El último movimiento de la Reserva Federal (Fed) concuerda con la expectativa general y los mercados deberían mantenerse relativamente tranquilos, aunque un elemento que a buen seguro decepcionará a los inversores es que el denominado “gráfico de puntos”, con las proyecciones de tipos de la Fed, no muestra ningún consenso en torno a nuevos recortes este año.
Según apunta Tim Foster, gestor de fondos de renta fija de Fidelity International, las rebajas de tipos de la Fed también suenan algo anticuadas a la vista del amplio paquete de medidas de estímulo anunciado por el Banco Central Europeo (BCE) hace un par de semanas.
No obstante, esta simplicidad podría cambiar pronto, ya que las herramientas de política monetaria que está empleando la Fed resultan cada vez más ineficaces contra las presiones alcistas en los mercados monetarios.
Sucesos internacionales preocupantes
El recorte de tipos de la Reserva Federal se corresponde con la expectativa general y, en este sentido, la probabilidad de que descendieran 25 puntos básicos era prácticamente del 100%. Sin embargo, los precios de mercado han sufrido un importante vuelco durante las últimas semanas. Los precios descontaban 1,5 recortes a mediados de agosto, por lo que los mercados no deberían estar muy sorprendidos por las declaraciones que siguen destacando las buenas condiciones económicas (este mes se ha revisado al alza el cálculo sobre gasto de los hogares), la fortaleza del mercado laboral y la subida moderada de la actividad económica, pero también expresaron preocupación por las implicaciones de los sucesos internacionales y —como novedad este mes— por la mayor debilidad de las exportaciones.
Dos miembros se desmarcaron y votaron a favor de mantener los tipos, como en julio, mientras que Bullard, de la Fed de San Luis, votó esta vez a favor de un recorte de 50 puntos básicos. Un elemento que a buen seguro decepcionará a los inversores es que el “gráfico de puntos” con las proyecciones de tipos de la Fed no muestra ningún consenso en torno a nuevos recortes este año; así, la mediana de los puntos indica que no habría más cambios este año ni el siguiente, y los siete miembros que esperan otro recorte este año prácticamente se compensan con un pelotón de miembros favorables al endurecimiento monetario que preferiría terminar el año con tipos más altos. Eso contrasta con los precios de mercado antes de la reunión, que descuentan de forma prácticamente segura otro recorte a finales de año.
La Fed tiene que hacer más
Después de subir tipos nueve veces durante los últimos cuatro años, la Fed inició la oleada de estímulos de los bancos centrales con el acusado cambio de rumbo de enero, pero ahora los meros recortes de tipos suenan algo anticuados comparados con el amplio y complejo paquete de estímulos anunciado por el BCE la semana pasada.
No obstante, esta simplicidad podría cambiar pronto, ya que las herramientas de política monetaria que está empleando la Fed resultan cada vez más ineficaces contra las presiones alcistas en los mercados monetarios, defienden en la gestora.
La reducción del balance (endurecimiento cuantitativo) ha terminado, pero el elevado ritmo de endeudamiento de la administración estadounidense (a corto plazo) y el crecimiento de la liquidez en circulación implican que las reservas seguirán descendiendo. Eso provoca que los tipos de los mercados monetarios estadounidenses sean más difíciles de controlar: los tipos repo subieron con fuerza a comienzos de esta semana y el tipo efectivo de los fondos de la Fed superó ayer la horquilla objetivo, mientras que la Fed de Nueva York puso en marcha operaciones especiales de mercado abierto para reducir los tipos.
Por eso el recorte de 25 puntos básico anunciado recientemente viene acompañado de otro recorte de 5 puntos básicos en el tipo de interés que se aplica a los excedentes de reservas, un instrumento que comenzó su andadura en el extremo superior de la horquilla objetivo de la Fed y que ahora está a tan solo 5 puntos básicos del extremo inferior.
La Fed hizo lo mismo con el tipo que pagan las repo inversas con los fondos monetarios, llevando ese tipo por debajo de la horquilla objetivo. Por lo tanto, conviene prepararse también para posteriores reuniones en las que se anunciarán nuevas herramientas que ayuden a la Fed a tirar a la baja de los tipos de mercado, tal vez operaciones de mercado abierto permanentes para comprar indefinidamente bonos del Tesoro de EE.UU. (pero sin llamarlo QE) o una ventanilla permanente para el mercado de repos con el fin de prestar en el extremo superior de la horquilla objetivo.