Los riesgos geopolíticos que dominaron la actualidad en 2019 (como la guerra comercial) han remitido. Si esta frágil calma persiste en 2020, en la opinión de Wen-Wen Lindroth, estratega jefe de Inversión cross-asset y analista senior de deuda corporativa en Fidelity International, se debería ver un aterrizaje suave en el crecimiento del PIB mundial.
La oleada sincronizada de políticas expansivas de los bancos centrales en 2019, más el impulso a la confianza de los consumidores derivado de la fortaleza del empleo, deberían ser suficientes para evitar por ahora una recesión mundial en las grandes economías. Sin embargo, persisten algunas áreas problemáticas, sobre todo en el sector manufacturero e industrial.
En Fidelity International creen que la inflación volverá a hacer acto de presencia en 2020 a medida que las presiones salariales aumenten (en un contexto de bajas tasas de desempleo) y los aranceles tiren al alza de los costes de producción, o bien porque su retirada desencadene un fuerte repunte del crecimiento.
Los recortes de los tipos de interés de la Reserva Federal en 2019 están beneficiando al mercado estadounidense de la vivienda, lo que brinda un importante apoyo a la economía. La previsión de Fidelity International es que el PIB estadounidense crezca un 1,9%, suponiendo que el presidente Trump y su homólogo chino Xi firmen el acuerdo de “Fase 1” y suspendan la escalada de los aranceles.
Aunque Trump seguirá presionando a la Fed para que recorte tipos en las fechas previas a las elecciones, el estado de la economía y los máximos históricos en las bolsas apuntan por ahora a una pausa en los estímulos.
La dinámica de final de ciclo parece que durará todavía otro año. Se podría asistir a un rebote de la tolerancia al riesgo en previsión de que las manufacturas y las exportaciones arrojen buenas noticias, lo que reforzaría los argumentos a favor de una subida de la inflación en EE.UU.
Por su parte, las economías europeas deberían escapar a la recesión también, con un crecimiento del PIB del 1-1,5%. En esta coyuntura, en Europa se mantendrán los tipos negativos y los rendimientos del Bund se moverán entre -20 y -60 puntos básicos.
El Bund podría acercarse al cero si las negociaciones comerciales avanzan excepcionalmente bien, pero parece poco probable que haya rendimientos positivos mientras el Banco Central Europeo continúe con su postura expansiva. Si el conflicto comercial se encona de nuevo, en Fidelity International esperan que la atención gravite hacia los estímulos presupuestarios en los diferentes países. A corto plazo parece poco probable que cuaje un presupuesto para el conjunto de la UE.
En Fidelity International esperan que el crecimiento chino se frene en 2020, pero de forma controlada gracias a los estímulos específicos. Incluso si se resuelve el conflicto comercial, seguirá habiendo riesgos en la economía china.
Los mercados emergentes, que sufren las consecuencias de las tensiones comerciales con especial dureza, serán vulnerables a la fortaleza del dólar y a una postura más restrictiva de la Fed. Actualmente, las políticas monetarias de los mercados emergentes siguen siendo expansivas y, en conjunto, estas economías probablemente consigan un crecimiento sólido en 2020.
Aun así, los inversores en los mercados emergentes tendrán que ser selectivos y sortear los riesgos específicos, en concreto el descontento social agitado por el populismo y que ya se ha cobrado varios jefes de estado durante los últimos doce meses.
En la opinión de Fidelity International, los riesgos políticos nacionales e internacionales siguen siendo los riesgos de acontecimientos extremos más importantes de cara a 2020. Los bancos centrales, después de llevar el testigo todo lo lejos que han podido durante la última década, parecen cada vez más agotados. Será determinante la forma en que los gobiernos afronten cuestiones como el crecimiento, la desigualdad y la evolución demográfica durante la próxima década.