Los indicadores adelantados de actividad no indican que vaya a producirse ninguna interrupción del ritmo de expansión mundial durante los próximos trimestres, sino solo un cierto reequilibrio entre las distintas regiones del mundo, estima La Française en su informe mensual. En los países emergentes, se confirma la desaceleración desde el pasado otoño, incluidas China e India. En Estados Unidos prosigue la recuperación, aunque los datos más recientes son bastante mediocres. El ciclo expansionista americano se encuentra en su sexto año, la tasa de paro se sitúa próxima al 5% y la tasa de utilización de la capacidad productiva industrial vuelve a situarse en niveles medios. La Fed ha llegado a la conclusión de que la paciencia ya no debe ser el principio básico que guíe su política monetaria, sin mostrar en cambio impaciencia. Está preparando a los mercados para un incremento muy progresivo de los tipos de los Fed Funds.
La zona euro, prosigue la firma, cuya coyuntura había quedado desfasada del resto del mundo desde 2010, muestra desde hace poco tiempo algunos síntomas de cierta mejoría. El principal signo positivo es el fuerte incremento de las ventas al por menor y del consumo de las economías domésticas. Esta recuperación del consumo se ha debido sobre todo al golpe de suerte producido por el desplome del precio del petróleo. «Tenemos en cuenta estos nuevos datos y hemos revisado al alza nuestra estimación de tasa de crecimiento para 2015 en la zona euro hasta el 1,5%. La cuestión principal hace referencia a la continuación de esta evolución. A corto plazo, podemos esperar la confirmación de la mejoría coyuntural gracias, entre otras cosas, a la fase de euforia creada por el QE del BCE de tal forma que la tasa media de crecimiento para 2016 se mantendría todavía cercana a la de 2015», explica la gestora en su informe.
No obstante, para los portfolio managers de La Française, el QE no ha eliminado las trabas que frenan el crecimiento en la mayoría de países de la zona euro: la ralentización demográfica, la disminución de las ganancias de productividad, los déficits públicos, la lentitud de las reformas estructurales, el mantenimiento de las divergencias europeas. Lo más previsible es que una vez que pase el efecto del petróleo, probablemente a partir de mediados de 2016, la zona euro vuelva a una fase de crecimiento más débil, en torno al 1% anual. La inflación se mantendrá baja, aunque recuperando progresivamente niveles de entre el 1% y el 1,5% en Europa (2% en Estados Unidos). Los tipos a largo “core” se orientarán entonces hacia las tasas de crecimiento del producto interior nominal, en un horizonte todavía lejano, que situamos más allá de 2016.
El informe mensual destaca que la coyuntura económica actual es muy atípica en muchos aspectos: el estancamiento de las ganancias de productividad que frenan el crecimiento potencial en los países desarrollados, la alta tasa de ahorro, la liquidez superabundante, por los efectos de las políticas monetarias, o elevada, la disminución de los tipos de interés hasta niveles desconocidos en el pasado, las dificultades para una reactivación firme del crecimiento. Bajo los efectos de unas políticas monetarias extremas, nos encontramos en la actualidad en un terreno económico inexplorado. Más de 1,5 billones de dólares de bonos europeos se negocian a tipos de interés negativos, cifra que se duplica si incluimos a Japón. «En nuestro escenario de referencia, apostamos por una salida sin sobresaltos de esta situación. Evidentemente, también son posibles otros escenarios más inesperados y más turbulentos», apuntan desde la gestora.
Convicciones de inversión
Con este escenario económico, los expertos de La Française creen que en renta fija a excepción de la zona euro y de Japón, donde los programas de compra de activos están afectando a los niveles de mercado, los tipos de los países desarrollados se sitúan próximos a sus niveles de equilibrio.
En los activos de crédito, “la coyuntura de tipos bajos sigue representando un soporte importante, aunque el mercado primario debería frenar el estrechamiento de los diferenciales”, dicen.
En lo que respecta a renta variable y dado que los indicadores de confianza confirman la continuación de la reactivación lenta de la economía., La Française cree que esta mejoría va a dar soporte a la evolución alcista de las acciones. Este incremento se ha fundamentado en la reducción de las primas de riesgo y en la anticipación de un crecimiento sostenido de los beneficios, aunque los analistas solo anticipan un crecimiento del 6% para 2015. Las publicaciones del 1er trimestre (mediados de abril) deberían permitir una mejoría de la tendencia. Prudencia con respecto al mercado británico antes de las elecciones del 7 de mayo.
“En los países emergentes mantenemos una posición neutra ya que prosigue el deterioro de las condiciones en América Latina, sobre todo en Brasil”, concluye la gestora en su análisis del mercado.