A principios de año la economía mundial causó decepción. No obstante, los mercados financieros se vieron escasamente perturbados, gracias sobre todo a los bancos centrales y a sus políticas extremadamente acomodaticias. Pero, tras un primer trimestre de crecimiento débil, en Union Bancaire Privée (UBP) siguen siendo optimistas con lo que respecta a las perspectivas económicas: “Prevemos que la actividad se intensifique, impulsada por las gratas sorpresas”, manifiesta Patrice Gautry, economista jefe de la entidad, en una presentación con periodistas. Y, como todo parece indicar a un repunte del crecimiento y de los beneficios, en su opinión perdurará la dinámica a favor de los activos de riesgo en general y de la renta variable en particular.
Por eso Gautry mantiene su convicción a favor de la renta variable y explica a Funds Society que siguen sobreponderando los activos de riesgo, tanto en forma de acciones como de deuda corporativa. “La renta variable es nuestro activo favorito”, dice. En estos momentos, los altos niveles de valoración (en términos absolutos) no constituyen una limitación pues se prevé el alza de los beneficios, la recuperación económica está en marcha en los países desarrollados y las cotizaciones de la renta fija son elevadas, afirma. “Es cierto que desde principios de 2014 somos testigos de una rotación sectorial en la que se prefieren títulos defensivos en detrimento de valores de crecimiento; no obstante, seguimos convencidos de que la innovación es un tema de una extraordinaria relevancia a medio y largo plazo”, concluye. Además, todo indica que los numerosos acuerdos de fusión y adquisición, al igual que las operaciones de recompra de acciones, seguirán respaldando los mercados de renta variable.
También las perspectivas para el crédito son aún positivas debido al carry, aunque “los diferenciales ya se han estrechado”, explica. En este segmento, da preferencia a la deuda de alta rentabilidad, high yield, y al segmento de la deuda externa de los países emergentes pues el carry conserva su atractivo a pesar de que la rentabilidad esperada es inferior a hace un año. Por último, en un entorno como el descrito, lo más aconsejable son las duraciones cortas.
Con respecto a la deuda pública de Estados Unidos y Alemania, considera que puede haber riesgo puesto que las rentabilidades podrían subir a lo largo de 2014. Sin embargo, eso no ha ocurrido hasta ahora.“No se ha hecho realidad el escenario que preveía la subida de los tipos estadounidenses a largo y el empinamiento de la curva”, dice. La bajada de los tipos a largo, que ha sorprendido a muchos inversores, se debe, en su opinión, a tres fenómenos de importancia: en obligaciones a largo se han deshecho fuertes posiciones vendedoras, la actividad económica del primer trimestre ha resultado decepcionantey la Reserva Federal ha adoptado una actitud más acomodaticia de lo que se esperaba. Pero esto cambiará, pues habrá alza de tipos, impulsada por el mayor crecimiento de los países desarrollados.
Preferencia por el mundo desarrollado
En la gestora dan preferencia a los temas de la innovación (en especial en lo relativo a los valores de crecimiento estadounidenses) y de Europa y los países de su periferia. Y mantienen el sesgo a favor de las grandes plazas bursátiles de los países desarrollados.
En cuanto a los emergentes, el economista dice que hacen gala de valoraciones relativamente bajas, pero el potencial de mejora del margen de sus empresas es extremadamente incierto a la vista de sus escasos esfuerzos por aumentar la productividad. “La deuda corporativa y externa aún ofrece rentabilidades atractivas. Con respecto a las acciones, algunos mercados ya han subido fuertemente y eso requiere cautela”, dice a Funds Society. Y es que el optimismo en algunos mercados, debido sobre todo a la esperanza de cambios políticos y reformas, ha hecho que, con la excepción de China, ya hayan puesto en precio muchas buenas noticias. Particularmente en la India, donde esperan muchas reformas.
En el mundo desarrollado prefieren Europa frente a Estados Unidos. “Las últimas decisiones del BCE son muy positivas para los activos europeos, sobre todo los de riesgo, como las acciones y el crédito. El rebote del crédito en que deberían materializarse las medidas debería favorecer la demanda interna y mejorar las posiciones de los bancos, tras haber mejorados sus balances”, explica el economista.
En Estados Unidos la fase de recuperación es más madura y el apoyo monetario será también menor. En su opinión, el sector corporativo está en buena forma y las empresas son rentables por lo que mantienen exposición a las acciones, pero con la preferencia de sobreponderar Europa, debido a la continuidad de la recuperación en el Viejo Continente y la eurozona.