La renta fija afronta numerosos desafíos en la actualidad, con el riesgo de que se recrudezca el conflicto comercial siempre acechando. En ese contexto, el apoyo de los bancos centrales es la clave para generar oportunidades en el mercado y reducir los temores de los inversores. Frederic Salomon, gestor del Schelcher Prince Obligation Moyen Terme, considera que el hecho de que el BCE no pretenda aumentar los tipos hasta la segunda mitad de 2020 “valida la ralentización de la economía global”.
En la primera de las dos partes en la que se divide su entrevista con Funds Society, Salomon considera que, gracias a las posturas asumidas por la Fed y el BCE, ha mejorado la perspectiva para el crédito. En ese sentido, celebra que los spreads continúen recuperándose, aunque se muestra preocupado por los bajos rendimientos que registran los créditos de menor calidad.
¿Sigue siendo desafiante el entorno para la renta fija?
El entorno para el mercado de renta fija sigue siendo desafiante. Pese a que los riesgos políticos han sido completamente contrarrestados por los bancos centrales, el de una guerra comercial total vuelve a estar sobre la mesa. Los operadores del mercado fueron testigos de la inexorable caída de los bonos gubernamentales. De este modo, el rendimiento del bono francés a 10 años cayó hasta el 0%, mientras que su homólogo alemán se mantiene en el -0,30%. La tendencia está extendida en la Eurozona, un fenómeno amplificado por el hecho de que las expectativas de inflación continúan a media asta.
En el caso del viejo continente, las revisiones a la baja de las perspectivas de crecimiento han acentuado este fenómeno de caída de tipos. Pese a que los activos de riesgo responden de forma positiva a este fenómeno, deberíamos tener en mente el caso de Japón, donde la normalización de la políticia monetaria hace más difícil operar que con una política de distensión.
Después del repunte de los primeros meses de 2019, ¿qué oportunidades pueden encontrar los inversores?
El apoyo constante de los banqueros centrales es el mejor combustible para los operadores del mercado. Considerando la reciente caída de los activos de riesgo el pasado mayo, los mercados de renta variable son en general atractivos en la actualidad. Por el otro lado, los bonos gubernamentales de la zona euro se encuentran a un nivel extremedamente alto, mientras que el crédito high yield y el de grado de inversión se han corregido hasta un nivel cercano a su media histórica.
¿Cuál es el impacto de la postura más suave de la Fed? ¿Esperan cambios en la política monetaria que podrían perjudicar a la renta fija?
Durante su conferencia del pasado 6 de junio, Mario Draghi dijo que la normalización de los tipos de interés en Europa no podría ocurrir antes de la segunda mitad de 2020, validando el principio de la marcada ralentización de la economía global.
En Estados Unidos, la Fed no ha precisado su doctrina desde la ruptura de los tipos de interés normalizados y los mercados de bonos parecen apostar por una caída más rápida de los tipos de los fondos para contrarrestar la ralentización. Ahora que la tasa de inflación se ha revertido entre el corto y el largo plazo, el mercado anticipa tres recortes de tipos clave este año, el primero, en julio, de alrededor de 50 puntos básicos.
La consecuencia es que los anuncios más prudentes del Banco Central parecen haber reafirmado a todo el mundo. Hasta el momento, los spreads de crédito casi se han recuperado del todo, acabando con la ampliación que sufrieron en mayo. El optimismo siguió estando acompañado por un aumento de la oferta del doble de su media semanal desde principios de año (31.000 millones de euros) que no pesó en los spreads secundarios (-3 puntos básicos semanales), dadas las entradas a fondos de crédito con grado de inversión (más de 1.600 millones de dólares en entradas a lo largo de la semana).
Hay que empezar a familiarizarse con términos como “dispersión de crédito” o “aversión al riesgo”, y la falta de liquidez del verano no ayudarará. Hemos visto un gran repunte crediticio en el universo del “crossover” recientemente, principalmente impulsado por las expectativas de quantitative easing en los bancos centrales. Sin embargo, nos preocupa que continúe el bajo rendimiento de los créditos de baja calidad.
¿Qué papel juega la duración en el mercado de renta fija en el actual contexto?
La duración es un factor importante a tener en cuenta. Las perspectivas para el mercado de crédito han mejorado gracias a la Fed y al BCE. Seguimos teniendo un gran riesgo por delante: el crecimiento es débil y se está ralentizando y los amortiguadores para el deterioro de los fundamentales de crédito son bastante finos. Una escalada del conflicto comercial es un riesgo real.
La flexibilización preventiva frente a una economía que se está desacelerando lentamente significa dos cosas para el crédito: la perspectiva de un ciclo más largo y una posibilidad más baja de una crisis. El lento pero suave caso base beneficia al carry de alta calidad, incluyendo el high yield BB de larga duración pero no el CCC, y los spreads de los CDS están ajustados.