El sector del consumo chino ha tenido que afrontar tres grandes retos en los últimos meses, de acuerdo con el análisis de Hyomi Jie, gestora del Fidelity Funds China Consumer Fund. El primero tiene que ver con la exclusión voluntaria de las empresas estatales (SOEs) y el riesgo de exclusión de los ADR chinos. La gestora explica que el pasado 26 de agosto, el Consejo de Supervisión Contable de Empresas Públicas (PCAOB) y la Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC) firmaron un acuerdo inicial que permite al PCAOB acceder a los documentos de auditoría para su inspección, “lo que supone una señal positiva de resolución del exceso de ADR chinos” indica la gestora, que no obstante señala que la preocupación por la exclusión de la cotización de los ADR “está perjudicando a la liquidez y al sentimiento más que a los fundamentales de las empresas”.
El segundo reto tiene que ver con el empeoramiento del sentimiento inmobiliario. “Se trata de un proceso doloroso con fuertes presiones sobre los promotores privados excesivamente apalancados”, explica la gestora, que encuentra “decepcionante” que los reguladores chinos no hayan mostrado “un apoyo evidentemente significativo, aparte de la garantía de finalización de la propiedad a tiempo”. Por este motivo, aunque el valor de las hipotecas de riesgo parece pequeño en el contexto del crédito total a los hogares, la gestora declara que “es crucial que el gobierno restablezca la confianza de los compradores de vivienda”. Desde Fidelity esperan por tanto más medidas por parte de las autoridades chinas, aunque su visión es que, a medio y largo plazo, “las empresas públicas más fuertes y con mejores propiedades, con balances sólidos, van a ganar una cuota de mercado significativa durante el periodo de consolidación”.
El último gran reto es la poca visibilidad sobre la estrategia de salida de la política de Covid cero: “Aunque tenemos que afrontar el hecho de que el fuerte impulso de recuperación anterior tras los confinamientos puede no ser sostenible y la débil demanda de consumo debida al resurgimiento del virus y a las restricciones de la actividad en China permanecerá más tiempo con nosotros, el sentimiento del consumidor está tocando claramente fondo”, afirma Hyomi Jie. “Con una política más matizada y optimizada tras el importante evento político del cuarto trimestre de este año, es razonable esperar que la situación de la demanda se vuelva más saludable”, añade.
¿Qué ha estado monitorizando la gestora?
En este contexto económico, la gestora ha estado monitorizando tres grandes grupos de datos por su posible impacto sobre el FF China Consumer Fund. El primero es la liquidez, pues constata un incremento del total de financiación social y el impulso crediticio desde finales de 2021 dada la política monetaria más laxa que ha adoptado China en los últimos tiempos. Pese al aumento de la oferta monetaria, la gestora observa que “la demanda de esta liquidez en el sector privado ha sido agitada y bastante débil, ya que las empresas y los particulares se muestran cautelosos con el actual entorno macroeconómico”. Sin embargo, teniendo en cuenta la abundante oferta, su punto de vista es que “una vez que la demanda de dinero vuelva, incluso un pequeño cambio delta en la demanda puede reflejarse muy positivamente en el mercado”.
La experta cita en segundo lugar el riesgo regulatorio/político, que destaca como “un factor crítico” dado que “los últimos 18 meses del ciclo político han sido inéditamente difíciles”, aunque considera que ya ha pasado lo peor. “Los dirigentes se han comprometido a intensificar el apoyo necesario a la economía y han continuado desplegando el apoyo fiscal y monetario en los últimos meses”. En cuanto al riesgo geopolítico externo, Hyomi Jie considera que también se le debe prestar atención “aunque es muy poco probable que se siga materializando”.
Finalmente, la experta ha estado vigilando las previsiones de beneficios; si bien se espera que el aumento de los riesgos de recesión en EE.UU. y las continuas políticas restrictivas de la COVID actúen como un lastre, el ritmo de las revisiones a la baja de los beneficios está disminuyendo, “lo que significa que el nivel de expectativa de los inversores es bastante bajo”. De hecho, la gestora ha empezado a ver mejoría en ciertos sectores; cita como ejemplo el espacio de Internet en China, donde está viendo revisiones al alza en previsión de una mejora de los beneficios en un futuro cercano.
La conclusión de Hyomi Jie es optimista: “Teniendo en cuenta la mejora de los datos anteriores, creo que lo peor ya ha pasado y que estamos empezando a ver cómo surge valor, dado que los retos y las expectativas (valoración y sentimiento) están ampliamente expuestos y comprendidos, mientras que la realidad (beneficios fundamentales) está mejorando”.
La gestora de Fidelity añade a estos factores el hecho de que, si bien China no es completamente inmune a amenazas macro como la inflación, hay algunos factores que la llevan a tener su propio ciclo: “Alto nivel de autosuficiencia, especialmente en alimentos y energía, un mercado de consumo interno suficientemente grande, un ciclo de tipos con más margen para recortar, desvinculación de EE.UU. en materia de aranceles, tecnología y mercados de capitales”.
Desde el punto de vista de la selección de valores, la gestora sigue centrándose en los riesgos idiosincrásicos de las empresas individuales, reduciendo los valores con alta exposición directa o indirecta a los riesgos geopolíticos y añadiendo valores que podrían beneficiarse de la desvinculación y de las tendencias de sustitución de las importaciones.
La cartera del fondo ha tenido exposición a empresas de consumo discrecional y a algunas empresas industriales, mientras que ha infraponderado sectores de valor (bancos, energía) y excluido otros, como fabricantes de automóviles eléctricos. Entre los detractores a la rentabilidad cita a Bilibili, que cayó por el temor al riesgo de exclusión de la cotización del ADR y por las reformas normativas relativas al espacio de Internet; a Shenzhou International, dedicada a exportaciones de ropa deportiva, al sufrir la contracción de la demanda en el extranjero, y al minorista de juguetes coleccionables Pop Mart International, que sufrió el aumento de los costes de las materias primas y la producción.
Entre los contribuyentes a la performance destaca al líder de seguros de vida AIA Group y a compañías de consumo básico como Kweichow Moutai y Budweiser Brewing, que experimentaron un crecimiento de dos dígitos; también a valores del sector de consumo discrecional relacionado con la reapertura de la economía, como el operador de casinos de Macao, Galaxy Entertainment, resultaron rentables para el fondo. “En general, la rentabilidad del fondo está en consonancia con el índice de referencia en lo que llevamos de año, a pesar de los vientos en contra derivado de los riesgos de recesión mundial, la incertidumbre geopolítica y el impacto de COVID-19 en China”, concluye la gestora.