El deterioro de los datos macroeconómicos mundiales ha provocado una respuesta expansiva de los principales bancos centrales que ha dado lugar a un rápido descenso de los rendimientos. La relajación de las políticas monetarias presta un considerable apoyo a las soluciones de inversión que generan rentas. Desde Fidelity consideran que es un buen momento para volver a fijarse en los bonos high yield europeos, una clase de activos de rentas con muchos rasgos atractivos.
La represión financiera favorece a los activos que generan rentas
En opinión del gestor de Fidelity, Andrei Gorodilov, tanto la Fed como el BCE han decidido claramente ser pacientes y adoptar una postura expansiva, al menos en un futuro inmediato. «Este hecho ha provocado que se dispare de nuevo el volumen de activos con rendimientos negativos hasta superar los 10 billones de dólares, su nivel más alto desde 2016, cuando el BCE estaba desarrollando su programa de relajación cuantitativa», afirma Gorodilov. ¿Qué significa eso para los inversores en bonos high yield? Según este experto, en un momento en el que los rendimientos de la deuda pública están volviendo en algunos casos a sus mínimos históricos, la demanda de productos de rentas va a continuar. En este entorno, los bonos high yield se convertirán lógicamente en un área de interés para los responsables de asignación de activos.
¿Por qué bonos high yield europeos?
En primer lugar, desde Fidelity afirman que las valoraciones siguen siendo atractivas. «Los diferenciales de los bonos high yield europeos están considerablemente más cerca de sus máximos de cinco años que el resto de clases de activos high yield», argumenta este experto.
En segundo lugar, los bonos europeos siguen siendo el segmento de más alta calidad dentro del universo high yield, ya que los títulos BB representan el 72% del valor total del mercado, frente al 48% en EE.UU. y el 53% en Asia. «Debido a los bajos tipos de interés y los fundamentales sólidos, los ratios de cobertura de intereses en los emisores de high yield europeos siguen siendo los más elevados del mundo. Las ampliaciones del programa TLTRO anunciadas recientemente por el BCE posibilitarán que la financiación siga fluyendo hacia los prestatarios»,
Todos estos factores se combinan para que las tasas de impago europeas, a pesar de las perspectivas de crecimiento débil, se hayan hundido hasta tan solo el 0,9% (finales de febrero) y se prevé que sigan siendo muy bajas desde una perspectiva histórica (previsión del 1,4% a finales de 2019, frente a una media histórica del 3,5%).
Un acumulador sólido a lo largo del tiempo
Los bonos high yield europeos han registrado unas sólidas rentabilidades ajustadas al riesgo a largo plazo (10-15 años) y han conseguido batir a otros tipos de bonos high yield, así como a muchos índices de renta variable europea con el euro cubierto. «El factor clave han sido los elevados cupones, que siguen constituyendo un rasgo distintivo de esta clase de activos. En un momento en el que las reducidas tasas de impago y las bajas duraciones se combinan para atenuar la volatilidad en esta clase de activos, las rentabilidades ajustadas al riesgo de los bonos high yield europeos han dado muestras de solidez», concluyen los expertos de Fidelity.