Ken Hsia, gestor de la estrategia de renta variable europea de Investec, visitó recientemente Miami. Su estrategia invierte tanto en compañías que cotizan en bolsas europeas -incluyendo Reino Unido– como en aquellas que, negociándose en otros mercados, desarrollan la mayor parte de su operación en este continente.
Precisamente Gran Bretaña es el mercado que goza del mayor favor de Hsia y concentra más de un tercio de las posiciones de la estrategia que dirige. Francia, Suiza, Alemania y Noruega, completan el grupo de los cinco mercados de los que su percepción es más positiva, mientras España queda en sexta posición. Esta estrategia cuenta con una clase que cubre la fluctuación de todas las divisas que componen la cartera -no sólo el euro-, asegurando una exposición real al comportamiento subyacente del portafolio.
“En general desde noviembre ha habido muy pocos cambios, pero sí se ha producido una recuperación de beneficios corporativos, debido en muchos casos a una reducción de costes gracias a las reformas corporativas llevadas a cabo”, expone el gestor. “En estos últimos nueve meses, tanto el euro –con respecto al dólar- como el precio del petróleo -desde junio- se han debilitado, lo que favorece a un continente que, por un lado, es casi dos veces más sensible a las exportaciones que Estados Unidos -porque una gran parte de su producción la exporta a todo el mundo- y, por otro lado, es un consumidor neto de petróleo, con lo que con los precios bajos el valor ha pasado de los productores a los consumidores. Ocho de las 10 ideas estrella tienen exposición a Europa” afirma.
Hsia apoya su visión positiva de los sectores consumo, industrial y tecnológico al afirmar que “el dinero está en manos de los consumidores”. Según él, el valor relativo de los mercados europeos frente a Estados Unidos sigue descompensado a la baja. “La bolsa europea todavía está por debajo y existe un gap del 45% entre la bolsa norteamericana y la europea, que tiene que cerrarse”, añade. “Precisamente, mi trabajo consiste en encontrar las compañías que tienen un PER menor a 10x, con un crecimiento mayor en beneficios” apunta.
La media de permanencia de compañías en la cartera es de dos años, “a pesar de los movimientos especulativos del mercado, no he tenido que cambiar mi portafolio más de lo normal”, asegura Hsia. Se trata de un fondo de gestión activa que concentra sus posiciones en tres ideas: los ganadores globales, los valores expuestos a Europa pero que se benefician de la desaparición de competidores y un tercer grupo en sectores cuya situación ha sido cuestionada, pero que están dándose la vuelta.
Entre los primeros –que concentran entre el 50% y el 60% de la cartera desde hace un año- se encuentran Bayer, Novartis o Teleperfomance. El peso de las participaciones de las empresas del segundo grupo –TUI, DS Smith o Dixons Carphone– está creciendo como consecuencia de la mejoría de sus beneficios, en base los mejores acuerdos alcanzados al haber menos competencia. Un par de ejemplos: en el caso de TUI su margen ha subido del 4% al 6% gracias a la negociación de grandes contratos globales y se espera que sus beneficios crezcan en los próximos años, repercutiendo positivamente en el reparto de dividendos; y por lo que respecta a Dixons Carphone, saldrá claramente beneficiado de la desaparición de su mayor competidor porque el private equity que lo compró lo cargó de deuda.
El tercer grupo, el de los sectores cuestionados, está compuesto por empresas que -dentro de los sectores de telecos o utilities, por ejemplo- se espera que tengan un mejor comportamiento que su competencia y que en el futuro pasen a formar parte de uno de los dos grupos anteriores. Este podría ser el caso de Endesa, que se beneficiará de la venta de sus operaciones en Latinoamérica, con mayor exposición a la recuperación española y previsibles mayores dividendos.
Por sectores, el gestor está positivo en consumo discrecional y tecnología (software y hardware) y negativo en utilities y energía –ya que la bajada de los precios energéticos hará decrecer los beneficios de las corporaciones del sector- y especialmente en bancos, debido a los problemas de eficiencia que sufren. “No hay tantos bancos baratos según sus resultados. En Reino Unido los bancos too-big-to-fail están siendo penalizados. Ahora no tiene sentido tener grandes bancos”, aunque declara tener KBC (Bélgica) e ING (Holanda).