2017 fue el año de la tormenta perfecta, así lo interpreta BlackRock. Ahora, dentro de sus perspectivas para el año que acabamos de comenzar, la entidad mantiene su visión positiva respecto al crecimiento global, así como para los activos de riesgos y la renta variable. En su opinión, este ciclo económico aún puede durar años, pese a que la inflación vaya a ir apareciendo poco a poco.
El crecimiento global continuará y durará todavía años dado que es un crecimiento bastante sincronizado y sólido. Una claro ejemplo de esto son los países emergentes, que considera que han hecho los deberes y han logrado que su crecimiento no dependa tanto de los países desarrollados, sino que son capaces de crecer por sí mismo. Además, la entidad considera que la baja volatilidad que se ha dado todo el año tiene que ver con que estamos ante un crecimiento económico sólido.
“En 2016 y a principios de 2017 fuimos más positivos respecto a la previsión de crecimiento porque veíamos que los meses irían trayendo más sorpresas positivas. Para 2018 creemos que el crecimiento continuará, pero habrá menos sorpresas. Vemos que Estados Unidos y China pueden darnos esas sorpresas positivas en cuanto a crecimiento”, explica Manuel Gutiérrez-Mellado, miembro del equipo de ventas de BlackRock en Iberia.
Según Gutiérrez-Mellado, parece que en el mercado hay un cierto nerviosismo por predecir cuándo será el fin de este ciclo e incluso se espera que ciertas economías que ya crecen por encima de su potencial –como Alemania, Canadá o Estados Unidos– frenen. “No hay que ponerse nervioso, el crecimiento continuará y no durante meses, sino durante años. Además, este buen crecimiento se refleja en la mejora de los beneficios empresariales, cosa que no sucedió entre 2013 y 2015. Las empresas han recuperado su capacidad de dar resultados, tanto en economías desarrolladas como en emergentes”, afirma.
Los dos factores que más inquietud producen en el mercado son la política monetaria de los bancos centrales y la inflación. Sobre la primera Gutiérrez-Mellado defiende que los mercados ya están descontando parte del efecto que tendrá la retirada de estímulos y tampoco espera que el Banco Central Europeo (BCE) suba los tipos este año. “El BCE dejará para verano el debate de cuándo debe de subir los tipos, mientras si no hay inflación, no hay presión por subirlos”, apunta.
Asignación de activos
Esta visión de mercado sigue dejando a la renta variable como la mejor opción para los inversores, pese a que suponga asumir más riesgo. “Los inversores seguirán siendo recompensados por tomar riesgo, aunque será una recompensa algo más ajustada; en parte porque las bolsas están más caras”, señala Gutiérrez-Mellado.
Para BlackRock, la renta variable seguirá siendo la estrella en 2018. “Nos mantendremos sobreponderados en renta variable en especial en mercados emergentes, Europa y Japón. Mientras que seremos más neutrales en Estados Unidos, ya que consideramos que es un mercado que se ha portado bien, pero mantiene unas valoraciones más altas. Respecto a los sectores, somos más optimistas en el financiero y el tecnológico, y nos inclinamos por aquellas empresas que están reforzando su política de dividendos”, explica Gutiérrez-Mellado.
Respecto a la renta fija, el responsable de BlackRock se muestra prudente y reconoce que mantienen sus carteras infraponderadas. “Claro que también hay oportunidades, pero hay que ser muy selectivos porque no todo vale” advierte y reconoce que hay “una falsa percepción de seguridad sobre los bonos soberanos”.
En su opinión es importante jugar con la duración de los bonos para capturar buenas rentabilidades. Entre los activos que más le gustan se encuentran los bonos estadounidenses ligados a la inflación, renta fija emergente y el crédito corporativo, pero de nuevo insiste: “Hay que ser muy selectivos”.
Atención con China
El optimismo que reflejan las valores de Gutiérrez-Mellado no significa que 2018 no tenga también una lista de riesgos. En su opinión los más complicados de medir son los geopolíticos.
“Ahora mismo estamos en una situación geopolítica similar a momentos anteriores a la crisis. Encontramos conflicto y tensiones entre Europa y Reino Unido por el proceso de Brexit, entre Estados Unidos y Corea del Norte, en Oriente Medio, en Venezuela por las sanciones que se proponen, y entre Estados Unidos y Latinoamérica por las negociaciones del NAFTA”, explica. Ahora bien, advierte que la experiencia de 2016 demuestra que “mientras haya una economía sólida, el mercado no tiene por qué revertir”.
Otro de los frentes que destaca como importante es China, que se enfrenta a una transición económica clave; por eso es uno de los factores más vigilados por BlackRock. En su opinión, la economía del gigante chino tiene por delante el reto de implementar las reformas, reducir la deuda pública y privada, y gestionar las tensiones con Estados Unidos por ser la potencial mundial.
“China ha pasado de apostar por la cantidad del crecimiento a apostar por la calidad. Durante los próximos años hablaremos de la calidad de su crecimiento, lo cual es una transición que puede generar tensiones a corto plazo”, concluye.