¿Debería preocuparnos que la Fed adelgace su balance? ¿Podríamos asistir a una reedición del taper tantrum? David Buckle, responsable de diseño de Soluciones de Inversión en Fidelity International está convencido de que la respuesta es un no rotundo a ambas cuestiones, “que no tendrán transcendencia alguna para los mercados financieros”, explica en una entrevista.
Buckle recuerda que en sus últimas actas, la Fed hizo alusión a una reducción de sus posiciones en los bonos comprados en el marco de su programa cuantitativo. Sin embargo, sostiene, la entidad no tiene nada que ganar sorprendiendo al mercado cuando decida recortar su excedente de reservas, y sí mucho que perder si la volatilidad se instala en la rentabilidad de los bonos.
“La Fed sabe que es un asunto muy sensible. Todavía está lamiéndose las heridas que le dejó el fuerte repunte que experimentaron los rendimientos —el famoso taper tantrum— cuando anunció que reduciría el ritmo de expansión de su balance”, dice.
¿Empezará la Fed a vender bonos para adelgazar su balance?
Los bonos del Tesoro pagan cupones y tienen una fecha de vencimiento. Para mantener su balance, la Fed tiene que reinvertir estos cupones y los pagos de principal, y así lo ha venido haciendo. Cuando llegue la hora de reducir su balance, puede vender bonos o dejar de reinvertir. Eso es lo que ha inquietado al mercado.
¿Está la Fed a punto de empezar a vender bonos?
Creo que la probabilidad es virtualmente cero, ya que sus connotaciones serían muy negativas para el mercado de bonos. Y la Fed está de acuerdo. Según las actas, los miembros del organismo acordaron que la reducción de las inversiones en títulos de la Reserva Federal debía ser gradual y predecible, y llevarse a la práctica principalmente mediante la reducción progresiva de las reinversiones del principal recibido de estos títulos.
¿Pero cuándo?
Las actas decían después, siempre que la economía marchase como estaba previsto, la mayoría de los miembros espera que continúen los aumentos graduales del tipo de los fondos federales y considera que a finales de este año probablemente sería oportuno modificar la política de reinversión del FOMC.
Tal vez 2017 sea demasiado pronto para que la Fed cambie su política de reinversión.
¿Cómo reaccionará la economía?
Dudo que la economía esté lo suficientemente fuerte como para que la Fed actúe tan rápido. Creo que no van a empezar a reducir los niveles de reinversión hasta 2018, aunque la Fed querrá informar sobre sus intenciones probablemente a finales de 2017, en su reunión de septiembre o diciembre. Preveo una subida de los tipos del 0,25% en la reunión de junio, sin más datos sobre la reducción del balance.
¿Cuál será el ritmo de reducción?
El valor actual del balance de la Fed es de 4,5 billones de dólares. En 2017 vencen alrededor de 160.000 millones de dólares, que creo que se reinvertirán. En 2018 vencerán 430.000 millones de dólares, lo que permitirá a la Fed reducir su balance a un ritmo de hasta 35.000 millones de dólares al mes. Los bonos con vencimiento en los siguientes cinco años ascienden a 1,3 billones de dólares, lo que supone una reducción de hasta 20.000 millones de dólares al mes.
Me parece un ritmo de reducción perfectamente sensato que recortaría el balance en un 70% en 2022. Obviamente, la Fed podría adelgazar su balance con más lentitud, reinvirtiendo cupones y principales. Si quisiera reducirlo más rápido, tendría que vender bonos.
¿Con qué herramientas cuenta la Fed?
No hay una urgencia real para drenar el excedente de reservas, salvo permitir que las nuevas actividades de las operaciones en el mercado abierto (como los tipos de interés sobre el excedente de reservas distintos de cero y el uso activo del mercado de repos) terminen antes. Pero estas actividades están siendo vigiladas de cerca por la Fed y en las últimas actas se constató su correcto funcionamiento. También están siendo usadas con éxito por otros grandes bancos centrales como instrumento de política monetaria. Dado que parecen funcionar bien, la Fed está sopesando mantener este enfoque. En este caso, la Fed tendrá que mantener un balance elevado y no necesitará en absoluto reducirlo mucho.
¿Qué consecuencias podemos intuir?
La conclusión de todo esto es que el taper tantrum conmocionó a la Fed y, por lo tanto, la entidad será muy transparente sobre los planes de reducción de su balance. Estoy de acuerdo en que los rendimientos ascenderán en paralelo a las subidas de los tipos de interés, pero me sorprendería que lo hicieran de forma brusca: la Fed hará todo lo que esté en su mano para evitarlo. Por consiguiente, no me daría excesiva prisa en reducir la duración. No tendrá un coste muy grande y será útil si encontramos problemas en una bolsa que, recordemos, está en máximos históricos.