El nuevo gobierno que inicia el próximo martes en México, encabezado por primera ver por una mujer en la persona de Claudia Sheinbaum Pardo, contará con importantes puntos a favor en lo relativo a las cuentas externas o la fortaleza del sistema financiero. Pero también hay sombras, como el creciente gasto público y el temor a que cambie el marco de seguridad jurídica del país por un exceso de poder en manos del partido gobernante.
Franklin Templeton presentó su análisis «Horizonte México 2024-2030, entre desafíos y oportunidades», elaborado en colaboración por Carlos Ramírez Fuentes, directivo también de la consultora Integralia.
Las oportunidades: anclas de estabilidad económica
Por el lado positivo, Franklin Templeton destaca varios datos clave:
Endeudamiento moderado: México no se endeudó en exceso como en otras épocas, los niveles de deuda como porcentaje del PIB del país están en niveles aproximados de 55%, totalmente manejable para una administración que se augura mantendrá los fundamentos económicos vigentes desde hace décadas.
Cuentas externas en orden: remesas, turismo e IED se sostienen: Las cuentas externas del país, otrora fuentes de colapso económico, hoy lucen sólidas, las remesas del año pasado llegaron a niveles históricos de 60.000 millones de dólares, los ingresos por turismo son crecientes y la Inversión Extranjera Directa también alcanza niveles no vistos al superar los 30.000 millones de dólares el año pasado.
Sistema financiero resiliente: muy sólido, con bancos comerciales más que capitalizados y sin presiones relevantes de corto y largo plazo.
Tipo de cambio flexible: el tipo de cambio es la válvula de escape de las presiones financieras y macroeconómicas, lejos están los tiempos de un tipo de cambio atado a políticas de control, hoy es flexible y eso es un factor esencialmente positivo para el país.
Autonomía del banco central: esencial para la economía de México, este factor ha sido intocable para todos los gobiernos y lo será también en este, Banxico se mantendrá autónomo.
Primero socio comercial de Estados Unidos: aunque es una posición riesgosa en un eventual regreso de Donald Trump a la presidencia, en lo económico el beneficio para México es evidente, su sector externo basado en las exportaciones al mercado de mayo consumo del planeta es el motor de la economía mexicana.
Los retos: herencia complicada
Estrechas finanzas públicas y presiones en el gasto: las finanzas públicas del país son frágiles, el margen de maniobra para la nueva presidenta será estrecho, los mercados estarpan muy atentos a dicho factor.
Pemex: La petrolera y su situación es un riesgo para México, será esencial saber qué sucederá con la empresa en los próximos años ya que puede ser factor para una degradación de la calificación crediticia del país.
Cuellos de botella en energía, agua e infraestructura: las inversiones que México requiere pasan por la falta de recursos, aprovechar la ventaja del nearshoring requerirá enfrentar retos en rurbos como energía, servicios de agua e infraestructura en general y no habrá más opciones, el gobierno requerirá de la iniciativa privada para llevar a cabo proyectos, dada la frágil situación de las finanzas públicas.
Seguridad física y jurífica: Este es quizás uno de los mayores retos y riesgos para el nuevo gobierno, que pasa desde luego por las inversiones y la economía, los mercado todavía están evaluando los alcances de la recien aprobada reforma judicial, pero hay factores como la inseguridad que serán evaluados muy de cerca.
Tensiones relacionadas con el T-MEC: El acuerdo comercial con Canadá y Estados Unidos será revisado en el año 2026, pero desde ahora se observa un panorama de riesgos, especialmente por algunos cambios y decisiones como expropiaciones de empresas en México, que enrarecerán el ambiente.
Franklin Templeton es optimista en el futuro del país, asegura que tiene bases sólidas y que hasta ahora ha sido resiliente a los choques externos que inevitablemente le han impactado desde hace muchos años.