Según miramos atrás, vemos como los últimos años han traído cambios significativos a la industria de la gestión de activos. Un cambio que está afectando a la mayor parte de los inversionistas es el nivel rendimiento que ofrecen los activos. En un mundo en el que, en muchos casos, las tasas de interés se encuentran por debajo de la inflación, la búsqueda de fuentes sostenibles de rentas se presenta cada vez como un reto mayor. En la actualidad, menos del 20% de la deuda viva en el mercado supera un rendimiento del 4%. Este escenario hubiera sido impensable hace unos años.
En este entorno, los inversionistas deberían tener un enfoque más holístico al perseguir la obtención de rentas, diversificando sus fuentes de rendimiento y buscando la consecución de sus objetivos en clases de activos no tradicionales. Por ejemplo, hablando de renta fija, los inversionistas pueden diversificar su cartera incluyendo activos como la deuda corporativa high yield y la deuda de mercados emergentes, que todavía ofrecen rendimientos atractivos.
Para aquellos que tangan acceso a activos reales, existen algunos activos alternativos que pueden ofrecer rentas atractivas dada su baja correlación con el mercado, como los fondos que invierten en real estate o en infraestructuras.
Sin embargo, para construir con éxito una cartera generadora de rentas, uno no debe guiarse en exclusiva por su nivel de rendimiento o yield. La capacidad de crecimiento de estas rentas es crucial para asegurar que se podrán alcanzar los objetivos y que los ingresos generados podrán crecer por encima de la inflación. Para cumplir con este papel, las compañías que pagan un buen dividendo pueden ser una opción acertada.
“Al invertir en compañías estables con un historial de reparto de dividendos crecientes, se incrementa la probabilidad de que una cartera generadora de rentas pueda crecer al mismo ritmo que el coste de la vida […]. En este tipo de activos preferimos Europa sobre otros mercados desarrollados”, puntualiza BlackRock.
En un entorno de tasas de interés cerca de sus mínimos históricos, los inversionistas buscan oportunidades en estos nuevos activos, pero navegar este mercado es cada vez más difícil. Para tomar decisiones fundamentadas sobre cómo invertir en estrategias orientadas a la generación de rentas es crucial entender bien cuáles son las principales características de estas clases de activos, y también sus riesgos.
Muchos inversionistas a la búsqueda de elevar el rendimiento de sus carteras han incrementado su perfil de riesgo sin darse cuenta. Es aquí donde la diversificación juega un papel crucial para asegurar que la cartera no esta sobre-expuesta a ningún tipo de riesgo. También es importante ser conscientes de la exposición a riesgos nuevos, como el riesgo-emisor, en el caso del crédito, o el riesgo de tipo de cambio, el de liquidez o el de la volatilidad de los mercados de renta variable.
“Obtener un equilibrio entre el objetivo de inversión que se desea obtener y el nivel de riesgo que estamos dispuestos a tolerar, es posiblemente el pilar más importante a la hora de construir una cartera orientada a la generación de rentas”, afirma BlackRock.
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