Los inversores de todo el mundo han desviado su atención de Grecia y se centran ahora en China, con temores crecientes sobre una recesión en el país. Así lo dicen los resultados de la encuesta a gestores globales de BofA Merrill Lynch correspondiente al mes de agosto: ese sentimiento es lo que les ha llevado a reducir sus expectativas sobre el crecimiento global.
Así, la recesión china es ahora el riesgo número 1, nombrado por el 52% del panel de encuestados, 202 gestores con 574.000 millones de dólares en activos bajo gestión a nivel mundial. Además, el 53% de ellos considera que la economía global se fortalecerá el próximo año, desde el 61% que lo pensaba en julio.
“Los inversores están mandando un mensaje muy claro de que se están posicionando para un escenario de menor crecimiento en China y en los mercados emergentes”, comenta Michael Hartnett, estratega jefe de inversiones en BofA Merrill Lynch Global Research.
Así, la encuesta muestra las asignaciones más bajas a renta variable emergente desde abril de 2001 y al sector de la energía desde febrero de 2002. De hecho, la mayoría de inversores comentan que los mercados en desarrollo es la región que más infraponderan, mientras Europa es aquella que más sobreponderan.
“Las acciones europeas siguen manteniendo el favor de los inversores, pero éstos prefieren los nombres más domésticos y evitan cualquier cosa expuesta a China o a las materias primas”, comenta James Barty, responsable de la estrategia de renta variable europea.
Además, la encuesta apunta a un creciente consenso que cree que la Fed subirá tipos en el tercer trimester del año; la mayoría del panel cuenta con que la curva de rentabilidad se aplane en los próximos doce meses.
También se evidencia un sentimiento anti-materias primas, con movimientos fuera de los sectores de energía y materiales mientras aumentan las exposiciones más defensivas.