En sus comentarios de este mes sobre las perspectivas de la renta fija, Andrea Iannelli, director de inversiones en renta fija de Fidelity International, comenta por qué mantiene la cautela este mes y señala que va a estar muy atento a la evolución de las disputas comerciales y las incertidumbres políticas en torno a la Fed, el BCE y el Brexit.
La Fed podría tener que actuar más pronto que tarde
El viejo dicho ‘vende en mayo y sal del mercado’ se cumplió una vez más este año, ya que los activos de riesgo comenzaron a sufrir presiones a raíz del aumento de las tensiones comerciales.
La escalada de las disputas comerciales se produce en un momento en el que el crecimiento mundial sigue siendo débil y la economía estadounidense no deja de desacelerarse y ponerse al mismo nivel que el resto del mundo. Los indicios disponibles apuntan a una tasa de crecimiento del PIB más baja de lo previsto en el segundo trimestre, probablemente inferior al 1% y sustancialmente por debajo de las expectativas que se manejaban hace apenas unas semanas. En esta coyuntura, el mercado ha descontado rápidamente las perspectivas en torno a la Fed.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. descendieron más de 30 puntos básicos en mayo y ahora se mueven cerca del 2%. Ahora se descuentan tres recortes de tipos por parte de la Reserva Federal durante los próximos doce meses y sus responsables también apuntan a que la entidad podría verse obligada a actuar más pronto que tarde. El hecho de que la Fed no haya contrarrestado los precios de mercado es bastante revelador y confirma su claro sesgo expansivo.
Aunque, desde un punto de vista macroeconómico, la hipótesis de referencia de Fidelity International es que la Fed mantendrá los tipos, la posibilidad de recortes ‘preventivos’ ha aumentado de forma considerable. Si las tensiones comerciales no remiten, y dado que es poco probable que se apruebe otra ronda de estímulos, podría ser necesaria una mayor aportación de la política monetaria para compensar las repercusiones de la guerra comercial. Por su parte, los bonos del Tesoro de EE.UU. deberían contar con un apoyo amplio conforme vaya evolucionando la situación macroeconómica en EE.UU., si bien en Fidelity International están muy atentos a los datos del mercado laboral, el bastión que todavía no ha caído.
Revisión de la exposición a duración europea
En cuanto a Europa, los tipos de la deuda del núcleo europeo siguieron los pasos de los bonos del Tesoro de EE.UU. y la búsqueda de la seguridad arrastró al Bund hasta mínimos récord. El argumento que planteaba Fidelity a comienzos de año en relación con el Bund y una posible subida de sus rendimientos a raíz de la estabilización macroeconómica europea está amenazado por el reciente giro de los acontecimientos en el plano comercial.
El deterioro de las perspectivas les llevó a revisar este mes su exposición a la duración europea. Siguen apostando por mantener posiciones cortas en los tipos del núcleo europeo atendiendo a factores estacionales. Sin embargo, incorporan posiciones a favor del aplanamiento de las curvas en los mercados core y semi-core como cobertura frente a nuevos repuntes de la aversión al riesgo en un momento en el que la deuda pública europea replicará la evolución de los bonos del Tesoro de EE.UU.
También son cautos en relación con los BTP italianos. Las elecciones al Parlamento Europeo dejaron un mayor apoyo a los partidos populistas, encabezados por Salvini y Le Pen. Sin embargo, el resultado no fue la victoria aplastante que muchos habían vaticinado y el Partido Verde y los Liberales -dos formaciones proeuropeas- consiguieron unos resultados muy buenos. No obstante, a escala nacional las repercusiones de las elecciones europeas siguen resonando. Así, la líder del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) dimitió tras el mal resultado cosechado por esta formación en Europa.
En Italia, entretanto, Salvini se siente respaldado por el amplio consenso conseguido a escala europea y ha cargado más las tintas contra la Comisión Europea ahora que se acercan las negociaciones sobre el déficit, que se celebrarán en otoño. El panorama macroeconómico sigue ensombrecido por la disputa comercial en curso. Los aranceles al sector automovilístico se han pospuesto hasta el otoño, aunque el problema ha salido del radar solo de forma temporal, mientras que el sector manufacturero sigue de capa caída.
En el plano de la política monetaria, el BCE amplió sus orientaciones sobre la evolución prevista de los tipos de interés. Ahora la entidad considera que los tipos de referencia continuarán ‘en los niveles actuales al menos hasta el primer semestre de 2020’. Se anunciaron más detalles sobre la nueva ronda de operaciones de refinanciación a largo plazo (TLTRO) y estos fueron acordes a lo previsto.
Si los datos macroeconómicos se deteriorasen considerablemente, el BCE está listo para actuar y dispone de un margen amplio para ello, lo que incluye la reactivación de los programas PSPP y CSPP. Una ‘operación twist’, por la que el BCE reinvertiría los bonos que lleguen al vencimiento en instrumentos con vencimientos más largos, también sería una herramienta aceptable para reducir la prima de riesgo si la situación lo justifica.
La compleja coyuntura británica se traduce en infraponderación
En el Reino Unido, el foco se ha posado en la carrera para elegir a un nuevo primer ministro tras la dimisión de Theresa May. La primera ministra saliente deberá hacer efectiva su renuncia a comienzos de junio y a finales de mes los parlamentarios conservadores habrán escogido a los dos candidatos que el partido votará en julio. Los candidatos parecen en su mayoría dispuestos a valorar un Brexit duro. Por su parte, la coyuntura macroeconómica británica sigue siendo compleja y los Gilts seguirán estando muy influenciados por otros mercados de deuda pública. Sin embargo, en el cómputo general Fidelity International mantiene una postura de infraponderación, debido principalmente a que la curva está plana y las valoraciones son elevadas.