Las bolsas de los países emergentes subieron con fuerza en 2016: los acontecimientos políticos nacionales, la recuperación de las materias primas y la búsqueda de rendimientos fueron algunos de los principales desencadenantes de la rápida subida de estos mercados.
En gran parte, este ascenso fue indiscriminado y, en opinión de Nick Price, responsable del equipo de Renta Variable Emergente Mundial de Fidelity, se dejaron de lado los fundamentales a largo plazo. En esta entrevista, el gestor aborda algunos de los factores que van a influir en los activos de los mercados emergentes en 2017 y desgrana los argumentos que sostienen el posicionamiento actual de la cartera. Su repaso a China, India o Rusia proporciona algunas claves para entender qué pasará con los mercados emergentes este año.
¿Cómo ha determinado el 2016 su visión para este año?
En 2016 hubo varios aspectos que plantearon enormes dificultades. Es indudable que Brasil fue un mercado difícil por las fuertes oscilaciones de las cotizaciones. Espoleada por un entorno político más positivo, Petrobras ganó un 220% entre los mínimos de enero y los máximos de octubre, a pesar de ser una de las empresas más endeudadas del mundo.
Cuando repaso el tiempo que llevo al frente del fondo, veo que hemos experimentado estos periodos antes y me reafirmo en que hay que pensar a medio-largo plazo a la hora de invertir. Seguimos centrándonos en comprar excelentes negocios que acrecienten su valor a lo largo del tiempo, y este enfoque es lo que sostiene un buen historial a largo plazo. En 2016, vimos cómo estos negocios caían, lo que lastró los resultados de la cartera.
¿Qué ejemplos puede poner?
Recordaría a los inversores que los cambios como la desmonetización que ha sufrido la India o las dudas en torno a las remesas crean oportunidades en general, aunque el sentimiento puede tener una gran incidencia en la valoración a corto plazo.
Uno de estos ejemplos es HDFC, una de las mayores posiciones del fondo, que se ha visto golpeada por la desmonetización, pero el mercado comienza a centrarse en sus resultados, por lo que debería ver revisada al alza su valoración a medida que la economía india avance hacia un marco más formal. En términos generales, los beneficios no han decepcionado y nuestros precios objetivo no han cambiado, lo que, por definición, significa que vemos potencial alcista en la cartera. Confío en que 2017 será un mejor año.
¿La apuesta reflacionista va a continuar?
Mucho se ha hablado de la apuesta reflacionista, algo que diríamos que comenzó antes de la victoria de Trump. Aunque los planes futuros para las infraestructuras estadounidenses mejoran la visión sobre las materias primas, palidecen cuando se comparan con la respuesta de la demanda y la oferta de China. Nuestras estimaciones apuntan a que el impulso al gasto en infraestructuras en China durará otros 18 meses.
¿Y eso qué supone?
Para calibrar mejor el potencial de beneficios a lo largo del ciclo, nuestros analistas fundamentan sus estimaciones en supuestos sobre los precios de las materias primas a largo plazo, en lugar de los precios al contado. Aunque vemos un entorno más positivo para las materias primas, actualmente nuestros análisis apuntan a que, por el ejemplo, los precios del mineral de hierro son demasiado altos.
Dentro de nuestro universo, la brasileña Vale continúa replicando las alzas del mineral de hierro, con independencia de los recortes de capacidad en la industria acerera china. Se trata de una observación importante, dado que para producir acero se utiliza mineral de hierro.
Por otro lado, contamos con una buena exposición a un amplio abanico de negocios en el sector de los materiales, lo que se traduce en una sobreponderación moderada frente al índice de referencia. Nuestras inversiones siguen enfocadas en los productores de bajo coste con balances sólidos que pueden generar flujos de caja libre y pagan dividendos a sus accionistas a lo largo del ciclo bursátil.
¿Hay razones para invertir en áreas infravaloradas?
Las acciones infravaloradas vivieron una buena racha en 2016 y, por tanto, sus múltiplos han subido hasta sus medias a largo plazo. Por el contrario, los valores de calidad y crecimiento han caído de forma acusada. Si nos fijamos en el universo de inversión, vemos ejemplos de empresas que, en apariencia, están baratas.
¿Están los bancos chinos entre ellas?
Los bancos chinos cotizan aproximadamente a 0,8 veces su valor en libros. Sin embargo, existen razones para el escepticismo. Nos preocupa la calidad de las carteras de préstamos. Nuestros analistas calculan que, en total, entre un 10% y un 12% de las carteras de préstamos de China son improductivas, lo que podría borrar de un plumazo el valor de los recursos propios. Aunque no apreciamos ningún catalizador a corto plazo, creemos que existe un riesgo muy real a medio plazo de que se produzca una enorme recapitalización de estos bancos y los consideramos como “trampas de valoración”.
¿Dónde buscar entonces?
Aunque seguimos siendo cautos sobre estas “trampas de valoración”, las valoraciones atractivas siguen siendo un ingrediente esencial de lo que buscamos, dado nuestro énfasis constante en identificar empresas que pueden ofrecer unos niveles interesantes de rentabilidad total para el accionista. Sberbank se incorporó al fondo el año pasado, ya que el negocio cotizaba a 1,1 veces su valor en libros, con una rentabilidad sobre recursos propios del 20%. Si lo comparamos con un banco brasileño que presenta una rentabilidad sobre recursos propios de entre el 15% y el 19% y pagamos 1,7 veces su valor en libros, vemos que existe una enorme diferencia en el múltiplo que se asigna en los diferentes mercados.
Ya que menciona Sberbank, ¿cómo conjuga la mejoría de la economía rusa con los riesgos de inversión?
Llevo quince años estudiando la bolsa rusa y es importante ser consciente de que es una economía muy corrupta, con los problemas que eso conlleva. También insistiría en que ninguno de mis razonamientos responde a una reducción de las sanciones o a una relación más estrecha entre Putin y Trump. Sin embargo, se observan señales de mejoría en la coyuntura económica de Rusia que pueden ser beneficiosas para las empresas a las que podemos acceder como inversores.
¿Qué peso tiene en esa mejoría de Rusia los precios del petróleo?
Seguimos creyendo que el precio del petróleo debería subir hasta el entorno de los 60-65 dólares por barril, y eso está ampliamente descontado en los valores del sector petrolero. Por lo tanto, no nos fijamos en estos valores. Para mí, el atractivo de Sberbank es que domina el panorama en Rusia de una forma que la mayoría de los bancos de otros países en desarrollo no puede hacer.El dominio del mercado le da acceso a un enorme porcentaje de los beneficios potenciales y de los depósitos.
El sector de los materiales es un área donde también tenemos algunas posiciones: NLMK es el productor de acero con menores costes del mundo y se beneficia de su integración vertical (es decir, mineral de hierro y carbón cautivo), que proporciona una ventaja en el plano de los costes. En general, las acereras rusas salieron de la crisis financiera mundial increíblemente endeudadas y, en muchos casos, en quiebra. Se embarcaron en grandes programas de recortes de costes y, a consecuencia de ello, han creado una bolsa sostenible y mucho más grande de beneficios potenciales.