Los dividendos mundiales disminuyeron un 6,7% interanual en el segundo trimestre hasta los 404.900 millones de dólares, lo que refleja una caída de 29.100 millones según el último Henderson Global Dividend Index. Es el tercer descenso trimestral consecutivo y se debe, principalmente, a la fortaleza del dólar frente a las principales divisas mundiales.
El euro, el yen y el dólar australiano se dejaron un 20% de su valor con respecto al año pasado, mientras que la libra se dejó un 10%. La apreciación del dólar, restó la cifra récord de 52.200 millones de dólares al valor de los dividendos distribuidos durante el trimestre. El HGDI cerró el segundo trimestre en 155,1, un 4% menos que el máximo de 161,5 alcanzado en septiembre del pasado año.
No obstante, el crecimiento subyacente —que no tiene en cuenta las fluctuaciones de los tipos de cambio, los dividendos extraordinarios, las variaciones en el índice y las diferencias temporales de las distribuciones— se situó en un esperanzador 8,9%.
El segundo trimestre estuvo dominado por Europa (excl. Reino Unido), por lo que las tendencias de esta región influyeron en los resultados mundiales del periodo y explican en gran medida la debilidad del crecimiento general a escala internacional. El 66% de los dividendos europeos se distribuyen en el segundo trimestre del año y éstos cayeron un 14,3% en tasa general (hasta los 133.700 millones de dólares), esto es, un descenso de 22.300 millones de dólares. La mayoría de los países experimentaron caídas de dos dígitos. Esta tendencia se debió, casi exclusivamente, a la drástica depreciación del euro frente al dólar estadounidense.
El efecto negativo del tipo de cambio se situó en niveles récord (29.500 millones de dólares) en el trimestre. El crecimiento subyacente fue del 8,6%, un resultado impresionante para la región con Italia, Holanda y Bélgica a la cabeza, impulsados por los sólidos resultados del sector financiero. De hecho, el conjunto de las entidades financieras de la región incrementaron de forma notable sus tasas de distribución de beneficios, lideradas por Allianz en Alemania, que ha aumentado su tasa de reparto.
Esta positiva evolución del sector, se enmarca en una tendencia cada vez más consolidada a escala mundial. El conglomerado naviero danés Moller Maersk repartió un abultado dividendo extraordinario, mientras que Francia, el país que más dividendos reparte, registró una ralentización en sus distribuciones (con un crecimiento subyacente del 2,3% y general del –20,2%), afectadas por los recortes de dividendos de Orange y GDF Suez. Los dividendos alemanes disminuyeron un 16% hasta los 29.900 millones de dólares aunque aumentaron un 6,6% en tasa subyacente y España registró unos resultados similares (– 24,4% en tasa general y +6,0% en tasa subyacente). En Suiza, los dividendos experimentaron un descenso del 2,4% hasta los 17.000 millones de dólares, debido a la debilidad de su moneda. Sin embargo, en tasa subyacente, arrojaron un crecimiento del 5,9%, y el notable aumento de los repartos de UBS contribuyó al alza de los dividendos del sector financiero en Europa.
Una vez más, las empresas estadounidenses incrementaron rápidamente sus dividendos, y prácticamente todos los sectores aumentaron sus distribuciones. El sector financiero mostró aquí también un crecimiento acelerado de los dividendos, y Bank of America y Citigroup multiplicaron por cinco sus repartos. En total, el crecimiento general de los dividendos fue del 10%, lo que situó las distribuciones totales en 98.600 millones de dólares y al HGDI para Estados Unidos en 186 puntos, una cota récord. Esta sólida evolución supuso su sexto trimestre consecutivo con aumentos de dos dígitos. En tasa subyacente, el crecimiento también fue sólido, del 9,3%.
El segundo trimestre también es importante en Japón, en lo que a reparto de dividendos respecta, con casi la mitad del total anual distribuido. En tasa general, los dividendos cayeron un 7,1% aunque el crecimiento subyacente se situó en un impresionante 16,8% hasta los 23.400 millones de dólares, puesto que el incremento de los beneficios y el aumento de las tasas de reparto impulsaron las distribuciones realizadas por las empresas. Las entidades japonesas están respondiendo a las peticiones de los inversores y del Gobierno de aumentar el porcentaje de beneficios que reparten a los accionistas (desde unos niveles muy bajos en comparación con otros mercados desarrollados). Corea del Sur, entre otros países, está experimentando las mismas presiones, que han contribuido al alza de los dividendos surcoreanos en un 37,4% interanual en tasa subyacente, con importantes incrementos por parte de Samsung Electronics, entre otras.
Aunque el crecimiento de los dividendos del sector tecnológico fue el más acelerado —en línea con una tendencia bastante consolidada—, los dividendos del sector financiero aumentaron un 0,3% interanual en tasa general, superando ampliamente la caída general del 6,7% a escala mundial y poniendo de manifiesto un acelerado crecimiento subyacente. El sector financiero supone alrededor de un 25% de los dividendos anuales mundiales, por lo que la mejora de las distribuciones en esta área puede realmente marcar la diferencia de cara a los inversores centrados en la percepción de rentas periódicas.
Ante un crecimiento subyacente tan alentador, Henderson ha revisado al alza su previsión para 2015 en 29.000 millones de dólares. Ahora, prevé unos dividendos mundiales de 1,16 billones de dólares en el presente año, lo que supone un descenso general del 1,2%, aunque también un crecimiento subyacente del 7,8%. La fortaleza del dólar frente a todas las grandes monedas explica la ligera caída de la tasa general.
Alex Crooke, director del equipo de Global Equity Income de Henderson Global Investors, comentó: «Aunque el descenso en base general parece decepcionante, éste oculta unos incrementos subyacentes muy positivos en lo que a dividendos se refiere. La fortaleza del dólar estadounidense tuvo un efecto notable este trimestre, pero nuestro análisis refleja que el impacto de las fluctuaciones de los tipos de cambio se equilibra con el paso del tiempo, y los inversores que apliquen un enfoque más a largo plazo deberían obviarlo en gran medida. A nivel sectorial, resulta esperanzador comprobar cómo las entidades financieras aumentan sus dividendos y comienzan a realizar tímidos avances hacia mayores tasas de reparto. Sin embargo, no se trata tanto de un nuevo auge en los repartos de las entidades financieras como de un regreso gradual a la normalidad».
«EE.UU. sigue siendo la indiscutible locomotora del crecimiento mundial de los dividendos, pero en muchas otras regiones hubo noticias positivas: Europa y Japón están obteniendo cada vez mejores resultados. La economía europea está mejorando mientras que en Japón y otros países la subida de los porcentajes de distribución de beneficios desde unos niveles históricamente bajos es un catalizador clave», dijo.
«Esto implica que la cultura de distribución de dividendos se está expandiendo a nuevos mercados, más allá de aquellos en los que esta práctica está plenamente arraigada. Esto pone de manifiesto las crecientes oportunidades de percepción de rentas periódicas para los inversores que adopten un enfoque mundial. explicó.
Las inversiones internacionales entrañan determinados riesgos y mayor volatilidad, a diferencia de invertir únicamente en Reino Unido. Estos riesgos incluyen fluctuaciones de divisas, inestabilidad económica o financiera, ausencia de información financiera puntual o fiable y acontecimientos políticos o jurídicos desfavorables.