Los fondos de retorno absoluto y multiactivo se están convirtiendo en las soluciones de inversión más populares entre los inversores, como respuesta al entorno actual de bajos retornos. Esta mayor demanda también está provocando mayor competencia entre las gestora por construir las mejores carteras y ofrecer las mejores rentabilidades.
“Estamos en un momento en que, por un lado, se necesita flexibilidad para gestionar la cartera y, por otro, en el que el inversor deposita en tus manos su dinero queriendo simplemente recibir un retorno constante. Por eso las soluciones de retorno absoluto y multiactivo están cogiendo fuerza”, explica Florence Barjou, jefa de Inversiones Multiactivos de Lyxor, en una entrevista con Funds Society.
Para Barjou, el contexto ha cambiado radicalmente respecto a 2009 y ahora los inversores reclaman retornos más altos. «Por eso no consideramos que sea el momento para apostar por un solo tipo de activo”, apunta. Eso sí, Barjou reconoce que esto supone una mayor exposición al riesgo y, en consecuencia, tener que desplegar estrategias para controlar el riesgo.
Esta novedad es la que Lyxor ha reflejado en su gama de fondos ARMA, que en julio de 2017 fue actualizada con una nueva estrategia. Este universo de fondos son productos de retorno absoluto y multiactivos, flexibles y de exposición larga. Están gestionados por un equipo de cuatro profesionales que construyen una cartera basa en renta variable, bonos, materias primas y liquidez. Pero, desde el verano, han incorporado un grupo de activos satélites a los que denominan ARP –Alternative Risk Premia, por sus siglas en inglés–.
“Se trata de activos alternativos, totalmente descorrelacionados y diversificados respecto al resto de la cartera, que nos dan la oportunidad de optar por una rentabilidad extra. Este tipo de ARP son los que habitualmente se usan en los hedge funds, por lo que tenemos acceso a un tipo de activo que de otro modo es complicado acceder y que cuesta tenerlos”, apunta Barjou. En concreto, la gestora usa instrumentos como swap vinculados a listas de índices europeos.
Según explica la gestora, la gama ARMA invierte en el mercado global, centrándose en la parte de renta variable en Estados Unidos, Europa, Reino Unido, Japón y en otros mercados emergentes. Todos los fondos de esta gama invierten en índices, pero se diferencian por la volatilidad a la que están expuestos. Por ejemplo, cuenta con los fondos ARMA 3, que mantiene una volatilidad del 3%, y ARMA 8, con una volatilidad del 8%.
Proceso de inversión
En opinión de Barjou, la gestión de la volatilidad y el control del riesgo en la cartera es otra de las características y ventajas competitivas que tienen estos fondos. “La gestión del riesgo es fácil gracias a nuestro proceso de inversión. Lo que hacemos es que para cada grupo activo asignamos un tope de volatilidad, que se adecúa al tipo de activo que es, y nos desprendemos de él cuando supera esa línea roja. Además, rebalanceamos la cartera todas las semanas y revisamos la volatilidad de cada uno de los activos. Es nuestra forma de proteger la cartera porque los riesgos pueden venir por cualquier lado”, señala.
La gestora cuenta con un proceso de inversión estratégico y táctico. La parte estratégica la aporta “la distribución dinámica de las clases de activos basándose en el riesgo con el que contribuye cada uno de ellos a la cartera. Cada activo tiene su propio presupuesto de riesgo y volatilidad”, reitera Barjou.
La otra parte de su proceso se basa en una visión táctica basada en la evolución de la valoración de los activos, el marco global y en el control de la volatilidad. Respecto a la novedad de su cartera, los activos ARP, Barjou destaca que buscan localizar activos preminun en un sentido de calidad, momentun y volatilidad.