El Comité de Operaciones de Mercado Abierto de la Fed (FOMC) no tenía previstas en su agenda para la sesión de ayer preguntas ni rueda de prensa, por no coincidir su celebración con final de trimestre, y el mercado no esperaba cambios. Y acertó. La Fed mantuvo sus tipos de interés. “Como se preveía, sólo hubo un voto en contra, Esther George, siempre a favor de una subida de tipos”, señalan desde Groupama AM. “Algunos pueden pensar que esa es una actitud agresiva (hawkish), pero no coincido con esa opinión”, añade David Buckle, director de Análisis Cuantitativo en Fidelity International.
“Era imposible que hubiese datos económicos significativamente diferentes desde el pasado junio que hiciesen que las “palomas” (doves) modificasen su actitud prudente. Hará falta otro paso adelante en la inflación subyacente antes de que la Fed responda y no vemos que eso vaya a ocurrir muy pronto”, explica Buckle. “El único rayo de esperanza es observar que el crecimiento salarial corrigió en julio su reciente reducción, volviendo a casi los máximos desde la crisis financiera, pero no lo suficiente como para hacer creer a la Fed que se ha alcanzado el pleno empleo”.
Para aquellos que quieran ver, además de un mayor optimismo, un guiño hawkish en el comunicado, en la gestora explican que «los riesgos a corto plazo sobre las perspectivas económicas han disminuido”, pero William Lee, de Citi, advierte: “No creemos que este nuevo lenguaje del FOMC señale hacia un incremento de tipos en septiembre. Hay que esperar a oír el discurso completo de la presidenta Yellen en Jackson Hole, previsto para el 26 de agosto, para esas señales”, recuerda.
No hubo actualización de proyecciones económicas en dicha reunión, por lo que desde Groupama AM dicen que el organismo nos emplazan a septiembre (20 y 21), al igual que el BCE (8 de ese mes).“El mensaje es más optimista, en particular en el empleo y el consumo de los hogares. Es interesante observar que las frases son más cortas, el mensaje enviado es más directo y por lo tanto más claro”, valoran. “Incluso si el tono parece menos pesimista que en junio, no hay ninguna indicación de la fecha de la próxima subida, ¿septiembre o diciembre?»
Según William Lee, de Citi, la estrategia de normalización del FOMC es clara: no moverse hasta que no vea “el blanco de los ojos de la inflación” y mantiene su posición de no esperar ninguna subida antes de diciembre, mientras los datos sigan su curso y no se materialice ningún riesgo.
Con él coincide David Buckle, de Fidelity Internacional, que opina que el 14 de diciembre es la primera oportunidad realista que tiene Yellen de subir tipos. “Solo quedan 3 reuniones este año -septiembre, noviembre y diciembre-. Aunque no esté descartado al 100%, es difícil ver una subida el 21 de septiembre. Aún hay muchos riesgos en la economía global, aparte de las elecciones presidenciales en EE.UU.”, apunta. “La reunión del 2 de noviembre es justo 6 días antes de las elecciones, por tanto un momento totalmente descartable para subir tipos por primera vez en el año”.
Sin embargo en Groupama AM dicen que su escenario de política monetaria contempla una sola subida de tipos este año pero que es muy difícil saber con exactitud cuál será el timing (septiembre o diciembre) y que, a día de hoy, “no podemos excluir septiembre”.