En su ya decimoquinta edición, el Foro MEDCAP reúne este año a más de 100 compañías y a 200 inversores que mantendrán más de 1.200 encuentros one-one-one a lo largo de tres días. El interés que despierta el foro es creciente e internacional, como demuestra el hecho de que el 30% de los inversores que asisten al evento proceden de fuera de España.
En su intervención inaugural, el presidente de BME, Antonio Zoido, ha destacado que desde el año 2005, cuando se celebró el primer Foro MEDCAP, la Bolsa española ha pasado de contar con cerca de 200 empresas cotizadas en sus mercados a 260. Y su capitalización ha pasado de 590.000 millones de euros a 850.000 millones, un 44% más. Si descontamos de estas cifras a las 35 empresas del Ibex, encontramos que hace 15 años la Bolsa española tenía 165 empresas de mediana y pequeña capitalización y a día de hoy son 225. «Entonces representaban poco más del 11% de la capitalización de las 200 cotizadas en aquel momento, y hoy son 225 empresas que suman el 30%», ha afirmado Zoido.
Respecto a la importancia del tamaño de las empresas, Zoido ha recordado que la Comisión Europea identificó hace años un déficit de tamaño medio de la empresa europea que actúa de freno para la modernización, la competitividad y el impulso de la economía de la zona. «En el caso de España, esta desventaja es mayor por la excesiva atomización del sector empresarial», ha añadido.
En este sentido, el proyecto de Unión de los Mercados de Capitales (CMU) tiene por objetivo no solo promover el tamaño empresarial sino avanzar hacia un modelo de financiación empresarial de tipo anglosajón, donde los mercados de capitales tengan un papel más importante que a financicación bancaria. «Con esta orientación, Europa está reconociendo expresamente que la diversificación de fuentes de financiación para las empresas fortalece las bases del crecimiento económico e, implícitamente, que la presencia de las empresas en los mercados de valores acelera la consecución de mayor tamaño empresarial, refuerza el empleo y mejora la productividad», afirma Zoido.
Según los últimos datos de BME, España avanza hacia el modelo anglosajón, con un porcentaje de financiación vía mercado que hoy se acerca al 40% del total, diez puntos por encima de lo que representaban antes del estallido de la crisis.
En la actualidad, cerca de un 46% del capital las cotizadas españolas está en manos de inversores extranjeros, mientras que el promedio de participación de estos en el conjunto de empresas no cotizadas no supera el 25%. Además, en 2018 las cerca de 100 empresas cotizadas en la Bolsa española no incluidas en el Ibex 35 facturaron 82.000 millones de euros, y el 60% de este importe provino de su negocio exterior.
En términos de financiación conseguida por estas empresas, los datos son elocuentes. Desde 2005 hasta abril de este mismo año, mediante ampliaciones realizadas en la salida a Bolsa y posteriores, las empresas admitidas en la Bolsa española no pertenecientes al Ibex 35 han obtenido recursos por valor de 50.832 millones de euros. En los primeros 7 años de ese período obtuvieron 16.994 millones y el proceso se ha acelerado desde 2012, con 33.838 millones adicionales en los 6 y poco siguientes.
El canal ha visto incrementado su uso exponencialmente en los últimos 3 años y 4 meses, donde se ha obtenido el 70% de esos casi 34.000 millones a través de 302 operaciones. Sólo en el primer cuatrimestre de 2019 las empresas medianas y pequeñas han conseguido por esta vía 1.083 millones de euros de financiación, un 14,4% más que en igual período de 2018.
MiFID II y sus efectos negativos sobre el análisis
En opinión de Zoido, uno de los efectos negativos de la plena implementación de MiFID II es la retirada de la cobertura de análisis de algunas de las empresas de menor tamaño, un factor altamente determinante para la negociación de los valores. «BME se ha unido a Instituto Español de Analistas Financieros para poner en marcha “Lighthouse”, un servicio de análisis independiente para valores huérfanos de cobertura.
El presidente de BME ha aprovechdo para cuestionar el posible impuesto a las transacciones realizadas sobre acciones de empresas cotizadas de un determinado tamaño. «No deja de ser claramente un disparo en contra de los objetivos de la Unión de Mercados de Capitales, de la integración europea, del cambio de modelo a financiación vía mercados y, en definitiva, contra el proceso de crecimiento e innovación de las empresas cotizadas».
Zoido se ha mostrado, además, partidario de una regulación que favorezca vehículos de inversión colectiva de carácter privado o público-privados que incentiven la participación de capitales organizados en empresas pequeñas y medianas presentes en los mercados.