Tras el primer trimestre, existen claros indicios de una próxima reactivación de los dividendos a escala mundial, según el último Janus Henderson Global Dividend Index. En comparación con los niveles pre-pandémicos del primer trimestre de 2020, los repartos solo cayeron un 2,9% en términos interanuales, hasta 275.800 millones de dólares.
Según se desprende del análisis de este índice, en base subyacente, los dividendos descendieron tan solo un 1,7% frente al mismo periodo del año pasado, una caída mucho más modesta que en cualquiera de los tres trimestres previos, en los que las distribuciones acusaron bajadas de dos dígitos. El índice de dividendos de Janus Henderson cerró el trimestre en 171,3 puntos, su nivel más bajo desde 2017, aunque la gestora considera que es probable que este nivel aumente.
En este sentido, afirma que para el conjunto de 2021, la mayor solidez del primer trimestre y las mejores perspectivas para el resto del año le permiten mejorar sus proyecciones de dividendos a escala mundial. Su nueva previsión central asciende a 1,36 billones de dólares, con un aumento interanual del 8,4% en tasa general, que equivale a una subida subyacente del 7,3%. Esto contrasta con la previsión más optimista formulada en enero, que contemplaba 1,32 billones de dólares.
Según explica, en los últimos cuatro trimestres de pandemia hasta la fecha, las empresas recortaron sus dividendos 247.000 millones de dólares, lo que equivale a una reducción interanual del 14%, anulando así casi cuatro años de crecimiento. Con todo, se trata de una caída más leve que la que se produjo tras la crisis financiera mundial, y los patrones sectoriales coinciden con una recesión convencional, aunque grave.
“A pesar de la incertidumbre, los claros signos de mejora en el primer trimestre nos invitan a ser más optimistas y, en este momento, confiamos más en la predisposición y capacidad de las empresas para distribuir dividendos. Para el conjunto de 2021, las mejores perspectivas nos permiten mejorar las proyecciones de dividendos a escala mundial. La nueva previsión central asciende a 1,36 billones de dólares, un aumento interanual del 8,4% en tasa general, que equivale a una subida subyacente del 7,3%. Esto contrasta con la previsión formulada en enero, que contemplaba 1,32 billones de dólares. Centrándonos en Europa, hemos detectado señales interesantes de lo que nos puede deparar el segundo trimestre por lo que será decisivo buscar de manera activa las oportunidades que el ecosistema empresarial europeo puede ofrecer a los inversores”, explica Juan Fierro, Associate Director para Iberia en Janus Henderson.
Primer trimestre: una recuperación heterogénea
En todo el mundo, solo una de cada cinco empresas (18%) recortó su reparto en tasa interanual en el primer trimestre, muy por debajo del tercio (34%) que lo hizo durante el último año en general. A la hora de ver cómo se están comportando las compañías de diversas partes del mundo, la conclusión es que esta recuperación en los dividendos será bastante heterogéneo.
El primer trimestre está estacionalmente dominado por Norteamérica, cuyos dividendos han caído mucho menos que en otras partes del mundo. Los repartos en EE.UU. por valor de 139.300 millones de dólares cayeron un 8,1% interanual en base general, aunque el descenso se debió casi por completo a que no se repitieron los inusuales dividendos extraordinarios registrados en Estados Unidos el año pasado. Desde Janus Henderson puntualiza que, en tasa subyacente, la caída del 0,3% de las distribuciones norteamericanas fue más positiva que la media mundial, en un -1,7%.
Respecto a Europa (excluyendo el Reino Unido), estos tres primeros meses del año suelen ser relativamente tranquilos para los dividendos europeos, pero este año existen algunos indicios positivos de cara al segundo trimestre, con un peso considerable en términos estacionales. “La remuneración al accionista en Europa (excluyendo el Reino Unido) aumentó en tasa interanual un 10,8% en base general, hasta 42.500 millones de dólares, impulsada por los pagos realizados por los bancos escandinavos para compensar los recortes previos. Del mismo modo, Suiza supuso una contribución desproporcionada en el primer trimestre y las empresas de este país también demostraron su resiliencia. Un tercio de las empresas europeas que suelen realizar distribuciones en el primer trimestre recortó sus dividendos en tasa interanual, aunque esta cifra contrasta con algo más del 50% en los tres trimestres anteriores”, apuntan desde la gestora.
En el caso de Reino Unido, los dividendos cayeron con respecto a hace un año, un 26,7% en base subyacente, dado que el país siguió acusando los efectos de los recortes de las compañías petroleras. No obstante, menos del 50% de las empresas británicas de nuestro índice recortó sus dividendos en el primer trimestre, un dato mucho más positivo que en el último año. Asimismo, existen indicios de una recuperación en la cifra general total de los dividendos británicos, que aumentaron un 8,1% en el primer trimestre gracias a distintos repartos extraordinarios. En los últimos doce meses, el 57% de las empresas británicas de nuestro índice realizaron recortes.
Por último, los dividendos de Asia-Pacífico (excl. Japón) cayeron un 6,0% en base subyacente, con un descenso del 16,9% en Hong Kong que ejerció un efecto considerable. Esto implica que nuestro índice de dividendos para Asia-Pacífico descendió hasta 190,6 puntos. En términos generales, los mercados emergentes se vieron impulsados por los restablecimientos de dividendos en Brasil, la India y Malasia.
Sectores con mayor protagonismo
La gestora también ha analizado el significado de la evolución de su índices en términos sectoriales, llegando a una clara conclusión: “Las compañías mineras lideraron la recuperación, pero los sectores de consumo discrecional y energía acusan descensos en los repartos”. En este sentido, explica que las empresas mineras destacaron especialmente en el primer trimestre, “dado que el resurgimiento de los precios de las materias primas ha impulsado un importante crecimiento de los dividendos, canalizado a través de abultados dividendos extraordinarios”.
De hecho, las empresas mineras aumentaron sus dividendos un 85% en base general (58% en tasa subyacente) y han señalado que lo seguirán haciendo durante el año. Las empresas de suministros públicos y de atención sanitaria también protagonizaron repartos superiores.
Los dividendos de las empresas financieras se vieron especialmente impulsados por una serie de firmas que reanudaron sus distribuciones —si bien, por lo general, a niveles inferiores— interrumpidas por la pandemia, en muchos casos debido a restricciones normativas. “Esto brindó un impulso no estacional al sector en el primer trimestre que esperamos que continúe en los próximos meses”, apuntan desde la gestora.
Los sectores de consumo discrecional (que abarcan el comercio minorista general, los bienes de consumo duradero, los vehículos y los viajes), que se ven directamente afectados por las restricciones continuadas en forma de confinamientos, registraron la mayor caída —un -36% en tasa subyacente en el primer trimestre—, mientras que los valores energéticos los siguieron de cerca con un -26%. Sorprende que los dividendos tecnológicos cedieran terreno, un -1,5% en tasa subyacente.
“El éxito del despliegue de la campaña de vacunación en Estados Unidos, y especialmente en el Reino Unido, está permitiendo que la sociedad y las economías de estos países comiencen a retomar cierta normalidad y ofrece esperanzas a otros países que les siguen de cerca con sus propios programas de vacunación. Con todo, ante unas tasas de contagio todavía descontroladas en Brasil y la India y una tercera ola en Europa que aún restringe la actividad económica y social en paralelo a la administración de las vacunas, todavía hay mucha incertidumbre acerca de los beneficios empresariales y, por ende, sobre los dividendos. Además, siguen existiendo susceptibilidades políticas en torno a la remuneración al accionista, y el calendario y el alcance de la eliminación de las restricciones normativas sobre los dividendos bancarios, especialmente en Europa y el Reino Unido, aún no están claros. También esperamos que las recompras de acciones vuelvan a utilizarse para canalizar el excedente de liquidez, lo que también influirá en la cantidad que se destine a los dividendos (sobre todo en Estados Unidos). Todos estos factores añaden cierto grado de imprevisibilidad a las distribuciones”, añade Jane Shoemake, gestor de carteras de clientes en Janus Henderson.
Según destaca Shoemake, a pesar de la incertidumbre, la gestora es más más optimistas, dado que el primer trimestre fue mejor de lo previsto, y confían más en la predisposición y capacidad de las empresas para distribuir dividendos, especialmente las que han mostrado buena orientación. “Ciertamente, este año hay mucho menos riesgo de caídas en los repartos del que se preveía, aunque el calendario y la magnitud de los pagos individuales de las empresas van a ser inusualmente heterogéneos y esto añadirá volatilidad a las cifras trimestrales. Los dividendos extraordinarios también desempeñarán un papel importante. Desde el año pasado, hemos reforzado nuestra exposición a los segmentos del mercado que se beneficiarán de la reapertura de las economías y donde existe una mayor confianza sobre la capacidad de las empresas para generar flujos de efectivo y distribuir dividendos. A medida que nos adentramos en el segundo trimestre, las comparaciones interanuales serán muy positivas, porque este fue el peor periodo en términos de recortes de dividendos el año pasado”. Concluye el gestor de Janus Henderson.