Esta mañana hemos despertado con la impactante noticia de la invasión de Ucrania. Las inmediatas caídas generalizadas de las bolsas asiáticas se están replicando en las europeas, y en breve ocurrirá lo mismo con Wall Street.
No obstante, y pese al lógico nerviosismo que se ha apoderado de los mercados, desde Fidelity International nos recuerdan que los inversores deben mirar más allá de este ruido ensordecedor y no dejarse arrastrar por el mismo. Hay que mantener la cabeza fría para evitar dañar las carteras en el medio y largo plazo.
La volatilidad es algo normal dentro de la inversión a largo plazo
La volatilidad bursátil es una parte inevitable e indisociable de la inversión. Es el resultado de unas reacciones excesivas por parte de los inversores a los cambios económicos, políticos y empresariales. La mentalidad es clave: cuando los inversores están preparados desde comienzo para los episodios de volatilidad, hay mayores probabilidades de reaccionar racionalmente y de que se siga centrado en los objetivos a largo plazo.
Como advirtieron los famosos inversores Warren Buffet y Peter Lynch, a menos que un inversor sea capaz de controlar sus emociones y no dejarse arrastrar por el tono general del mercado, es mejor que evite la renta variable. En palabras de Buffet: «A menos que puedas ver cómo tus inversiones en acciones pierden un 50% sin caer en el pánico, no deberías invertir en bolsa». Por su parte, Lynch recuerda que «todo el mundo tiene la capacidad mental para ganar dinero en la bolsa, pero no todo el mundo tiene estómago. Las personas susceptibles de venderlo todo en un momento de pánico deberían evitar totalmente las acciones y los fondos de inversión».
Desde Fidelity recuerdan que invertir en los mercados financieros puede ser una empresa compleja, aunque lucrativa, que requiere sólidas habilidades de análisis, una mentalidad racional y cerebral, un horizonte a largo plazo y paciencia a partes iguales. «Los inversores que se preparan para las correcciones, o que intentan anticiparse a ellas, han perdido mucho más dinero que el que se ha perdido en las propias correcciones», señala Peter Lynch, en una de sus reflexiones más populares.
A largo plazo el riesgo suele tener recompensa
En el largo plazo, el riesgo bursátil suele obtener recompensa. En los últimos 10, 20, 50 y 95 años la rentabilidad de las acciones ha superado consistentemente a la de la deuda pública y la liquidez. Si un inversor hubiera comprado acciones por valor de 100 dólares en 1925, a finales de 2020 hubiera obtenido unos 54.892 dólares, frente a los 1.257 de la deuda pública o los 148 de la liquidez.
Además, después de cada corrección suelen surgir oportunidades de inversión, por lo que resulta fundamental no dejarse llevar por el sentimiento del mercado.
Es importante mantener la calma en las jornadas más volátiles, tratando de no salir y entrar en el mercado, pues perderse los mejores días del mercado puede afectar considerablemente las rentabilidades a largo plazo.
10 mensajes para recordar cuando la volatilidad golpea
Por último, desde Fidelity International quieren recordar a los inversores el siguiente decálogo de recomendaciones:
- La volatilidad es parte normal de la inversión
- Los inversores a largo plazo suelen verse recompensados por asumir riesgo de renta variable
- Las correcciones del mercado pueden crear oportunidades atractivas
- Se debe evitar salir y entrar de las inversiones
- Los beneficios derivados de las inversiones periódicas se acumulan
- La diversificación de las inversiones ayuda a genera rentabilidades más homogéneas
- Hacer hincapié en las rentas aumenta las rentabilidades totales
- Invertir en valores de calidad da fruto a largo plazo
- No hay que dejarse arrastrar por el tono general del mercado
- La inversión activa puede ser una estrategia de éxito
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