Los mercados de deuda pública perdieron terreno en octubre y los rendimientos subieron. Según explica Andrea Iannelli, director de inversiones en renta fija de Fidelity International, se vieron impulsados por la relajación de las tensiones en EE.UU. y China, el giro favorable de los acontecimientos en el culebrón del Brexit, unos datos macroeconómicos mejores de lo previsto y el buen comportamiento de la mayoría de los activos de riesgo.
Estados Unidos
La Fed recortó tipos otro cuarto de punto, como se esperaba. Comparado con reuniones anteriores, el mensaje de Powell fue más optimista, dejando prácticamente de lado las referencias a las decisiones futuras y apuntando que los tipos se mantendrán durante algún tiempo en los niveles actuales.
Se aludió a la fortaleza del mercado laboral como una de las razones para el cambio de tono y el último dato de empleo confirmó este análisis. Los mercados tomaron el relevo de la Fed y ajustaron en consecuencia los precios de los futuros movimientos de tipos; así, no se descuenta el siguiente recorte de tipos antes de diciembre de 2020.
En un plano más general, Fidelity International observa que los datos de las encuestas estadounidenses no levantan cabeza, pero los datos de actividad real, y en especial los relacionados con el consumo, siguen aguantando.
Entretanto, en la esfera política se acaban de observar señales claras de acercamiento entre EE.UU. y China en las negociaciones comerciales pues las elecciones de 2020 se aproximan y la administración estadounidense tiene motivos para llegar a un acuerdo. Así, las autoridades chinas acaban de anunciar un acuerdo para reducir los aranceles comerciales por fases.
En cuanto a la Fed, existe el riesgo de que se vea atrapada e imposibilitada para recortar más los tipos por la subida de la inflación (se prevé que ronde el 2,5% en el segundo trimestre de 2020), los posibles estímulos presupuestarios en un año electoral, la reconducción de las negociaciones comerciales y la ausencia de señales de agotamiento del empleo.
Incluso sin que la Fed vuelva a actuar, es probable que la inflación mantenga su senda alcista impulsada por los precios de los bienes, la atención sanitaria y la ropa. Los aranceles, aunque comiencen a reducirse paulatinamente, también seguirán presionando al alza los precios y las empresas conseguirán repercutir los mayores costes a los clientes, como ha puesto de manifiesto la buena temporada de resultados hasta ahora. En esta coyuntura, el panorama a corto plazo para los bonos del Tesoro de EE.UU. es más desigual que a comienzos de año y por lo que Fidelity International mantiene una postura táctica neutral.
Europa
En cuanto a Europa, el mandato de Draghi como presidente del BCE llegó a su fin y el mando lo ha asumido oficialmente Christine Lagarde. Entretanto, las compras de activos ya han comenzado de forma efectiva y la política monetaria se mantendrá en piloto automático durante los próximos meses.
Los últimos desencuentros en el seno del Consejo de Gobierno indican que las habilidades de Christine Lagarde para tejer consensos se pondrán pronto a prueba, aunque por ahora Draghi ha dejado claro el rumbo antes de su salida y esperamos pocos cambios con la nueva responsable.
Como señaló repetidas veces el Sr. Draghi durante su mandato, y de nuevo durante su última rueda de prensa en octubre, existen límites en lo lejos que puede llegar la política monetaria en su apoyo a la economía de la zona euro y la política presupuestaria debe dar pronto un paso al frente.
En este sentido, se observan indicios de que el mensaje se ha recibido y en Francia, por ejemplo, se ha visto recientemente cómo el gasto público aumentaba considerablemente. En un plano más general, se ha tomado nota del rápido ritmo de crecimiento de la oferta monetaria en toda la zona euro, lo que supone una nueva señal de que la marea está cambiando y las condiciones financieras son ciertamente expansivas.
En la esfera macroeconómica, los datos de las encuestas parecen estar estabilizándose y, aunque las perspectivas siguen siendo muy inciertas, se podría ver un rebote en el caso de que el sector manufacturero se recupere frente al sector servicios.
Las últimas noticias más positivas en el plano comercial, tanto entre EE.UU. y China como entre EE.UU. y Europa, podrían sentar las bases para unas perspectivas más optimistas. Entretanto, el BCE sigue interviniendo en el mercado, pero el tamaño del nuevo programa cuantitativo probablemente no ofrezca el mismo nivel de apoyo que su primera edición. A consecuencia de ello, los rendimientos podrían subir y las curvas podrían elevar su inclinación en los mercados core y semi-core.
Reino Unido
En el Reino Unido, por último, tras la prórroga del Brexit los parlamentarios aprobaron la celebración de elecciones generales el 12 de diciembre, lo que en muchos aspectos se interpretará como una votación sobre el acuerdo del Brexit alcanzado por el gobierno de Johnson. La aritmética política no permite certezas y podrían darse alianzas en todo el espectro político. Por lo que Fidelity rebaja de nuevo su exposición a deuda pública británica después del recorte de septiembre, aunque el cambio se debe principalmente a sus modelos cuantitativos a raíz de unas señales de retorno a la media más fuertes y el perfil relativamente plano de la curva.