El mercado cambiario formal de Chile negocia cerca de unos 1.200 millones de dólares diarios, pero la información clave para operar en este mercado sólo está abierta a un reducido número de participantes: los bancos, que son los administradores del mercado y tienen un acceso preferencial, ocho corredoras de bolsa y una agencia de valores.
Estos actores, son los únicos que cuentan con Datatec, una plataforma computacional propiedad de la Bolsa Electrónica, que registra entre otros aspectos, las “puntas” o diferenciales entre el precio de compra y de venta disponibles para tomar posiciones, así como las cantidades que se están ofreciendo y demandando los agentes a diferentes precios. Esta esencial información no es accesible a las AFPs, los fondos mutuos, las compañías de seguro, los family offices y los actores internacionales, actores que por su tamaño o sofisticación podrían operar de forma directa en el mercado cambiario.
En el reportaje “La mano visible del dólar”, publicado en el servicio online El Mercurio Inversiones, el periodista Patricio Torrealba recoge las impresiones de varios participantes que consideran que no hay suficiente transparencia en el mercado cambiario formal. A continuación, un resumen de sus conclusiones.
Asimetría en la información
La principal preocupación sería la asimetría en la información en la formación de los diferenciales entre el precio de compra y de venta de la moneda, o lo que es lo mismo la falta de transparencia por lo cerrado que es el mercado cambiario chileno, en especial si se tiene en cuenta la solidez del sistema bancario del país y la calificación de la deuda soberana por parte de las agencias de rating internacionales.
El problema residiría en que los bancos acaparan la liquidez y la información de precios y obligan a operar a través de ellos, a entidades que podrían hacerlo directamente.
Uno de los principales factores que contribuye a esa opacidad, es el hecho de que aquellos participantes que no son entidades bancarias tienen que realizar sus cotizaciones por teléfono, por lo que sería deseable expandir el universo de operadores con acceso a la plataforma Datatec y con ello el alcance de los usuarios finales.
Para evitar que aparezcan agentes en el mercado que operen sin respaldo y generen posibles fraudes, el Banco Central de Chile, en su Compendio de Normas de Cambios Internacionales señala que entre los requisitos para formar parte del mercado cambiario formal exige “integridad de los controladores y una boleta de garantía por 8.000 UF, en el caso de empresas como corredoras de bolsa o agente de valores”. Para el caso de “otras empresas”, éstas deben estar inscritas como sociedades anónimas y “tener un patrimonio de 12.000 UF”. La UF, Unidad de Fomento, es un valor expresado en pesos chilenos, cuyo valor es reajustado mes a mes por el banco central del país, según el índice de precios al consumidor.
Falta profundidad y liquidez
Para el Banco Central, el problema no sería tanto un manejo de precios, sino la falta de profundidad y liquidez del mercado, que hace que el mercado dependa mucho de la liquidez. Desde la entidad defienden que las distintas métricas, como, por ejemplo, la relación entre transacciones anuales del mercado cambiario y el PIB de Chile, están por debajo de las economías avanzadas, pero son claramente superiores a las demás economías latinoamericanas y emergentes.
El caso es que el peso chileno no es una moneda muy líquida y algunas veces con pocas transacciones o flujos, los traders pueden tratar de influenciar el precio diario de acuerdo a sus intereses. Los menores flujos de dólares registrados recientemente en el mercado local le estarían proporcionando una ventaja a los bancos, cuyo funcionamiento depende de las posiciones que tengan sus clientes respecto al dólar y a posición que van tomando los bancos depende de la cantidad de contratos o flujos que tienen en vencimientos, que se cierran con el dólar observado o promedio del día. Es por esto, que si una institución tiene demasiados flujos a un precio promedio, y la liquidez está baja, los bancos pueden tomar posiciones más fuertes en el día para llevar al dólar a precios convenientes para ellos.
Llamado a la investigación
Tras la publicación del reportaje, tres expertos en libre competencia: Raphael Bergoeing, investigador a cargo del área Competencia y Crecimiento del Centro de Estudios Públicos (CEP), Claudio Agostini, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez y experto en libre competencia y colusión, Francisco Agüero, director del Centro de Regulación y Competencia de la Universidad de Chile; junto con Jorge Desormeaux, ex vicepresidente del Banco Central, sugieren, en un segundo artículo, que la Fiscalía Nacional Económica (FNE) debería analizar el mercado cambiario formal y las prácticas de los bancos.