El movimiento reflacionista sigue intacto, pero el mercado espera picos ocasionales de volatilidad al calor de los repuntes y recaídas de los datos de crecimiento e inflación. Los inversores esperan impacientes los detalles de las medidas de las políticas de crecimiento del presidente Trump (rebajas de impuestos e inversión en infraestructuras). Aunque, los anuncios hechos hasta la fecha parecen indicar que Trump está dispuesto a cumplir lo que prometió, los mercados demandan más pruebas y menos vaguedades y bravatas.
En lo que respecta a la renta variable estadounidense, Fidelity cree que el crecimiento de los dividendos en el mercado estadounidense arroja unas perspectivas positivas.
“El índice S&P 500 ha replicado el incremento constante de los pagos de dividendos en Estados Unidos durante todo este mercado alcista. A finales de 2016, nos quedamos ligeramente por debajo de 47 dólares por acción. Sin embargo, el porcentaje de distribución de beneficios es de tan solo el 38%. Ahora que el crecimiento de los beneficios se está acelerando otra vez, el pago de dividendos podría crecer entre cuatro y cinco dólares al año”, explica la gestora en un informe.
Esto significa que a finales de 2019 el S&P 500 repartiría 60 dólares por acción frente a 25 dólares en el punto álgido del último mercado alcista en 2007. Con 60 dólares por acción y una rentabilidad por dividendo del 2%, esto supondría 3.000 enteros en el S&P 500 en 2019. Sin embargo, apuntan los analistas de Fidelity, dado que los tipos de interés están subiendo, eso supone una rentabilidad por dividendo del 2,25% y un nivel de 2.700 enteros en el índice. “Sea como fuere, a este mercado alcista le quedan todavía varios cientos de puntos de recorrido”, sentencia.
Crecimiento de los beneficios de dos dígitos en 2017
Fidelity cree que tras un 2016 plano, en 2017 asistiremos a una recuperación de los beneficios de dos dígitos, lo que posibilitará que los movimientos de los mercados estén impulsados por los beneficios, en lugar de por la expansión de los múltiplos.
“Pronosticamos un crecimiento de los beneficios del 10,3% en 2017 y una rentabilidad sobre el capital del 16,1%, basándonos en la suma de los modelos de previsiones que aplican nuestros analistas a cada valor. Dado que las empresas del S&P 500 tienen aparcado en el extranjero en torno a 1 billón de dólares en beneficios, la cacareada reforma tributaria de la administración Trump para repatriar ese dinero podría estimular la inversión y los bene cios futuros”, estima.
Sin embargo, la gestora estima que hay muchas probabilidades de que gran parte de este dinero se reparta entre los accionistas en forma de dividendos y recompras de acciones. Según sus datos, en 2017 las recompras podrían alcanzar un volumen récord de 780.000 millones de dólares. “Si a eso le añadimos unos aproximadamente 460.000 millones de dólares en dividendos, podríamos estar ante el reparto más generoso jamás realizado por las empresas en la historia”, concluye.a finales de 2019 el S&P 500 repartiría 60 dólares por acción frente a 25 dólares en el punto álgido del último mercado alcista en 2007