Gramercy Funds Management, gestora de origen estadounidense dedicada a la inversión en hedge funds en mercados emergentes globales, entabló una disputa contra Perú, a raíz de que, según la gestora, el gobierno peruano violara el tratado de libre comercio establecido entre Perú y Estados Unidos, al negarse a pagar unos 1.600 millones de dólares en bonos.
Gramercy, que busca entrar en un proceso de arbitraje con Perú, criticó al país por su falta de cooperación. Perú por su parte, negó todas las acusaciones realizadas por el fondo y el ministro de Economía, Alonso Segura, describió el proceso como una “campaña para intentar manchar la reputación del país”.
La batalla entre Perú y Gramercy se está encrudeciendo apenas tres meses después de que Argentina y el hedge fund Elliot Managament resolvieran su disputa, que se prolongó durante 10 años. En ambos casos, estaban en juego bonos con un largo historial de impago. Gramercy busca recibir el pago de notas emitidas durante la dictadura militar de Perú, de los años 1960 a 1970, como compensación a los campesinos por las tierras expropiadas. Perú dejó de pagar la deuda cuando su economía entró en colapso en los años 1980. En la actualidad está evaluando cuanto tendría que repagar a sus acreedores. El gobierno sostiene que Gramercy, que comenzó a comprar los también llamados títulos agrarios en 2006, está utilizando “amenazas y chantajes” en su campaña.
En un comunicado emitido por Perú a principios de junio, el país latinoamericano anunció su intención de defenderse vigorosamente. “Gramercy no demostró ser un inversor legítimo que realizó inversiones legitimas en Perú, o que tenga derecho a la jurisdicción en virtud del tratado, Gramercy tampoco ha demostrado que Perú haya violado las leyes internacionales”.
Al que Gramercy respondió con otro comunicado, en el que describía los esfuerzos actuales de Perú para determinar quién es el dueño de los bonos y cómo valorarlas como un engaño, y criticó al gobierno por no revelar el valor explícito de los títulos.