La pandemia trajo consigo un debate que sigue candente tres años después: la necesidad de revisar las condiciones laborales de los trabajadores, y no solo en lo relativo a los sueldos, sino también en aspectos como el teletrabajo. Con la reapertura de las economías y la vuelta a la normalidad, cabría pensar que este tipo de exigencias se han ido diluyendo, pero nada más lejos de la realidad: uno de los resultados de la Encuesta de Analistas de Fidelity International 2023 – que se publicará el mes que viene a partir de las respuestas de 152 analistas- subiere que las empresas se están comprometiendo con las iniciativas que surgieron en los últimos años o redoblándolas en un intento de mantener contento al equipo. Como muestra el gráfico adjunto, de hecho en algunos sectores el bienestar de los empleados y su salud mental continúan ganando importancia.
El por qué es “una cuestión espinosa”, explican los expertos de Fidelity Fiona O’Neill, Patrick Graham, Ben Traynor y Oliver Godwin-Brown. “La explicación más sencilla es que muchas compañías tienen años de experiencia en iniciativas como talleres de bienestar o programas de asistencia a empleados y en ventajas para empleados como suscripciones a gimnasios que promueven el bienestar físico y mental. A los empleados les gustan estas ventajas y se han convertido en apuestas que los empresarios ponen sobre la mesa, sin las cuales tendrán problemas para atraer o retener al personal”, detallan.
A esto se debe añadir, según el análisis a cuatro manos de Fidelity, que “el aislamiento social y el estrés que trajo el covid también hizo de la salud mental de los empleados un problema que requería gestión diaria y cambió la manera de relacionarse los directivos con los trabajadores”.
A partir de esta lectura de la encuesta, los expertos observan que “las empresas se aferran a lo que funciona y otras se suman a ello”, pero afirman que en otras partes de la encuesta “hay indicios de que también pueden estar en juego más motivaciones de tipo comercial”. Por ejemplo, explican que tanto en Europa como en Estados Unidos las empresas están teniendo que gestionar las peticiones de los empleados, después de un año de inflación alta.
Lo que muestra la encuesta de Fidelity es que “mientras que las presiones sobre costes no laborales se están desvaneciendo rápidamente, esto no pasa con los costes laborales”, por lo que aseveran que “la remuneración en especie pueda ser una manera de evitar que los salarios suban en espiral o que el personal abandone el barco”. Otro ángulo más prosaico de ver esto es que “se puede razonar que el alza en el coste de la vida ha creado más demanda de apoyo a la salud mental por parte de los empleados que tienen dificultad para llegar a fin de mes”.
A pesar de esta importancia creciente, los expertos consideran que es justo destacar que la encuesta refleja un año más que “el bienestar de los empleados todavía está muy abajo en la lista de prioridades de las empresas, por detrás de algunos obvios como la preservación o el crecimiento de ingresos o los costes de gestión”. Por sectores, los analistas de Fidelity que cubren el de tecnología se ponen a la cabeza de quienes esperan que este año se preste más atención al bienestar de la plantilla… aunque “no evitará que recorten puestos de trabajo, como se ha visto el mes pasado”.
“Las empresas se preocupan por mantener contentos a sus empleados, sobre todo en sectores que dependen en gran medida del capital humano, pero la cuenta de resultados siempre será, bueno, la cuenta de resultados”, concluyen desde Fidelity.