como para el sector en bolsa.
Potencial alcista en bolsa de hasta el 50%
Un escenario que puede suponer un antes y un después en la rentabilidad de las compañías del sector inmerso en una espiral decadente insostenible. El ROCE cayó a un 2% en 2016 pero probablemente se recupere por las ganancias de eficiencia, el control de costes y la menor reinversión. “La valoración del sector en bolsa está fuertemente correlacionada con el ROCE y, si la relación se mantiene, la valoración del sector debería mejorar con la mejora del ROCE”, sostiene Guiness.
El análisis que hace Guinness de sensibilidad de las valoraciones indica que el sector de energía en bolsa está todavía descontando un precio del petróleo (a perpetuidad) de en torno a 50-55 dólares por barril. Esto está en línea con el precio spot actual, pero por debajo del precio futuro a cinco años tanto para el Brent como para el WTI.
El sector energético en bolsa ofrece un potencial alcista atractivo si el escenario de Guinness se cumple. Si realmente el petróleo se recupera hasta los 70 dólares por barril o el ROCE se normaliza (o ambas cosas), el análisis de sensibilidad de Guinness muestra que hay un potencial alcista para el bloque de energía de entre un 40%-50%.