Los cambios en los fundamentales de las economías de los mercados emergentes en los últimos 15 años han sido significativos. ¿Cuáles son las implicaciones en el ámbito de la inversión para la deuda de esta región? “En primer lugar, la beta más baja resultante hace que sea más difícil para los inversores generar alfa utilizando los enfoques tradicionales de asignación táctica tanto dentro como fuera de los mercados emergentes, en base a sus puntos de vista del contexto macro global”, explica Ward Brown, portfolio manager de renta fija en MFS.
En segundo lugar, cita el gestor, hay más oportunidades de obtener alfa dentro de esta clase de activos aprovechando la amplia dispersión de rentabilidades que han aparecido como consecuencia de los distintos fundamentales de cada emergente, deuda corporativa y divisas. “Como resultado, creemos que los inversores encontrarán más rentabilidad mediante una asignación permanente a la clase de activos con un gestor de mercados emergentes que generar alfa desde dentro, en lugar de un enfoque de asignación táctica”, dice.
El gestor de MFS estima que las economías emergentes son mucho más capaces de soportar los imprevistos de hoy, de lo que eran en la década de los 90. Esto se debe, en parte, a la adopción de tipos de cambio flexibles, una de las reformas estructurales más importantes llevadas a cabo en los últimos 15 años. Los tipos flexibles han dado a las economías emergentes un cojín para soportar shocks como caídas de los precios de las materias primas.
Además, destaca Brown, la solvencia ha mejorado drásticamente y los diferenciales han estrechado. Mientras que el aumento de los precios de las materias primas ha pasado de tener vientos cíclicos a favor a vientos en contra en muchos de los emergentes, los cambios estructurales emprendidas anteriormente por algunas de las economías más fuertes permanecen intactos.
Teniendo en cuenta el panorama cambiante en la deuda de los mercados emergentes, MFS nombra tres fuentes principales de rentabilidad para los portfolios orientados a emergentes. Lo mejor es la elección de país, debido a la gran variedad de rentabilidades entre los emisores soberanos. Lo siguiente en su lista es la elección de deuda pública o privada en cada país. El aumento de nuevos emisores corporativos en los mercados emergentes abre un abanico de oportunidades para encontrar activos que no están bien evaluados por el mercado. Pero es importante recordar que el rendimiento de la deuda soberana subyacente es clave para el rendimiento del crédito corporativo.
Por último, estála decisión de si se debe invertir en deuda local o en bonos denominados en dólares. Esas tres variables, en conjunto, dan a los managers una amplia oportunidad para captar mayores rentabilidades en los mercados emergentes. Es una forma diferente de ver la clase de activos emergentes en su conjunto. Pero esto significa que tiene un aspecto totalmente diferente al que tenía en el cambio de milenio.