La confianza de los equipos directivos y de los inversores retorna a las economías y las bolsas, tras un periodo prolongado de incertidumbre. Así lo pone de manifiesto la última Encuesta a Analistas de Fidelity Worldwide Investment, que pone de relieve que la proporción de empresas optimistas ha aumentado con respecto al año anterior.
Asimismo, las opiniones de 128 analistas de Fidelity que trabajan en Europa y Asia manifiesta que la confianza y los fundamentales de las empresas son más favorables en los mercados desarrollados que en los emergentes: EE.UU. destaca sobre el resto de países.
Para Henk-Jan Rikkerink, responsable de Análisis de Renta Variable para Europa y EE.UU. de Fidelity Worldwide Investment: «La encuesta de este año sugiere que los equipos directivos de las empresas están más dispuestos a invertir después de un periodo prolongado de cautela. A consecuencia de ello, estamos entrando en un entorno más diferenciado en el que los catalizadores específicos de los valores probablemente tengan mayor relevancia en las rentabilidades de la inversión. Esperamos que el liderazgo del mercado lo asuman los negocios de calidad, especialmente aquellos pertenecientes a sectores donde pesa mucho la propiedad intelectual, como los productos farmacéuticos y la tecnología».
Las principales conclusiones del estudio se centran en tres ejes:
· Vuelta de los inversores a la confianza
Los equipos directivos han dejado de preocuparse por el «fin del mundo»: los grandes riesgos extremos, como el hundimiento del sistema financiero o el contagio, son cada vez menos probables. Se prevé una recuperación de la inversión empresarial desde unos niveles históricamente bajos, aunque la magnitud y el ritmo de esta recuperación parece que serán más calmados de lo que cree el consenso del mercado. Dos de los mayores contribuidores históricos a la inversión empresarial en términos absolutos han sido los sectores de energía y materias primas. Sin embargo, estos sectores se anotan los resultados más negativos en la encuesta. Por el contrario, salud y consumo discrecional son sectores que se sitúan en cabeza en lo que respecta a las expectativas de los analistas en torno al incremento de la inversión empresarial.
· Preferencia por los mercados desarrollados, con EE.UU. como la economía más destacada
En cuanto a regiones, el estudio pone de relieve una clara división entre los mercados desarrollados y los emergentes. Lo anterior no sorprende, a la vista del entorno actual de fortaleza del dólar y el acusado descenso de la demanda de materias primas. EE.UU. emerge como el mercado más fuerte en áreas como la confianza empresarial, las perspectivas para la inversión empresarial, el potencial de crecimiento del dividendo y la salud financiera. Por sectores, también destaca un claro contraste relacionado con lo anterior: los sectores con resultados más positivos en líneas generales son los ligados a la economía del conocimiento, como farmacia, tecnología y servicios financieros, además del consumo.
Desde la perspectiva de la renta fija, Asia muestra fundamentales crediticios más débiles frente al mundo desarrollado, si bien las valoraciones asiáticas pasan por compensar ampliamente los riesgos.
En lo que respecta a la deuda corporativa el ciclo crediticio se encuentra en proceso de maduración: el apalancamiento está incrementándose y las valoraciones se van ajustando. El riesgo de acontecimientos será el tema dominante para los inversores durante los próximos doce meses y eso dará lugar a ganadores y perdedores en el mercado de bonos.
· El foco se ha puesto en las iniciativas favorables a los accionistas
Una de las respuestas más claras de la encuesta tenía que ver con los dividendos; así, los analistas indicaron que una gran mayoría de las empresas que cubren probablemente mantenga (54%) o aumente (40%) los dividendos. Las empresas financieras, algo que quizá no sorprenda después de la crisis financiera de 2008/2009, y las empresas de atención sanitaria son las que se muestran más proclives al aumento de los dividendos. Japón y EE.UU. son las regiones que concentran mayores esperanzas de incremento de los dividendos, aunque esto puede depender en parte del hecho de que el nivel total de dividendos es inferior en estos mercados de lo que suele ser habitual en el Reino Unido y Europa, por lo que hay más margen para el crecimiento de los dividendos en estas regiones. El estudio también pone de manifiesto que para el 85% de los analistas las operaciones corporativas serán una prioridad de cara al futuro. La mayor parte de los analistas espera un volumen moderado de operaciones corporativas, un 15% un gran volumen y sólo una pequeña minoría las ve como una gran prioridad estratégica.
La Encuesta a Analistas de Fidelity se elabora anualmente y constituye un barómetro de la confianza empresarial. «Nuestro proceso de análisis nos ayuda a identificar toda una serie de ganadores a largo plazo con fundamentales sólidos. Este es el tipo de valores que suele ser recompensado por los inversores cuando miran más allá de los factores macroeconómicos», explica Henk-Jan Rikkerink.
También identifica algunas de las tendencias de inversión a largo plazo que previsiblemente darán forma a la economía mundial y a los mercados financieros en los próximos años. La encuesta recoge las respuestas de 128 analistas ubicados en Europa y Asia y ofrece una perspectiva poco usual sobre el proceso de inversión fundamental de Fidelity.