Se aproxima el invierno y, con él, una crisis energética que afectará a gran parte de Europa, ya que la guerra que sigue librándose en Ucrania altera gravemente el suministro de gas en la región. Los tipos de interés de los mercados desarrollados continúan subiendo, lo que conducirá a Europa y, cada vez más a EE.UU., hacia la recesión. El dólar estadounidense prosigue con su escalada, absorbiendo capitales de otras regiones, mientras que el Reino Unido entró en barrena por turbulencias en el mercado de deuda pública provocadas por unos recortes de impuestos que aumentaban el endeudamiento. Las medidas directas de las autoridades para mitigar el contagio de estos sucesos son ya una realidad. Frente a tantas noticias negativas, desde Fidelity Internacional creen que “podrían llegar buenas noticias de China, donde el impacto económico de la política de COVID cero y las dificultades del sector inmobiliario podrían suavizarse gracias a las medidas de apoyo del banco central y el gobierno”.
En este caldo de cultivo, los analistas de Fidelity han identificado tres temáticas de inversión para el cuarto trimestre de 2022 que creen que dominarán la parte final del año. Han titulado la primera como “Aterrizaje suave, forzoso o de emergencia” y parte de la consideración de que la Fed ha subido los tipos 75 puntos básicos en sus dos últimas reuniones y ha empleado un tono sistemáticamente restrictivo desde el simposio de Jackson Hole a finales de agosto. “El banco central parece estar completamente decidido a controlar la inflación, incluso a costa de una importante destrucción de la demanda”, afirman desde la gestora.
Sin embargo, los datos económicos de EE.UU. están demostrando una relativa solidez. El mercado laboral goza todavía de buena salud y la inflación se mantiene en cotas elevadas. De hecho, los indicadores que maneja Fidelity sobre la actividad futura mejoraron en agosto y el dólar estadounidense sigue revalorizándose. En consecuencia, han optado por retrasar la previsión de aterrizaje forzoso en EE.UU. hasta mediados de 2023.
Entretanto, desde la firma constatan que “la recesión en Europa parece más inminente”. “La región se enfrenta a una grave crisis energética que calculamos que podría reducir el PIB de la zona euro entre un 4% y un 5%”, añaden. Entre los otros ingredientes para la posible recesión que han identificado enumeran “los precios elevados y la amenaza de agotamiento de las reservas de gas”, porque “están erosionando el gasto de consumo y lastrando la industria”. En este contexto, afirman que el margen del BCE para subir los tipos de interés otra vez después de una primera subida de 75 puntos básicos “está menguando rápidamente a la vista del deterioro de las perspectivas”.
La segunda temática identificada por los expertos de Fidelity International tiene que ver con China y, particularmente, con el próximo Congreso del Partido Comunista. Desde la firma destacan el contraste de China con Europa y EE.UU., al presentar su política monetaria una dirección muy diferente: “China sigue flexibilizando su política monetaria cuando la mayor parte de los mercados desarrollados la está endureciendo y tiene margen para seguir haciéndolo”.
Sin embargo, son conscientes de que “el país se enfrentará a sus propios problemas este invierno”. Citan en primer lugar la capacidad de recuperación del gigante asiático frente a la desaceleración económica provocada por los confinamientos de su política de COVID cero, que califican como “dispar”: “La actividad ha mejorado, pero los confinamientos recurrentes y el agravamiento de la crisis inmobiliaria han hecho mella en la economía. Ante esta situación, China ha redoblado sus estímulos presupuestarios y monetarios. Estos estímulos deberían mejorar las perspectivas de China de cara al cuarto trimestre. También esperamos que mejoren los beneficios de las empresas chinas, que empiezan a disfrutar de la recuperación posterior al COVID y el abaratamiento de las materias primas”, resumen.
Además, desde Fidelity creen que “el sentimiento debería mejorar más tras el vigésimo Congreso del Partido Comunista”. Aunque ven probable que el presidente Xi conserve todos sus cargos durante un tercer mandato, “algo que no tiene precedentes”, indican que “los cambios en otros puestos dirigentes podrían dar pistas sobre el rumbo futuro de la política económica y actuar como catalizador para una política de crecimiento más progresiva”. En un contexto de bajas expectativas en la antesala al Congreso, los expertos de la firma interpretan que “cualquier noticia positiva en torno a los puestos dirigentes o la política de COVID cero podría dar un empujón inmediato al sentimiento”.
Los analistas de Fidelity han titulado la última gran temática que dominará el cuarto trimestre como “de la monetización a la fiscalización”. Partiendo de la asunción de que Europa se enfrenta a un duro invierno, la manera en que los países europeos consigan capearlo dependerá en gran medida “de cómo los gobiernos, muchos de los cuales se enfrentan a sus propios desafíos internos, traten de ayudar a las familias y empresas durante un invierno con unos precios del gas disparados”. El margen de actuación está limitado: desde Fidelity ponen como ejemplo del riesgo que supone aumentar el gasto público en un entorno de inflación y tipos elevados el reciente colapso de la libra esterlina y la brusca subida de los rendimientos de los gilts provocado por la política económica que ha intentado impulsar la nueva primera ministra Liz Truss, obligando a la intervención del Banco de Inglaterra. A esto se añaden los intentos por normalizar la política monetaria, “a pesar de que la recesión se da prácticamente por segura en Europa”.
A pesar del sombrío panorama, desde Fidelity consideran que “existen razones para no ser demasiado pesimistas”. Por un lado, ven probable que los gobiernos “redoblen su apoyo a las familias, muchas de las cuales todavía disponen de ahorros derivados de los confinamientos a los que poder recurrir”. Por otro, observan que “la confianza en la región está en mínimos, pero las ventas minoristas están aguantando por ahora y el paro sigue siendo bajo, aunque parece que se avecina un deterioro de los datos”, concluyen.