Dada la fortaleza del dólar y pese a que se ha debilitado últimamente, las empresas multinacionales han visto presionados sus beneficios por acción. Si se compara la tasa de crecimiento del BPA de empresas con sede en Estados Unidos frente a la de las multinacionales homólogas hay una brecha muy grande, subraya MFS en un análisis de mercado. Estas empresas estadounidenses están superando drásticamente al resto de holdings radicados en el extranjero. Los ingresos, los beneficios y los márgenes aún están creciendo, que es algo que los escépticos no esperarían en el séptimo año de una expansión económica.
Y tal vez incluso más importante que la ampliación de los márgenes de beneficio es que se están ampliando los márgenes de flujo de caja libre.
“La generación de flujo de caja libre de las sociedades de elevada capitalización, si excluimos los sectores de energía, materiales y la industria, ha registrado niveles que se acercan a máximos de todos los tiempos. Por esa razón nuestra perspectiva para la renta variable estadounidense sigue siendo fuerte en comparación con Japón, donde Abenomics no parece estar funcionando bien, y Europa, donde los costes laborales siguen siendo persistentemente altos y los ROE mediocres”, explican los expertos de MFS.
Estados Unidos ha generado consistentemente márgenes de flujo de caja libre después de dividendos que han superado todas las demás regiones del mundo. La composición del mercado de Estados Unidos -con su énfasis en las empresas de tecnología y en empresas que utilizan la tecnología para aumentar la eficiencia, la rápida rotación de activos y la baja relación entre la intensidad de capital y su uso fuera de las fronteras de los Estados Unidos gracias a la globalización- ha llevado a robustos flujos de caja que se debería recompensar a sus accionistas a lo largo de este año.
En un entorno en el que vemos posibilidades de que las condiciones financieras globales se vuelvan algo más flexibles en un futuro próximo, MFS mantiene una postura más constructiva hacia los activos con mayor riesgo. La renta variable y la deuda high yield deberían centrar la atención de los inversores que quieren volver a incluir riesgo en sus portafolios, y fuerte análisis fundamental, bottom-up, es fundamental en este proceso.
Una plan de inversión no debería basarse en el dinero fácil. La generación de flujo de caja libre, que no es un fenómeno impulsado por las políticas monetarias de la Fed, sigue siendo la clave, y en este sentido, el equipo de MFS ve mayor claridad en las bolsas de Estados Unidos.