Las últimas correcciones bursátiles se deben “a motivos técnicos” y no constituyen el inicio de un mercado bajista: Alfonso de Gregorio, director de gestión de Gesconsult, lo tiene claro y por eso su equipo ha aprovechado las últimas caídas para aumentar la exposición a renta variable en la mayoría de sus fondos (hasta el 90% en el fondo de bolsa española, el 60% en el mixto de bolsa y el 20% en el mixto de deuda). Un activo por el que se decanta frente a la renta fija y, sobre todo, con la vista puesta en España, cuya bolsa cree que disfrutará de una tendencia alcista durante los próximos años, aunque no se atreve a aventurar que el Ibex pueda recuperar máximos históricos.
Sus compras más recientes en el mercado español se han centrado, por ejemplo, en valores castigados sin motivo aparente, como Cie Automotive, y especialmente en las mid y small caps, que ya ocupan un 35% de su fondo de renta variable española. “La salida de gestores de sus entidades ha castigado a algunos valores que tenían en cartera, creando un efecto contagio”, explica, señalando el atractivo de Tubacex, Tubos Reunidos, Acerinox, Europac o Técnicas Reunidas. En general, se muestra positivo con valores con ingresos regulados, como REE o Enagás, ante la reducción de sus costes de financiación, y también con el sector industrial, más cíclico y capaz de traducir en su beneficio por acción la depreciación del euro frente al dólar.
Una temática que quieren aprovechar en sus fondos, optando por firmas que tengan sus cuentas de resultados en dólares o que sean exportadoras. De hecho, los gestores consideran que la política monetaria que el BCE ha empezado a aplicar, y que ya se siente en la divisa, será un factor fundamental para impulsar el crecimiento en España y Europa, que no entrará en recesión. “Cada 10% de depreciación del euro frente al dólar, como ha ocurrido desde junio, genera medio punto de crecimiento en Europa”, dice David Ardura, subdirector de Gestión de fondos.
En España, esa situación impulsará el sector exterior que, junto al alza de la demanda interna, el aumento de la productividad, la mayor inversión y la gradual mejora del crédito (especialmente tras los resultados de las pruebas de estrés de los bancos el próximo domingo, que no tendrán problemas en superar, aunque algunos lo harán de forma ajustada en los escenarios más adversos –en cartera tienen BBVA y La Caixa, y en menor medida Santander y Sabadell-), llevarán a un crecimiento del 1,5% este año y del 2% el próximo según sus previsiones. “La reestructuración bancaria y la mejora económica harán también que el sector de la construcción empiece a aportar con fuerza”, añaden: en sus carteras de renta variable juegan ese sector con ACS.
Buen momento para invertir en España
Teniendo en cuenta estas circunstancias, “España está barata a nivel de activos. Es un buen momento para invertir en España, en bolsa, renta fija e incluso en el sector inmobiliario”, dice Ardura. Los gestores están analizando las socimis y no descartan invertir en el futuro cuando haya mayor visibilidad.
En bolsa, explica Lola Jaquotot, gestora de Renta Variable, España se beneficiará de la combinación de una política monetaria expansiva, con tipos muy bajos, y crecimiento económico, circunstancias similares a las que han impulsado los mercados de EE.UU. y Alemania en los últimos años. Pero con un apoyo añadido: el BCE. Con todo, Jaquotot considera que la bolsa subirá siempre que los beneficios empresariales acompañen… y la previsión es que así sea, con estimaciones del 8% para este año y de dos dígitos en los próximos (del 21% y 14%). “La bolsa estaría más barata en PER si se da el crecimiento que esperamos y los beneficios empresariales superan a los de este año”, dice De Gregorio, y también teniendo en cuenta que los precios aún no han recogido la devaluación del euro.
La renta variable resulta también clave a la hora de gestionar los fondos mixtos de la entidad: “Cuando comparas el yield de un bono con la rentabilidad por dividendo de la acción, ésta suele ser mayor ahora y hemos de aprovechar eso en nuestras estrategias”, dice Ardura. “Estamos obligados a generar valor en renta fija pero, debido a la situación, hemos de ser más defensivos y ser más activos en renta variable”, añade, explicando que ha reducido la duración del fondo mixto de renta fija flexible que gestiona. Con todo, encuentra oportunidades en algunos bonos soberanos de la periferia europea –aunque cada vez menos-, y sobre todo en bonos corporativos que sufren riesgo país pero tienen buenos fundamentales (como en Portugal y con nombres como Portugal Telecom u otros bonos españoles), bonos corporativos emitidos en dólares o activos flotantes. Tener la liquidez en dólares es otra de sus estrategias.
Los riesgos
“Habrá subidas de tipos en EE.UU. el próximo año y la rentabilidad del bono americano subirá, afectando a Europa: si ese momento llega habrá que proteger las carteras, pero será porque hay crecimiento”, añade.
Además de la subida de tipos de 2015 en EE.UU., entre los riesgos está la desaceleración en Europa, las cortapisas a la actuación del BCE que pueda poner Alemania, la incertidumbre política en España ante el tema catalán y las elecciones del próximo año, el resurgir del problema griego, que las reformas en Francia e Italia sean insuficientes, la ralentización de los emergentes y otros problemas geopolíticos o de otro tipo como las crisis en Oriente Medio, Ucrania o el ébola.
Internacionalización de las empresas españolas
En cuanto a los beneficios, es clave la internacionalización de las empresas españolas, que ha crecido en la última década: así, los ingresos que vienen de España han pasado del 65% al 27% desde el año 2003, aunque Jaquotot considera que esa partida debería crecer en un entorno más positivo para el país. La exposición a Latinoamérica, ahora en el 29% frente al 21%, debería ayudar sobre todo por países como México, mientras los ingresos que vienen de la UE son el 21%, frente al 9%, y los que proceden del resto del mundo han pasado del 5% al 23% y tienen potencial para crecer más en mercados como EE.UU. y ante la revalorización del dólar.