En una de sus ponencias más célebres, Ben Bernanke explicaba qué debía hacerse para que la deflación nunca se instalara en EE.UU. La charla, expuesta a los miembros del Club Nacional de Economistas de Washington DC hace casi 12 años se titulaba así: “Deflación: haciendo lo posible para que no se instale aquí”.
A raíz de esta conferencia, Bernanke pasó a conocerse como “Helicopter Ben”, ya que comparaba las fórmulas consistentes en recortar impuestos y comprar activos con dinero público a la famosa cita del economista Milton Friedman según la cual para combatir la deflación solo era necesario repartir dinero entre los ciudadanos desde un helicóptero. En su momento, Bernanke daba esta ponencia al hilo de las bajas tasas de inflación que había en ese momento en EE.UU., pero fue toda una premonición acerca de las políticas que se aplicarían años más tarde tras la gran crisis financiera global.
Ahora, cinco años y medio después de la quiebra de Lehman, Investec Asset Management se hace la siguiente pregunta en un reciente informe: ¿estará el Banco Central Europeo (BCE) ignorando los sabios consejos de Bernanke en materia de deflación y poniendo en riesgo la recuperación de la eurozona?
La inflación en la eurozona está muy cerca de los mínimos históricos disponibles según las series de datos de Eurostat. ¿Qué hay detrás del repentino cambio en la inflación de la eurozona respecto a lo que se estimaba hace tan solo unos meses? Según el informe de Investec Asset Management, es el componente energético el que está empujando la inflación a la baja, particularmente por la fortaleza de la base contra la que se compara, ya que en 2012 los precios energéticos subieron entre el 8% y el 9%.
En todo caso, ésta no es toda la historia. Si se desglosan los datos por países, es evidente que la periferia está flirteando con la deflación mientras los países centrales están cómodamente instalados en niveles medios históricos.
Esta situación es consecuencia de los cambios estructurales llevados a cabo en los países más afectados, que no pueden echar mano de la tradicional devaluación de sus divisas que podría sacarles de la crisis. El fenómeno, denominado como “devaluación interna”, pasa por un recorte drástico de los salarios, el consumo y el gasto público. A Ben Bernanke no le habría extrañado en absoluto este flirteo de los periféricos con la deflación, puesto que como explicaba en 2002: “la deflación es, en casi todos los casos, un efecto secundario del colapso de la demanda agregada – un descenso tan severo del gasto que los productores tienen que rebajar sus precios de forma constante para conseguir compradores”.
¿Qué haría Bernanke?
El presidente del BCE, Mario Draghi, cree que Europa evitará caer en una situación sostenida de deflación y solo ha adoptado una de las cinco medidas propuestas por Bernanke para combatir un escenario deflacionista.
En su ponencia de 2002, Bernanke destacaba que era necesario que los bancos centrales preservaran un “colchón” que serviría para reducir el riesgo de que “un importante e inesperado descenso de la demanda agregada lleve a la economía a adentrarse en terreno deflacionista”. Investec califica la crisis de la eurozona claramente como algo “importante e inesperado” al tiempo que señala que ya es tarde para hacerse con el “colchón” que sugería Bernanke. La siguiente tabla enumera las recomendaciones del ex presidente de la Fed para combatir la deflación y si, en opinión de Investec, el BCE las ha adoptado o no.
A Investec realmente le preocupa que la eurozona esté entrando en un escenario fundamentalmente desinflacionista. Actualmente, la deflación solo está presente en un número limitado de países periféricos pero si se extiende las voces de alarma empezarán a escucharse con más firmeza.
En este escenario, Investec prefiere invertir en bonos alemanes y está infraponderado en Italia y España, prefiriendo la renta variable europea sobre la de EE.UU. por razones de valoración.
Puede acceder al informe completo a través de este link