“El aumento del populismo y el estancamiento del crecimiento económico están creando un cambio profundo en el paisaje macro. Vimos los temblores iniciales en 2016 con el Brexit y las elecciones estadounidenses. En 2017, esperamos que la nueva administración de Estados Unidos produzca cambios sísmicos, con muchas implicaciones para los inversores en renta variable”, dice Goldman Sachs Asset Management en sus previsiones para la renta variable.
La firma cree que el entorno macro está pasando de un crecimiento bajo a una situación favorable para el crecimiento y que las políticas que favorecen el crecimiento podrían ayudar a extender el mercado alcista. Además la gestora opina que el cambio de políticas y la reciente reacción de los mercados de renta variable podrían dar como resultado rentabilidades positivas en la renta variable en 2017, con mayor dispersión. Este telón de fondo –mayor dispersión de rendimientos y correlaciones más bajas- aumenta el potencial de los gestores activos de generar alfa a través de la selección de valores, señala el informe.
“Somos más positivos en la perspectiva de los beneficios estadounidenses, pero reconocemos que las valoraciones de acciones están altas. Nuestra permanente visión neutral sobre Europa equilibra los potenciales beneficios de un crecimiento global más fuerte con riesgos políticos en la región. Somos más positivos en Japón, a la vista de la posibilidad de un yen débil y el aumento de la inflación. Los mercados emergentes continúan ofreciendo oportunidades de alfa y de diversificación de cartera, pero observamos riesgos macro a corto plazo derivados del alza de los tipos de interés, el aumento del proteccionismo y la fortaleza del dólar”.
Por lo que respecta a la renta fija, también en sus previsiones para el primer trimestre de 2017, GSAM dice que “el nuevo año ofrece perspectivas dispares sobre el ambiente macro global, que arranca con exuberancia en los mercados y un trepidante frente político. En esta coyuntura incierta nuestras más fuertes convicciones son: que la economía estadounidense tiene el mejor potencial para fortalecerse en 2017; que la divergencia está llegando a un extremo, llevando significativos incrementos a todos los mercados de tipos; que es probable que aumente la tendencia a la volatilidad. En nuestra opinión, estos aspectos apuntan a mayores oportunidades para la generación de alfa en los próximos meses, aunque los riesgos direccionales han aumentado».
Las perspectivas de la política de Estados Unidos son reflacionarias y los tipos mundiales están respondiendo, dice la gestora, que además opina que “sobre la base de la probabilidad de estímulo fiscal, vemos a la Fed aumentar los tipos tres veces en 2017, siempre y cuando las condiciones financieras no se aprieten demasiado”. Es probable que los bancos centrales de Europa y Japón sigan buscando formas de ampliar sus programas de flexibilización. Como resultado de ello, espera ver más oportunidades en la divergencia de tipos entre Estados Unidos y Europa, aunque la demanda de activos de alto rendimiento estadounidenses puede limitar el diferencial.
GSAM cree que este es un contexto favorable para los activos de riesgo, pero que los riesgos son equilibrados. Ve oportunidades selectivas en los mercados emergentes, ya que cree que es poco probable que se desvinculen del fortalecimiento del crecimiento estadounidense y mundial. También ve bolsas de valor en el crédito corporativo, aunque le preocupa una recuperación de los incumplimientos en esta última etapa del ciclo.
Según la gestora, los perdedores en este escenario son los deudores más expuestos a los aumentos de tipos y los más dependientes de la demanda externa. Por tanto, es cautelosa con emisores fuertemente endeudados -soberanos o privados- con presiones sobre los costes de los fondos. Las economías más abiertas y las naciones con déficit en cuenta corriente también pueden ser vulnerables, aunque cree que la mayoría de los mercados emergentes se han vuelto más resistentes desde el Taper Tantrum.
Por último, señala que ve riesgos y oportunidades potenciales en la volatilidad derivada de la incertidumbre política y política con las elecciones en Francia y Alemania, el debate sobre la inmigración en Europa y el proceso en torno a la salida del Reino Unido de la Unión Europea. “Además de la incertidumbre política que rodea a China, ahora estamos alerta al potencial impacto global de un mayor enfrentamiento de Estados Unidos sobre el comercio y la seguridad internacional, y un estilo poco ortodoxo de formulación de políticas”, concluye.