Con el «no» de Grecia al programa de austeridad de la UE, pero manteniéndose firme en cuanto a su apoyo al euro, los negociadores se enfrentan a una dura batalla para detener el colapso del sistema financiero griego y encontrar un compromiso aceptable para todos los miembros de la UE, creen los expertos de Fidelity. Los mercados siguen siendo relativamente optimistas sobre el riesgo de contagio del euro, pero los riesgos de China añaden mas volatilidad en los mercados.
Anna Stupnytska, economista internacional de Fidelity Worldwide Investment, afirma que el ‘no’ de Grecia pasa varios riesgos a los inversores. Por ahora el BCE permanece enfocado en proporcionar estabilidad al sistema para evitar contagios a otros países de la zona euro. “Esto es cierto en la renta fija, pero en la renta variable veremos previsibles episodios de volatilidad hasta que se vayan aclarando los siguientes pasos”.
En este punto, los analistas de la firma estiman que de producirse fuertes correcciones en la renta variable, esto podría dañar la confianza de los inversores en el corto plazo, lo cual añadiría volatilidad adicional hasta que la situación se clarifique. “Los fundamentales en Europa siguen siendo muy fuertes, pero si la volatilidad continuara en el tiempo, podría empezar a dañar la confianza de los consumidores de la zona euro progresivamente y amenazar con frenar la recuperación. Adicionalmente, si hubiera una venta masiva en los mercados de renta variable, podría afectar a la economía real mediante un incremento de los costes financieros a las empresas”, explica Stupnytska.
Pero el tiempo corre y mientras que los líderes de la eurozona hacen lo posible por evitar un “Grexit”, el continuado apoyo a la adhesión de Grecia a la zona euro varía por países, siendo débil en Alemania. Allí, el 53% de los ciudadanos prefiere que Grecia salga del euro, según una encuesta. Es el porcentaje más alto de los países de su entorno. En el otro lado de la balanza se sitúa Suecia, el 40% de sus ciudadanos opta por hacer lo posible para que el país heleno se quede en la moneda única.
Paras Anand, responsable de Renta Variable Europea de Fidelity, recuerda que “en periodos de inestabilidad, los mercados tienden a olvidar que los factores macroeconómicos tienen una influencia muy pequeña en comparación con los datos fundamentales de las empresas. En cualquier caso, aunque el resultado del ‘no’ en el referéndum griego pone presión sobre los líderes europeos, el riesgo de un contagio al sistema financiero en su conjunto permanece relativamente bajo».
Por su parte, Dierk Brandemburg, analista de Renta Fija Soberana de Fidelity, sigue pensando que una salida de Grecia del euro es un escenario posible, pero no el más probable en el corto plazo. “Espero una reacción moderada de los líderes de la zona euro mientras Grecia se queda sin liquidez en cuestión de días. Mi supuesto es que el BCE trata de fomentar estabilidad y apoye a Grecia en tanto pueda. Probablemente siga manteniendo la línea de dinero de emergencia pero no la incremente. Esto aseguraría que las letras griegas podrían ser renovadas esta semana, lo cual daría solvencia a Grecia, pero no liquidez”. En este escenario, recuerda, los bancos griegos no podrían reabrir el martes como prometieron antes del referéndum. En lugar de ello, los controles de capital por parte del Gobierno Griego se podrían incluso recrudecer.
“Tsipras necesitaría aplicar rápidamente para un tercer rescate, pero éste tardará en negociarse varias semanas, por lo que la deuda que vence el 20 de julio no podría ser pagada por Grecia, lo que llevaría probablemente al BCE a extender un periodo de gracia de un mes», analiza Brandemburg.