La carrera para conseguir la neutralidad en emisiones de carbono ha comenzado. Casi una cuarta parte del total de compañías será neutral en emisiones de carbono al final de esta década, según los datos que arroja la última encuesta a analistas de Fidelity International. Para lograrlo, las empresas deberán reducir drásticamente sus emisiones de alcance 1, 2 y 3. Estas incluyen emisiones que provienen directamente de la actividad propia de las compañías y de la energía que consumen, así como las emisiones indirectas realizadas a lo largo de sus cadenas de valor. Mirando más adelante, los analistas creen que un 43% de las empresas lograrán ser neutrales en emisiones de carbono en 2040, y que un 66% lo conseguirá en 2050.
Las previsiones de Fidelity se basan en los planes actuales de las empresas, por lo que esperan que éstos se revisen al alza en los próximos años a medida que la reglamentación se endurezca, nuevos consejeros delegados tomen las riendas y las prácticas sólidas en materia ESG se conviertan en un punto de partida para atraer el capital de los inversores.
Las compañías europeas son actualmente las que van más adelantadas, ya que los analistas de Fidelity calculan que un 30% de ellas serán neutrales en emisiones de carbono en 2030. Esto pone de manifiesto hasta qué punto la sostenibilidad está integrada en la región. Como ya sucediera en la Encuesta a Analistas del pasado año, Europa vuelve a contar con el mayor porcentaje de analistas que refiere un crecimiento en la actividad ESG en la mayoría de las compañías.
“Ya no hay ni una sola conferencia telefónica en la que las empresas no mencionen la dimensión ESG”, explica un analista que cubre materiales en Europa. “En las raras ocasiones en las que no pregunto al respecto, ellos siempre sacan el tema al final de la reunión”.
EE.UU. podría cerrar la brecha de sostenibilidad respecto a Europa
Otras regiones podrían acabar cerrando la brecha respecto a Europa. Joe Biden, el nuevo presidente de EE.UU., fue elegido apoyado en un ambicioso programa climático con el objetivo de descarbonizar la generación de electricidad en el país para 2035. De hecho, las cuestiones sobre sostenibilidad continúan escalando puestos en la agenda de las empresas estadounidenses. El porcentaje de los analistas que refiere un mayor énfasis en los factores ESG en la mayoría de las empresas que cubre ha aumentado hasta el 58%, frente al 49% del año anterior. Aunque los cambios anunciados por el presidente Biden impulsarán estas iniciativas, aún queda mucho camino por recorrer.
“La sensibilización acerca de las políticas ESG en EE.UU. continua siendo mucho menor que en Europa”, apunta un analista de servicios financieros que cubre Norteamérica, añadiendo que “la brecha se ha ampliado en 2020”.
Esto podría reflejar un reciente cambio normativo en EE.UU. que desincentiva que los gestores de inversiones tengan en cuenta factores no financieros, como las políticas ESG, a la hora de adoptar decisiones. Existen muchas expectativas de que esto vaya a cambiar ahora, y de que las consideraciones en materia de sostenibilidad pasen a formar parte de las obligaciones fiduciarias de los gestores.
De los analistas de Fidelity que cubren China, un 25% cita un creciente énfasis en las políticas ESG en la mayoría de sus empresas, tras un estancamiento en el entorno del 15% en los tres años anteriores. Esto podría ser un primer reflejo del objetivo de neutralidad en emisiones de carbono de China para 2060.
Pero queda mucho trabajo por delante. Por ejemplo, un 68% de los analistas de Fidelity en China no espera un aumento en el nivel de divulgación de las empresas acerca de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas en los próximos 12 meses, en comparación con la media del 34% de los analistas que cubren otras regiones.
“Las cuestiones ESG no están por lo general entre las prioridades de mis compañías”, afirma un analista que cubre industria en China. “La divulgación es limitada y solo cuando preguntas específicamente se prestan a dialogar sobre ello”.
Esto encaja con el China Stewardship Report de Fidelity, de diciembre de 2020, en el que se muestra que las compañías chinas sí responden a los llamamientos de diálogo sobre políticas ESG de los inversores, si bien la presentación de informes sobre sostenibilidad está menos extendida que en otros lugares.
Las empresas vuelven a poner el foco en las prioridades anteriores al COVID
El año pasado ha traído consigo una profunda reconfiguración en muchos ámbitos, incluidas las empresas. A lo largo del mismo, en Fidelity han detectado variaciones en las prioridades de las compañías. En la encuesta mensual de Fidelity de noviembre de 2020, le gestorá pidió a sus analistas que clasificaran las prioridades de las empresas que cubren y las compararan con las de enero de 2020.
Sus respuestas revelaron que factores sociales como el bienestar de los empleados y de los grupos de interés externos habían cobrado mayor relevancia durante la pandemia.
En la Encuesta a Analistas 2021, Fidelity pidió a sus analistas que clasificaran las mismas prioridades para sus empresas de cara al siguiente año. Los resultados muestran que este año las empresas están volviendo a poner el foco en las prioridades anteriores a la pandemia, como la inversión en crecimiento, la rentabilidad para los accionistas y las fusiones y adquisiciones, mientras que los factores sociales están retrocediendo posiciones en sus agendas.
Esto sugiere que sus estrategias sobre ESG están fuertemente influidas por los cambios en las políticas públicas y en el comportamiento de los inversores, así como por el discurso imperante.
Aunque los factores medioambientales probablemente retomarán el protagonismo entre las consideraciones ESG a medida que la crisis del COVID-19 amaine, la encuesta sugiere que las cuestiones sociales seguirán siendo importantes, sobre todo conforme los riesgos derivados del clima comiencen a impactar con mayor fuerza en las poblaciones y a dejar al descubierto las diferencias sociales existentes.
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