La expansión cuantitativa por parte del BCE ha realimentado la búsqueda mundial de rentabilidad y los bancos centrales de los mercados emergentes aprecian margen para una rebaja de los tipos de interés. Aun así, se prevé que la Reserva Federal estadounidense comience a subir las tasas a medidos de este año.
Joep Huntjens, director de Renta Fija Asiática y gestor principal de Carteras de Deuda Asiática Denominada en Monedas Fuertes de NN Investment Partners (antigua ING IM) explica en una entrevista cuáles van a ser los efectos de la política de la Fed en los mercados asiáticos y, en especial, en una de las economías más grandes de la región: la India.
¿Qué impacto tiene un alza de los tipos de interés estadounidenses sobre Asia en general?
Creemos que esta decisión tendrá posiblemente un impacto suave en Asia en comparación con otras regiones.
En primer lugar, es posible que la Reserva Federal se muestre cauta en su ciclo de subida de tipos de interés, dada la fragilidad de la recuperación económica de EE.UU. y las desaceleraciones del crecimiento en los grandes mercados emergentes de China y Brasil. Prevemos que la Fed se andará con pies de plomo por temor a frenar la incipiente recuperación estadounidense.
En segundo lugar, los costes de financiación en Asia se han vuelto más dependientes de la política de los bancos centrales locales que de los tipos de interés estadounidenses. Con anterioridad a 2008, los principales bancos centrales actuaban como un todo subiendo y bajando los tipos al mismo tiempo. Desde entonces, han tomado caminos divergentes de manera bastante llamativa. Mientras la Fed estadounidense mantuvo invariables los tipos de interés, los bancos centrales asiáticos los subieron entre 2009 y 2011 y ahora han empezado a reducirlos.
¿Seguirán bajando entonces este año?
Creemos que sí. Mientras tanto, el coste de endeudamiento también ha seguido la estela de los tipos de interés regionales asiáticos en lugar de caer hasta cero en consonancia con los tipos de interés en EE.UU.
¿Qué efecto tendrá el alza del dólar estadounidense sobre la deuda denominada en esa moneda?
Las empresas asiáticas están en buenas condiciones de hacer frente a un dólar en alza. Aunque la deuda denominada en dólares emitida en Asia ha crecido vertiginosamente en los últimos años hasta alcanzar los dos billones de dólares, esta cifra supone tan sólo el 28% de los empréstitos totales. Se trata de un porcentaje relativamente bajo en comparación con otros países como Brasil y Rusia, donde las empresas tuvieron que acudir a los Gobiernos para llevar a cabo rescates de la deuda denominada en dólares.
Dado el endeudamiento de sus empresas y la endeble capitalización de sus bancos, ¿cuál será el impacto de un dólar fuerte en la India?
Tendrán posiblemente un impacto mínimo tanto en las empresas como en los bancos. Aunque en ciertos sectores las empresas presentan un alto apalancamiento financiero, las compañías indias suelen depender de empréstitos nacionales. Las restricciones regulatorias dificultan adicionalmente la financiación en dólares. Además, las empresas que toman dinero prestado en dólares son aquellas que poseen importantes negocios en el exterior que generan ingresos en esa misma moneda. En consecuencia, la proporción de financiación en dólares estadounidenses en la India es incluso menor que la media asiática.
¿A qué problemas se enfrentan sus compañías?
En realidad, los problemas a los que se enfrentan las empresas indias son locales. En sectores como el de suministros públicos y el de metales, los nuevos proyectos se han visto obstaculizados por la falta de acceso a recursos clave como el carbón. Pensamos que estos impedimentos deberían disminuir de ahora en adelante gracias a los planes reformistas del nuevo Gobierno. Entre estos figuran la mejora del acceso a combustibles para el sector de suministros públicos y mayor transparencia en las subastas de adjudicación en bloque de cuotas de carbón.
¿Qué pasa con su sector bancario?
En el caso de los bancos indios, el impacto de la fortaleza del dólar estadounidense también es limitado. Todo empréstito directo en dólares es objeto normalmente de una permuta financiera por una deuda a tipo variable y las posiciones abiertas en divisas normalmente se cubren. El parámetro financiero que ha quedado rezagado es el de sus colchones de capital, que no son tan elevados como los de los países asiáticos comparables. No obstante, muchos de los créditos morosos ya figuran contabilizados en los libros de los bancos y deberían descender en los próximos trimestres.
¿Qué medidas pueden adoptar los Gobiernos de los países asiáticos con mercados emergentes para estimular el crecimiento económico?
El crecimiento en Asia está bastante por debajo de sus recientes máximos. El crecimiento a tasas de dos dígitos en China es cosa del pasado. Los niveles de endeudamiento han aumentado hasta altos niveles. La demanda por parte de Europa y Japón está deprimida. Aun así, hay pocos motivos para alarmarse. Pensamos que el crecimiento seguirá siendo tímido, aunque se descarta un desplome.
¿Cuál es su pronóstico para la región?
Aunque el sudeste asiático está ralentizándose, hay pocas señales de tensiones financieras. En medio del abaratamiento de la energía y de las medidas de expansión cuantitativa tomadas por el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón (BoJ), consideramos que Asia debería volver a ser en 2015 la región que genere la tasa de crecimiento más alta a escala mundial.
¿Cuántos avances han hecho los países emergentes asiáticos en la liberalización de los mercados financieros?
Los mercados de deuda denominada en monedas locales de Asia han experimentado un crecimiento, pasando de algo menos de 1,5 billones de US$ en 2000 a más de 8 billones de dólares a finales de 2014. China ha duplicado su tamaño en los cinco últimos años y posee el mayor mercado de deuda tras el de Japón.
La India y China presentan los controles de capitales más estrictos de Asia y una de las maneras de lograrlo es mediante restricciones en sus mercados financieros sobre la propiedad por parte de inversores extranjeros.
Por ejemplo, la India limita la inversión extranjera con una cuota de deuda de 81.000 millones de dólares en comparación con la capitalización total de su mercado de deuda de 1,2 billones de dólares. Como aspectos más positivos, el Gobierno ha dado pasos alentadores para mejorar el acceso a sus mercados de deuda. En 2015, lanzó el programa Inversor de Cartera Extranjero (ICE), que sustituyó un régimen mucho más farragoso y permitió a los inversores acceder con más rapidez a los mercados. Pese a todo, los inversores extranjeros siguen enfrentándose a numerosas restricciones sobre el tipo y la cantidad de bonos que pueden comprar.