El acrónimo BRIC (conjunto de países compuesto por Brasil, Rusia, India y China) ha evolucionado en los últimos 20 años hasta la etiqueta actual, BRICS+. Kim Catechis, estratega de inversión del Franklin Templeton Institute en Edimburgo, explica que la constelación de países bajo la etiqueta BRICS+ ha crecido para englobar nuevas naciones, como Uruguay, Bangladesh, Emiratos Árabes Unidos (EAU) o Egipto o, en este mismo año, con la incorporación de Etiopía, Irán y Arabia Saudí al Nuevo Banco de Desarrollo. En un webinar organizado recientemente por Franklin Templeton, Catechis repasa la realidad de estos países desde un punto de vista económico y político.
El experto comenzó recordando que debajo de esta etiqueta se encuentra un conjunto heterogéneo de países con diversas situaciones políticas y económicas y diversos grados de desarrollo. De hecho, afirmó que debería hablarse más bien del grupo “China +”, dado que el conjunto de BRICS+ equivale al 27% del PIB global, y de esa proporción el 17% lo aporta China.
Catechis subrayó el hecho de que este conjunto de países comparte muy pocos objetivos en común, “e incluso en los objetivos comunes que podríamos pensar si leemos pasajes de diferentes gobiernos que son miembros, siempre hay matices y hay grados de separación entre ellos”. No obstante, el experto hace notar que existe “un amplio acuerdo entre estos países para intentar cambiar el mix de divisas en su balanza comercial, porque todas preferirían no estar sujetas a la hegemonía del dólar”. Ahora bien, el experto tiene claro que, al menos a medio plazo, “el dólar no será destronado”.
Repaso a las finanzas de los BRICS+
Catechis comparó el estado de la deuda externa de estos países, y el peso del pago de los intereses en términos de los ingresos incluyendo los intereses de la deuda interna. “La deuda externa es valiosa porque habitualmente está denominada en dólares. Para sorpresa de nadie, China es el país con mayor deuda, valorada en 2,3 billones de dólares, seguida por Brasil (717.000 millones) e India (635.000 millones).
Catechis cuantifica la fortaleza financiera de estos países atendiendo a la ponderación del pago de intereses por su deuda respecto a los ingresos de sus gobiernos. Según este parámetro, afirma que “Egipto parece particularmente bajo estrés”, dado que el 67,3% de los ingresos del gobierno se van al pago de la deuda. Otros países con indicios de estrés financiero son Irán (33,8%) e India (29%). En el lado contrario de la balanza pone a Brasil, con un 80% de deuda en dólares sobre el PIB y un peso de los intereses de la deuda de tan solo el 14%.
Sin embargo, el representante de Franklin Templeton destacó, al comparar el nivel de endeudamiento general de estos países respecto al G-7 revela un volumen inferior de deuda soberana en circulación. En cambio, estos países tienden a presentar mayores volúmenes de deuda corporativa o no financiera; por ejemplo, en China el endeudamiento de las familias equivale al 62% de su PIB.
El representante de Franklin Templeton afirma que una de las razones clave por las que no ve al dólar derrocado en el medio plazo es que los BRICS+ “de forma muy clara, todavía son todos absolutamente dependientes del acceso al mercado occidental de exportaciones”. Por ejemplo, el 33% de las exportaciones de China se dirigen a EE.UU., Canadá o la UE; Brasil exporta un 33% a los BRICS y un 34% a Occidente. En cambio, el 66% de las importaciones de Irán proceden del bloque BRICS, y el 44% de sus exportaciones se van a ese bloque. “No pueden afrontar la pérdida de acceso a ninguno de los dos”, añade Catechis.
Qué monitorizar
Para el experto, el pegamento que mantiene unidos a este grupo de países es el Nuevo Banco de Desarrollo, que usan como una vía de financiación alternativa al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional (FMI). El libro de operaciones de este banco refleja principalmente la financiación de proyectos de infraestructuras y desarrollo sostenible, correspondiendo el 26% a China, el 24% a India y el 19% a Brasil. Para Catechis, lo interesante es que el 86% de las inversiones se han realizado vía préstamos soberanos, frente a tan solo el 1% de inversiones en acciones. “Esto nos dice que no hay una elevada tolerancia al riesgo”, observa el experto. Éste se fija asimismo que el 80% de las operaciones están denominadas en divisas occidentales, primordialmente en dólares, euros o francos suizos.
El experto alerta de la creación de plataformas de transacciones financieras alternativas al ecosistema financiero occidental (SWIFT, CHIPS) al menos en parte para aislar a estos países de posibles sanciones financieras en el futuro. Uno de los proyectos más avanzados es mBridge, que conecta a China, Tailandia, Hong Kong y los EAU, y que se espera que se expanda a 11 países este año. También anticipa que las divisas digitales que impulsen los bancos centrales de estos países jugarán un papel fundamental: “Se convertirán en el mecanismo que intentarán usar para evitar el uso del dólar, aunque está por ver cómo de fácil va a ser esto”.
Otro efecto colateral de estas maniobras será el aumento del nivel de aceptación del renmimbi en el grupo BRICS+. Actualmente el dólar sigue siendo la divisa internacional más usada -y por tanto, la más líquida-, con un peso del 47% en las reservas internacionales de divisas, mientras que el renmimbi supone tan solo el 2% y sigue presentando la limitación de ser una divisa flotante sujeta a los designios de las autoridades chinas. Sin embargo, Catechis afirmó que “es posible y hay voluntad política de que los países BRICS intenten emplear sus respectivas divisas”, por lo que anticipa que el renmimbi podría alcanzar el 8%. “Es perfectamente posible, aunque no va a destronar al dólar”, concluyó el experto.
En conclusión , la postura de la firma respecto de la predominancia delbillete verde puede resumirse así: «Los inversores operan en un mundo distinto, en el que ya no podemos suponer que la lógica económica prevalezca como antes. Las tensiones geopolíticas son estructurales y obligan a someter las decisiones económicas a criterios no económicos, como la seguridad nacional. Si estamos en un proceso de retorno a alguna forma de economía política, debemos ser claros en nuestras evaluaciones de riesgo. El riesgo de una erosión significativa de la hegemonía del dólar es real, pero no debemos pensar en ello como un resultado a corto plazo o incluso binario».
Franklin Templeton pone a disposición de los inversores una amplia gama de ETF con los que obtener acceso a mercados emergentes.