Nueva cita hoy en el parlamento británico respecto al Brexit. Los parlamentarios debatirán una moción sobre el proceso de salida de la Unión Europea, mientras Theresa May, primera ministra del Reino Unido, permanece en Bruselas para reunirse con el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker.
“Todavía existe una gran incertidumbre en torno al resultado de Brexit. El acuerdo de la primera ministra Theresa May fue duramente derrotado en el Parlamento en enero, y desde entonces la dignataria ha regresado a la Unión Europea en un intento de renegociar el mecanismo de apoyo diseñado para evitar una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte en el caso de un Brexit sin acuerdo. Los líderes de la UE han dicho que el texto de salida negociado por May no puede renegociarse, y aunque han afirmado que pueden ofrecer garantías adicionales de que no será necesario el mecanismo de apoyo, no está claro si esto será suficiente para convencer al parlamento del Reino Unido de que respalde el acuerdo de la primera ministra”, explica Mark Holman, consejero delegado de TwentyFour (Vontobel AM), al respecto.
En opinión Holman, esta semana será clave y muestra de ello fueron las palabras de ayer de May en el parlamento al pedir “algo más de tiempo” para “completar el proceso” de negociación con la Unión Europea y presentar ante el Parlamento una alternativa de acuerdo que se gane el apoyo de los parlamentarios británicos.
“Algunos creen que podríamos ver una extensión de la fecha límite del 29 de marzo para la salida, lo que probablemente apoyaría a los activos de riesgo denominados en libras esterlinas. Sin embargo, no se pueden descartar las posibilidades de un Brexit sin acuerdo y de unas posibles elecciones generales, por lo que los gestores de fondos mantienen un enfoque prudente hasta que se obtenga una mayor claridad”, defiende Holman.
Para muchas de las firmas de inversión y análisis, uno de los puntos que puede desbloquear el acuerdo de salida en el parlamento británico es la frontera con Irlanda del Norte. Ahora mismo, en la negociación, las líneas rojas del Reino Unido incluye: dejar la unión aduanera de la UE, mantener una frontera abierta entre Irlanda e Irlanda del Norte y mantener el comercio sin fricción con los socios continentales del Reino Unido.
“Con el acuerdo actual de May, Irlanda del Norte se mantendría alineada con algunas reglas del mercado único de la Unión Europea, si no se puede encontrar otra solución al final del período de transición en diciembre de 2020. Esto significaría que los productos que entren en Irlanda del Norte estarían sujetos a controles adicionales para mantener el cumplimiento de las normas de la UE. Este ha sido el principal argumento de los parlamentarios debido a la preocupación de que el Reino Unido continuará respetando las normas de la UE por un tiempo indefinido sin tener ningún mecanismo para retirarse unilateralmente de él”, matiza Aneeka Gupta, analista de WisdomTree.
Las gestoras siguen sin ver claro cuál será el desenlace del Brexit, pero le restan probabilidad a una salida sin acuerdo porque es lo que más dañaría al mercado, algo que los parlamentarios quieren evitar. Según explica, Stephanie Kelly, economista política de Aberdeen Standard Investments, la oferta de May de trabajar con todos los partidos en estos temas sigue siendo muy limitada. Sin embargo, si el parlamento realmente tomara el control, una solución interpartidaria sería más viable. Esto podría lograrse mediante enmiendas a la legislación parlamentaria existente o a nuevos proyectos de ley, aunque esto probablemente llevaría tiempo.
“Alternativamente, May podría plantear múltiples votaciones sobre varios resultados, aunque esto todavía dependería de que se mueva hacia la unión aduanera y la libre circulación, para encontrar un compromiso capaz de contar con el apoyo de la mayoría. Se trata de un enfoque desordenado, pero, naturalmente, está destacando como una forma de avanzar”, afirma.
En su opinión, la fórmula Noruega Plus (EEE + Unión Aduanera) es la opción más obvia que podría plantearse en este caso, pero despierta muchos interrogantes: “Por parte del Reino Unido, sería necesario que los conservadores experimentaran un cambio radical y apoyaran a los diputados laboristas sobre la libre circulación de los trabajadores y la unión aduanera. Por parte europea, aunque Barnier lo ha señalado como una opción viable, persisten las incertidumbres sobre cómo el Reino Unido podría cumplir las normas de adhesión a la AELC y formar parte de la unión aduanera de la UE. Noruega, por ejemplo, ha dado señales de oposición a la adhesión del Reino Unido. No obstante, existe cierto grado de apoyo en el parlamento para esta solución y la probabilidad ha aumentado en los últimos meses. Esto ha reforzado la posibilidad de que se produzca un escenario de adhesión a la UE/EEE en nuestro análisis de escenarios”, concluye. En cambio, Kelly considera que el riesgo de no negociar sigue siendo importante (del 20%) debido a la incertidumbre sustancial sobre el camino a seguir, la significativa oposición al acuerdo de May dentro del o del Partido Conservador y el hecho de que es la posición legal por defecto en ausencia de un acuerdo.
Desde Allianz GI destacan que hay una gran probabilidad de que la primera ministra May obtenga en la próxima votación del Parlamento alguna versión de su acuerdo de Brexit, aunque tendrá que hacer que el «respaldo» sea más aceptable para su partido. «Un escenario sin acuerdo todavía es posible, pero los titulares sobre la perturbación económica que esto supondría pueden haber hecho cambiar de opinión sobre este resultado. Si May obtiene una mayoría parlamentaria sobre su acuerdo de retirada, creemos que la libra esterlina estaría en posición de apreciarse, los “gilts” probablemente se venderían y la renta variable se recuperaría después de una breve caída inicial. Dado que cualquier nuevo acuerdo simplemente sentaría las bases para largas negociaciones sobre la futura relación entre el Reino Unido y la UE, la incertidumbre persistirá; Los inversores deben prepararse para una amplia gama de escenarios», apunta el análisis de la gestora.
Este entorno de encertidumbre tiene consecuencias muy directas para la inversión en el Reino Unido. «El fracaso del Reino Unido a la hora de forjar un acuerdo sobre el brexit, a pesar de que la fecha de salida se acerca rápidamente, ha eliminado totalmente cualquier visibilidad sobre la inversión en el país. Lo cierto es que el esperado refuerzo de las estructuras europeas se ha visto seriamente omprometido en el plazo de seis meses, socavando tanto a Francia como a Alemania y dejando al descubierto el modelo híbrido de Europa con toda su vulnerabilidad. Las elecciones europeas de 2019 serán seguidas de cerca para ver qué forma toma este nuevo entorno político», afirma Benjamin Melman, CIO de asignación de activos y deuda soberana de Edmond de Rothschild Asset Management.