La inversión sostenible se encuentra muy consolidada en Occidente, pero hay quien duda de su viabilidad en los mercados emergentes, ya que estos deben lidiar con cuestiones más trascendentes. De hecho, la experiencia demuestra que los mercados emergentes representan tanto una oportunidad de inversión enorme como un conjunto propio de riesgos y desafíos en materia ambiental, social y de gobierno corporativo (ASG).
Según Masja Zandbergen, directora de integración de criterios ASG de Robeco, son muchos los restos que estos países tiene por delante como la deforestación, el uso de mano de obran infantil, bajos salarios, problemas de nutrición en la población, alto índice de pobreza o falta de recursos. Todo esto provoca que ni se planteen otras cuestiones como la energía solar o los vehículos eléctricos.
“Así pues, ¿qué sentido tiene tratar de invertir de manera sostenible en estas zonas?”, se plantea Zandbergen, quien considera que todos estos problemas hacen que adoptar factores ASG sea todavía más importante a la hora de construir carteras de mercados emergentes, ya que sobre todo muestran dónde hay que buscar los valores más ventajosos.
“Su efecto puede ser todavía mayor. Según los estudios realizados, adoptar factores ASG en mercados desarrollados ejerce un efecto positivo sobre los resultados financieros de las empresas en el 38% de los casos, mientras que en los mercados emergentes este efecto se produce en el 65% de los casos. Y enfocarse al factor del gobierno corporativo reviste una influencia aún mayor”, argumenta Zandbergen.
¿Cómo invertir?
En opinión de esta experta, una manera de crear fondos de mercados emergentes que sean más sostenibles es adoptar un enfoque cuantitativo empleando el factor investing. De esta forma, “se construye una cartera un 20% más sostenible que el índice de referencia, con una huella un 20% menor en términos de consumo de agua, emisiones de CO2, generación de residuos y consumo de energía. Además, en este método se emplea una amplia lista de exclusión basada en valores, a través de la cual se deja a un lado a empresas de sectores como, por ejemplo, carbón, tabaco, juegos de azar o armas de fuego”, apunta Zandbergen.
Desde la gestora señalan que también resulta importante también combinar diversas estrategias de mercados emergentes para renta variable, utilizando a la vez un enfoque fundamental basado en factores ASG tradicionales, y un enfoque cuantitativo orientado a factores como el de baja volatilidad, cuando existan mercados que ofrezcan rentabilidades similares pero con menor riesgo.