Ahora que el crecimiento económico mundial está acelerando y los bancos centrales empiezan a endurecer sus políticas monetarias, los inversores se están interesando cada vez más por los valores de servicios financieros. De hecho, según Soutiris Boutsis, gestor del FF Global Financial Services, las subidas de los tipos de interés están propulsando los márgenes de intermediación de los bancos, mientras que el retorno de la volatilidad, tras una década hundida bajo el efecto de las políticas monetarias ultraexpansivas, está impulsando los ingresos de trading de los negocios de mercados de capitales.
El experto destaca que en EE.UU., la caída del desempleo y el crecimiento de los salarios se combinan para que la calidad crediticia se mantenga en niveles elevados y las perspectivas de crecimiento del crédito sigan siendo favorables. En este entorno, explica, «los bancos superaron cómodamente las exigentes pruebas de solvencia a las que los sometió recientemente la Fed, así que tienen margen para elevar los dividendos, recomprar más acciones y embarcarse en adquisiciones». Por otra parte, cree que el alivio de la presión regulatoria también debería favorecer los beneficios de estos negocios.
En cuanto a los valores del sector financiero europeo, Boutsis considera que disfrutan de una fase de expansión económica, aunque los rendimientos de los bonos continúan en niveles anormalmente bajos comparados con EE.UU., lo que crea una oportunidad para muchas entidades de crédito europeas sensibles a los tipos.
Por su parte, en los mercados emergentes, las tasas relativamente bajas de penetración del crédito en comparación con los países desarrollados crean una oportunidad estructural para el sector financiero, sobre todo en los productos de seguro, con los reguladores dispuestos a fomentar su contratación. «Las expansiones cíclicas que viven algunas economías emergentes también crean un contexto prometedor para muchos valores. Todos estos factores están alentando el debate en torno al tipo de cambios corporativos que podríamos ver en el sector a medida que las empresas se adaptan a la mejoría de la coyuntura de mercado», afirma
Movimientos corporativos
Los movimientos corporativos en el sector asegurador se han acelerado durante los últimos meses y las empresas están trabajando en restructurar y vender negocios históricos. La decisión de la aseguradora británica Prudential de segregar su negocio británico y europeo de su negocio internacional, con las dos empresas cotizando de forma separada, es un destacado ejemplo reciente. «Prudential considera que una entidad británica independiente dará al negocio mayor flexibilidad financiera y estratégica. Además, las futuras ventas de rentas vitalicias podrían hacer que se acelerara la liberación de capital comparado con el tramo inicial. Este hecho es positivo y la escisión británica debería traducirse más adelante en una reducción del descuento actual del grupo. Dado que el negocio marcha bien y la dirección está poniendo en valor las diferentes actividades, la acción sigue siendo una propuesta interesante», opina Boutsis.
A la vista de los reciente cambios en algunas empresas aseguradoras, ¿cuáles son las perspectivas de cambios corporativos en la banca? En EE.UU., las fusiones y adquisiciones han brillado por su ausencia desde la crisis financiera debido a los requisitos reforzados de capital, liquidez y cumplimiento normativo que puede provocar la expansión.
Los bancos con activos superiores a los 50.000 millones de dólares están sujetos a la modalidad más estricta de supervisión de la Reserva Federal, pero la legislación que está tramitándose actualmente en el Congreso de EE.UU. podría elevar este umbral hasta los 250.000 millones de dólares, lo que fomentaría las adquisiciones. En opinión de este experto, «junto con otras medidas liberalizadoras y la reforma tributaria, que podría elevar el capital disponible de los bancos, las perspectivas son prometedoras».
En Europa, los directivos de los grandes bancos y los reguladores también han hablado recientemente de la necesidad de consolidación en el sector bancario europeo. «Al igual que el estadounidense, el sistema bancario de la zona euro está muy fragmentado y existe un banco por cada 50.000 ciudadanos. Existen demasiadas entidades de crédito poco rentables y las adquisiciones a escala nacional y transfronteriza siguen estando muy por debajo de los niveles anteriores a la crisis financiera, por lo que parece haber margen para los movimientos de concentración», añade Boutsis.
La zona euro está experimentando una expansión cíclica y los temores en torno a los préstamos morosos están disipándose, lo que podría dar un impulso adicional a las fusiones y adquisiciones. El Banco Central Europeo aspira a un mercado bancario integrado en toda la UE, en el que, como indicó en un informe de abril de 2015, “los mercados bancarios puedan asignar recursos de forma eficiente a las oportunidades de inversión más lucrativas en toda la zona euro, sin que existan fricciones en el flujo de capitales a través de las fronteras”.
Boutsis recuerda los rumores que apuntan a que una gran entidad alemana podría ser objeto de adquisición. «Sin embargo, apreciamos varios obstáculos de tipo normativo en este sentido. No tendría sentido, en efecto, que los bancos emprendieran adquisiciones transfronterizas a la vista del marco normativo actual. Como ocurre en EE.UU., la normativa sobre capital penaliza las fusiones y adquisiciones y los requisitos de capital relativos al colchón para las entidades financieras con importancia sistémica trata de evitar explícitamente que los bancos adquieran importancia sistémica», explica.
A su juicio, no obstante, los bancos que aumenten su tamaño estarán sujetos a mayores requisitos de capital, lo que desincentiva la búsqueda de operaciones que aumenten el tamaño de una entidad.