“Ante la situación actual en China, se debe evitar la complacencia pero hay diversas razones para ser positivos sobre las perspectivas de la renta variable europea y, en particular, para la selección selectiva de valores”. Así opina Alexandra Hartmann, gestora del Fidelity Funds Euro Blue Chip.
Las razones que da Hartmann son en primer lugar, que los fuertes balances corporativos y el entorno de financiación favorable no han desaparecido, siguen ahí. En segundo lugar, la combinación de la bajada de las materias primas, la estabilidad de los precios de los activos y la mejora de las condiciones salariales están reforzando la base para una recuperación continuada de la demanda en todas las economías desarrolladas.
Por último, y posiblemente lo más importante recalca, “seguimos viendo que muchos negocios bien establecidos se ven desafiados por nuevos modelos de negocio basados en la tecnología y por unos cambios en los patrones de consumo que sugieren que con el tiempo, se pueden obtener ganancias sustanciales si se identifican correctamente esas compañías”, dice la gestora de Fidelity.
Durante los últimos 29 meses, la renta variable de la zona euro en dólares se sitúa más de un 28% por detrás de la bolsa estadounidense, por lo que aún mantiene una valoración razonable.