Los tipos negativos en los mercados de renta fija y las elevadas valoraciones actuales de los mercados financieros son una de las principales preocupaciones para inversores y gestores. Un entorno en el que los inversores están subiendo peldaños en la escala de riesgo, en busca de un rendimiento que ya no encuentran en activos donde antes sí había retornos.
“Las políticas de los bancos centrales han tratado de disuadir al inversor de posicionar su capital en depósitos, e impulsarle al consumo, pero en la práctica esto no se ha conseguido, porque todo el mundo sabe cuánto puede consumir”, y eso no varía en función de la remuneración de los depósitos sino de la renta disponible –donde no ha habido avances, a excepción de en EE.UU.-.
Sebastián Velasco, director general de Fidelity International en España, explicaba en un reciente encuentro con periodistas en Madrid que el dinero no se ha destinado a consumo pero tampoco a los depósitos, sino a los activos de riesgo, en ese proceso de búsqueda de rendimiento y de evitar la pérdida del poder adquisitivo. Porque esa pérdia se ha producido al estar en efectivo: “El efectivo ha sido la peor y más cara clase de activo”, aseguró.
En resumen, este entorno de tipos bajos ha modificado el comportamiento del inversor, que ha buscado mayor riesgo, lo que está dando soporte a los precios actuales de los mercados. “Esta situación durará hasta que los bancos centrales asuman que los tipos de emergencia establecidos en 2008 tiene un recorrido limitado para estimular la economía y decidan empezar el proceso gradual de subidas”, añade.
Con todo, y a pesar de los riesgos que ve en el horizonte, la gestora se posiciona con un optimismo cauto. “Una teoría dice que los mercados alcistas empiezan con el pesimismo y acaban con la euforia. Si esto es cierto, el ciclo aún no ha tocado su fin, porque hay pocas señales de euforia en el mercado y hay mucho dinero pendiente de ser invertido”, explica Velasco. También ve a muchos inversores con cautela y un nerviosismo extendido sobre una posible corrección.
¿Cuándo llegará el fin del mercado alcista?
En este contexto, la gestora ve dos posibilidades para que llegue la corrección y termine el mercado alcista, que en ambos casos demandan un enfoque dinámico en renta variable: el primero sería un final eufórico, en el que los puntos álgidos del mercado podrían tardar mucho en materializarse de forma que el final podría llegar en al menos 12 o 18 meses. Y un entorno en el que la tecnología disruptiva podría ser la temática que alimentara una “exuberancia irracional” (al igual que en otros momentos han hecho China o Internet), una de las características de la euforia junto con la complacencia en valoraciones y el miedo a quedarse fuera.
El segundo, un mercado lateral, en el que simplemente no se vea ninguna euforia sino un largo periodo de consolidación, “un mercado lateral que volvería a niveles medios, pero que posibilitaría la diferenciación entre sectores y valores individuales” y favorecería estrategias de selección de acciones basadas en las valoraciones y los beneficios, en lugar de en la fortaleza del mercado.
Interés por MiFID II
Sobre el mercado español, Velasco aseguró que la transposición a la que obliga la directiva es «muy positiva» para los inversores, porque permitirá que sepan si lo que pagan vale eso realmente, y porque fomentará una competencia sana en torno a los costes, que en su gestora ya han iniciado. Así, desde finales del año pasado, Fidelity International ya trabaja para ajustar sus costes a la nueva realidad.